El perfil de alumnado que más probabilidad tiene de abandonar sus estudios universitarios es aquel que estudia primer curso, fundamentalmente, en la rama de conocimiento de Ciencias, ha elegido titulación en tercera o posterior opción, ha obtenido como nota promedio en la universidad el suspenso, tiene un escaso compromiso académico y muestra poca satisfacción a la hora de realizar sus actividades como estudiante.
Esas son las principales conclusiones de un estudio que profundiza en el perfil de estudiantes universitarios en riesgo de abandono de los estudios, realizado por los investigadores Rocío Peña, Olga Morales, Pedro Álvarez y David López, la mayor parte de ellos pertenecientes al grupo de investigación Grupo Universitario de Formación y Orientación Integrada (GUFO) de la Universidad de La Laguna, que ha sido publicado en el último número de la Revista Española de Pedagogía (REP). Este grupo de investigadores lleva más de una década trabajando en torno al abandono académico en la educación superior, tratando de aportar conocimiento útil y transferible para hacer frente a este grave problema que afecta a los sistemas educativos a nivel mundial.
El artículo titulado “Construyendo el perfil del alumnado con intención de abandono de los estudios universitarios”, parte de una encuesta a una muestra de 1.038 estudiantes de todos los centros y facultades de la Universidad de La Laguna. Para dar respuesta al objetivo de definir el perfil de alumnado en riesgo de desertar, se analizaron diferentes características que podían estar relacionadas con esta situación, tanto de carácter personal, como académica, económica o social.
Concretamente, se tuvieron en cuenta las siguientes variables: edad, sexo, forma de costear los estudios, nota promedio en la universidad, orden de elección de la titulación, satisfacción académica, competencia de adaptabilidad y compromiso académico del estudiante. A nivel metodológico, se construyó un modelo de regresión logística para evaluar si se da una relación significativa entre las variables predictoras y la variable dependiente (intención de abandonar).
Después de las diferentes pruebas estadísticas realizadas, los resultados obtenidos demostraron que las variables demográficas, el sexo, la edad y las variables socioeconómicas no eran determinantes a la hora de predecir la intención de abandono. Los factores académicos si tuvieron un alto valor predictivo, puesto que la satisfacción con los estudios, las notas promedio, la rama de conocimiento o el curso se relacionaron de forma significativa con idea de la deserción.
Pedro Álvarez hace hincapié en el abandono académico como uno de los problemas más destacables en la formación superior, “por los efectos que tiene en el alumnado, en las familias, en la propia institución y en la sociedad en general. A esto se añade la dificultad que tiene su análisis, porque no es una sola variable la que lo provoca, sino una combinación de factores de muy diversa naturaleza. Así que el abandono académico, especialmente en el primer año de estudios, alcanza cifras muy preocupantes que justifican estudios como este”.
Se espera que la información aportada por esta investigación tenga transferencia hacia la práctica y se pueda traducir en políticas y medidas que reduzcan los efectos de este grave problema. “Si queremos realmente que cambie la situación que venimos observando y se controlen los efectos devastadores de este fenómeno, se deben implantar acciones educativas y orientadoras concretas en cada institución y en cada centro, para que el abandono académico se cambie por adaptación, permanencia y graduación del alumnado”, señala David López.