El profesor titular del Departamento de Psicología Clínica, Psicobiología y Metodología Juan Manuel Bethencourt Pérez tomó ayer 16 de octubre posesión de su cargo como decano de la Facultad de Psicología y Logopedia de la Universidad de La Laguna. Le acompañarán en el cargo Rosario Josefa Marrero Quevedo, como vicedecana de Calidad; Teresa Olivares Pérez, como vicedecana de Ordenación Académica; Rut Isabel Correia Delgado, secretaria; y, por último, Ernesto Jesús Suárez Rodríguez, vicedecano de Relaciones Institucionales, Proyección y Participación Social.
El decano, que sustituye en el puesto a María Ángeles Alonso, dijo asumir el reto con responsabilidad, en un momento difícil para la universidad española y para La Laguna en particular, dado el inminente proceso de jubilación masiva de mucho profesorado y la necesidad acuciante de contar con nuevo talento.
Bethencourt Pérez afirmó ponerse al frente de un centro “que presume de excelencia, pero con datos”, señaló, dado que sus investigadores están muy bien posicionados en los ránquines, se trata de una facultad que produce investigación de alto impacto y cuyo profesorado es evaluado por el alumnado de forma muy favorable.
El decano recordó que de esta facultad salió la propuesta de creación del Instituto de Neurociencias (IUNE) y de la Unidad de Servicios Psicológicos y Logopédicos, dos iniciativas que estás ofreciendo grandes resultados, dijo. También sostuvo que en su programa de gobierno figura la creación de nuevos estudios, como por ejemplo un posgrado en Logopedia, lo que implicaría la formación de nuevos doctores. También aludió al compromiso de proyección social de su centro, y apuntó posibles acciones relacionadas con el cambio climático y con los derechos humanos.
Por su parte, el rector del centro académico, Francisco García, agradeció el paso adelante dado por el nuevo equipo para contribuir a la mejora de la universidad, así como el trabajo desempeñado por el quipo saliente. A lo dicho por el decano el rector sumó también la imperiosa necesidad de contar con mayor cupo de acceso a los posgrados habilitantes que imparte la facultad, y sin los cuales no está permitido en el ejercicio profesional en determinadas áreas. “No puede ser que una universidad pública no ofrezca esta posibilidad en condiciones para que todo aquél que esté interesado o interesada pueda cursar ese máster”, lo cual queda sujeto, nuevamente, a la necesidad de contar con más profesorado.