El rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García, ha firmado recientemente con los representantes sindicales el documento que fija la Oferta Pública de Empleo (OPE) de 2023, que se eleva a 102 plazas, 10 de ellas de promoción interna. Todas las partes valoraron este esfuerzo, que lleva al límite las posibilidades de la institución teniendo en cuenta las limitaciones de la tasa de reposición, en medio de un contexto de mucha incertidumbre, sin contrato programa, con nuevos cambios ministeriales y ante una nueva ley orgánica que requerirá un gran desarrollo aún pendiente.
La OPE supone pues la convocatoria de 30 plazas de titulares de universidad, 5 de titulares de universidad I3/R3, 46 de profesorado permanente laboral y 11 de profesorado permanente laboral I3, además de la promoción de 10 plazas de catedrático de universidad.
Así, el documento acuerda como criterios ya validados la cobertura de todo el profesorado que haya sido acreditado a los cuerpos docentes universitarios hasta el 21 de noviembre, así como la reserva del 15% para el programa de excelencia Ramón y Cajal y otros similares, dentro del acuerdo de estabilización de investigadores.
También se ha acordado la convocatoria de 20 plazas de profesorado permanente laboral para cubrir a todo el profesorado ayudante doctor acreditado a contratado doctor que haya cumplido los tres años de contrato en 2023, así como 26 plazas de profesorado permanente laboral que se distribuirán de la siguiente manera: 20 en función de la estabilización de investigadores según lo previsto por Consejo de Gobierno, las necesidades docentes del área de conocimiento, al fecha de acreditación y la de solicitud del departamento; y 6 plazas vinculadas al Servicio Canario de Salud en función de las necesidades docentes.
Igualmente se ha cerrado el cumplimiento con la reserva para personas con discapacidad que, según la norma, se fija en un mínimo del 7% de manera que al menos el 2% sea cubierto por personas que acrediten discapacidad intelectual y el resto de las plazas ofertadas sea para personas que señalen cualquier otro tipo de discapacidad.
Todos los representantes sindicales valoraron esta OPE, que, aunque no cubre todas las necesidades, supone un avance dentro de un compromiso mayor, dijeron, para la mejora de la institución. También se valoró el talante de la negociación y el esfuerzo que ha realizado la propia institución, señaló el presidente de la Junta de Personal Docente e Investigación, Luis Cabrera, ya que la oferta podía haberse limitado a 50 o 60 plazas y sin embargo ha llegado hasta el máximo permitido, con un 120%. En su opinión, esta convocatoria permitirá la estabilización y promoción del profesorado y se ampliará a plazas de libre disposición para áreas deficitarias en los próximos años.
Además, el acuerdo establece las pautas del sistema de contratación para siguientes cursos académicos, liberando recursos para contratar más profesores ayudantes doctores, con la garantía, dijo, de que no se queda nadie en la calle, como sí ha sucedido en otras universidades.
En el mismo sentido se manifestó el presidente del Comité de Empresa del PDI Laboral, Fernando Rivera, quien valoró además la transparencia en la negociación y la información actualizada recibida en todo momento por parte del vicerrector de Personal Docente e Investigador, Alfonso Ruiz Rallo, en medio de un escenario tan cambiante en el que se combinan las antiguas figuras contractuales con las nuevas promulgadas por la LOSU.
Por su parte, el vicerrector apuntó que en este curso académico la universidad ha alcanzado el número máximo de jubilaciones de su profesorado, y que ese tope comenzará ahora a descender gradualmente. “Esperemos que con los cambios de la LOSU la retención de talento sea más sencilla. Con todo, señaló, hubiese sido imposible llegar a este acuerdo si no hubiese habido sintonía con los representantes sindicales, algo que agradeció especialmente.
El rector, Francisco García, cerró el acto apuntando al momento de “incertidumbre radical” en el que estamos instalados desde el punto de vista político y económico. En este contexto puso en valor el talante positivo demostrado en la negociación, imprescindible en estas circunstancias. El acuerdo es fruto de un trabajo constructivo, apuntó, para una universidad que ha de enfrentarse a retos mayúsculos que pasan por contar a medio plazo con un contrato-programa para poder asegurar un escenario de mayor tranquilidad.
Frente a todo ello, prosiguió el rector, se ha dado un concepto clave a su juicio: unidad. “Por nosotros no va a quedar”, adelantó, en el sentido de que en toda oferta de plazas intentarán alcanzar el máximo posible con el objetivo de estabilizar al profesorado, contar con unas relaciones laborales dignas y reforzar a su vez la captación de talento joven que se incorpore a la plantilla docente e investigadora de la Universidad de La Laguna.