La isla de La Palma ha acogido la segunda edición del Foro de Innovación y Sostenibilidad Enoturística. La Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria y la Universidad de La Laguna organizó así un encuentro en el que agentes y profesionales del sector comparten sus formas y herramientas para transmitir la esencia de una región a través de su vinculación con el producto vitivinícola, desde una perspectiva innovadora y sostenible.
El evento arrancó con la bienvenida de Carolina Real Torres, subdirectora de la Cátedra, junto con el director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, José Pérez, quien expresó ante los
invitados la importancia de crear espacios de debate en el que surjan proyectos de mejora para el enoturismo en el Archipiélago. Asimismo, Marta Domínguez Herrera, directora de Secretariado de Cátedras Institucionales y de Empresa de la Universidad de La Laguna, reforzó el compromiso que tiene la Universidad con la Cátedra y con toda actividad que realce y potencie el sector primario y vitivinícola.
La primera sesión del Foro comenzó con la intervención del experto en Enoturismo y Administración de Empresas por la Western Michigan University, Abel Duarte. El actual docente titular en International Business en la Escuela de Negocios y Gestión de la RMIT University Vietnam, señaló que la innovación se asocia al concepto que establecía Kanter en 1983, apuntando que es el proceso de poner en uso cualquier idea nueva que resuelva problemas y, definió la sostenibilidad como una herramienta que implica buscar formas de conciliar el equilibrio entre el desarrollo económico, ambiental y social.
El enoturismo entendido como una actividad dinamizadora del medio rural necesita de la fusión entre la cultura, la gastronomía y la música de la región. Según Abel Duarte, es en este punto en donde confluye realmente la sostenibilidad y el enoturismo y convierte a un destino turístico en competitivo y de calidad.
Alexandre Sousa Guedes, profesor en el Departamento de Economía, Sociología y Administración en la Universidad De Trás-Os-Montes e Alto Douro en Portugal enseñó a los participantes, a través de datos, la influencia que tiene el enoturismo sobre distintos países y sobre el mundo. Sousa Guedes partió de la idea de que si todos los países productores de vino utilizaran de referencia los modelos ejemplares de cómo ofrecer experiencias enoturísticas de calidad, para el 2030 las cifras de ingresos por la actividad se triplicarían.
Qué le falta a Canarias
Gabriel Santos, subdirector de la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias, dio inicio al panel de debate preguntándole a los ponentes qué le hace falta a Canarias para ser un destino enoturístico ideal. Miren Stillitani Mugica, coordinadora del Proyecto INTER-Acciones de la Ruta del Vino de Gran Canaria, consideró que uno de los puntos es la obtención de datos y de elaboración de informes que permitan conocer los intereses y perfiles de ese público objetivo que desea vivir experiencias enoturísticas únicas. Adicionalmente, comparte que la clave también se encuentra en invertir en profesionales especializados en el área para ofrecer una oferta turística diferenciada.
Asimismo, Hernán Tejera Oval, gerente del Clúster de Enoturismo de Canarias, confesó que el miedo de la mayoría de los empresarios es arriesgar un capital sin obtener beneficios. Sin embargo, afirmó que el enoturismo puede ser económicamente rentable en Canarias si lo comparamos con regiones vecinas que no producen la misma cantidad de litros de vino al año “y, aún así, son referencia mundial en el sector”.
Abel Duarte hizo hincapié en que en Canarias no se busca conseguir un turismo de masas, sino por el contrario, crear experiencias que realcen el patrimonio y la cultura, ya que ahí es donde está gran parte de su atractivo. En contraste, Guedes enfocó más su intervención hacia el estudio del perfil del turista y el valor añadido que le daría a las Islas un buen uso de la digitalización, más allá de una buena experiencia enoturística.
Por su parte, Miguel Angel Mejías, profesor de la Universidad de La Laguna y miembro de la Cátedra, mencionó la importancia de añadir a la experiencia enoturística la promoción de los productos locales canarios desde el primer encuentro que tienen los turistas: “La presencia de los vinos y alimentos producidos en el archipiélago en todos los aeropuertos, como primer contacto. Luego, en restaurantes, con un personal capacitado para dar pinceladas de las historias que hay detrás de cada uno de ellos», añadió Mejías. Insistió a su vez en que en este camino no debe pesar más la parte turística que la eno. “No descuidemos lo que le da sentido a la actividad, aprovechemos la pluralidad y la variedad de nuestras bodegas para ofrecer actividades exclusivas y cercanas”.
Santos recordó que en noviembre La Palma acogerá el VIII Encuentro de Agroenoturismo de Canarias, un ciclo que comenzó en Lanzarote en 2016 y que ha pasado por las diferentes islas del archipiélago creando sinergias entre los sectores primario y turístico.