La Universidad de Madeira acogió recientemente una jornada de presentación de resultados preliminares del proyecto “Evaluación del impacto de microplásticos y contaminantes emergentes en las costas de la Macaronesia”, dentro de la convocatoria Interreg-MAC y que lidera la Universidad de La Laguna a través del grupo de investigación en Química Analítica Aplicada, coordinado por el catedrático de Química Analítica Javier Hernández-Borges.
El acto fue presidido por el secretario regional de Mar y Pesca de Madeira, Teófilo Cuna, al que le acompañaron en la mesa la directora regional del Mar de Madeira, Mafalda Freitas, y el coordinador de la Agencia Nacional para el Desarrollo de la Investigación, la Tecnología y la Innovación, Joao Canning Clode, y el propio Javier Hernández Borges, en representación de todo el equipo del proyecto. Tras una breve contextualización del problema de la contaminación por microplásticos, diferentes miembros del equipo fueron presentando los resultados de cada uno de los archipiélagos, finalizando con una breve exposición de las numerosas actividades de difusión y de divulgación llevadas a cabo.
El proyecto, que ha sido financiado con algo más de 1.340.000 euros provenientes de fondos FEDER y que finalizará el próximo mes de septiembre, ha pretendido crear un observatorio que genere datos cuantitativos y cualitativos del impacto que tienen los microplásticos y diferentes contaminantes en las playas de los archipiélagos de Canarias, Cabo Verde, Madeira y Azores.
Para ello ha desarrollado un programa de monitorización y diferentes contaminantes en microplásticos, arenas y aguas de 46 playas de los cuatro archipiélagos, programa que hasta la fecha ha incluido la realización de más de 400 muestreos y de casi 4.000 muestras analizadas, y que está poniendo de manifiesto el grado de contaminación existente por este material y su evolución en todos los archipiélagos de la Macaronesia.
El proyecto también ha pretendido estudiar la incidencia de microplásticos en diferentes especies de peces y de su efecto en las cadenas tróficas y en los ecosistemas. De hecho, hasta la fecha han analizado cerca de 800 ejemplares.
Estos objetivos se han distribuido entre las seis entidades que participan en el proyecto: la Universidad de La Laguna, como jefe de fila, y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la Agencia Nacional para el Desarrollo de la Investigación, la Tecnología y la Innovación de Madeira; la Secretaría Regional de Mar y Pescas de Madeira; la Dirección Regional de Asuntos del Mar de Azores y la Universidad de Cabo Verde, como entidades asociadas.
El proyecto también ha contemplado contribuir a la mejora del conocimiento público en materia de contaminación por plásticos, incluyendo la sensibilización de la población, por lo que se han llevado a cabo importantes acciones de divulgación, formación y educación ambiental sobre los espacios marinos de los cuatro archipiélagos. Además, ha dado lugar a catorce publicaciones científicas, aunque se espera que el número sea todavía mayor.
Resultados
Entre los resultados más relevantes presentados destacan la identificación y confirmación de ciertos hot spots o puntos calientes de llegada masiva de microplásticos (este es el caso de Playa Grande en Tenerife o de Arenas Blancas en El Hierro), sin presencia en el archipiélago de Madeira, que cuenta con las concentraciones más bajas de toda la Macaronesia, destacando la presencia de foams de color blanco (pequeñas bolas de poliestireno expandido) como rasgo más distintivo del resto de islas.
En general, todos los archipiélagos presentan patrones de llegada de microplásticos similares: fragmentos y pellets (granzas de preproducción, materia prima de la fabricación de plásticos) de color blanco, amarillo y negro (en su mayoría) de polietileno y polipropileno (los plásticos más producidos a nivel mundial, que tienen una baja densidad y flotan en el océano).
Respecto a la presencia de microplásticos en estómagos de peces, más de la mitad de los peces analizados contaban con microfibras (en su mayoría azules y negras) en sus estómagos, provenientes mayoritariamente del lavado o desgaste de tejidos, si bien también abundaban en algún caso hilos de pesca como fragmentos minoritarios, a excepción de las muestras de Azores. No obstante, todavía es necesario determinar su composición para establecer el tipo de polímero que lo compone.
Por último, el proyecto también ha determinado diversos contaminantes emergentes que se han adsorbido sobre la superficie de los microplásticos durante su permanencia en el medio marino. Se trata de 12 filtros ultravioleta, donde se han encontrado mayores concentraciones de octocrileno en más del 50% de las muestras, 13 hormonas, con mayor concentración de norgestrel (en un 37% de las muestras), una hormona anticonceptiva y 10 fármacos, entre los que destaca la carbamazepina (en un 32%), un fármaco anticonvulsivo.