Los rectores de las dos universidades canarias, Francisco García por la Universidad de La Laguna, y Lluís Serra por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, se han reunido hoy 23 de octubre con el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), Agoney Melián, para conocer las necesidades de este colectivo y apoyar desde la academia la capacidad de emprendimiento de los jóvenes empresarios y empresarias de las islas.
Se trata de un colectivo que acoge a los responsables de empresas con menos de 41 años. El propio Melián relató que el emprendimiento se plantea después de dos o tres experiencias laboral previa por cuenta ajena, lo que hace que se trate de profesionales que, al menos, tienen ya 30 años. Por este motivo se ha decidido que la asociación represente al colectivo hasta los 41.
Con todo, la figura del joven empresario o empresaria no está debidamente regulada ni identificada en la normativa regional, lo que supone a juicio de Melián un vacío legal considerable que los invisibiliza y los desprotege. Con un tejido empresarial muy enfocado al sector turístico, el representante agregó que están elaborando una propuesta de texto legal para que se reconozca su perfil y se le dote de las herramientas adecuadas.
De izquierda a derecha, Agoney Melián, los rectores Lluís Serra y Francisco García, y Pablo Martín, técnico de la asociación.
La reunión mantenida hoy en el Rectorado de la Universidad de La Laguna pretende incidir en la creación de redes de colaboración efectivas, motivo por el cual los rectores se ofrecieron a revisar el proyecto de norma, tanto desde el punto de vista formal como desde su contenido, para añadir las mejoras y propuestas que se consideren pertinentes.
Los rectores sostuvieron en que están muy volcados en dinamizar los campus universitarios, contando con la presencia de empresas, y que los estudiantes tengan experiencias en el ámbito laboral, conozcan de cerca posibles nichos de mercado y contacten con profesionales de su rama.
Por su parte, el representante de AJE se mostró partidario de un modelo económico humanizado, que permita que cualquier joven con una idea de negocio pueda desarrollarla, en un entorno que lo proteja y que permita su crecimiento. Se trataría pues con esta iniciativa de crear una figura normativa que estuviera respaldada jurídicamente y pudiera optar a subvenciones específicas y a incentivos fiscales, al tiempo que se fomente la internacionalización de su proyecto.
