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Los trabajos arqueológicos de la ULL en Mongolia aportan nuevos datos sobre el pasado del pastoreo nómada

viernes 07 de julio de 2023 - 10:36 GMT+0000

Durante los meses de mayo y junio, un equipo de arqueólogos dirigido por la investigadora Natalia Égüez Gordon, de la Universidad de La Laguna, ha realizado nuevos trabajos de excavación y exploración en la región de Züünkhangai (provincia de Uvs, noroeste de Mongolia).

El objetivo de la campaña arqueológica de 2023 ha sido múltiple. Por un lado, se ha excavado el yacimiento ZK513, un campamento seminómada de uso invernal que presenta una ocupación continua durante los últimos 4.000 años y que sigue en uso hoy en día por los pastores locales. Por otro, se han excavado nuevos campamentos arqueológicos y monumentos de carácter ritual documentados durante los trabajos de exploración realizados en 2022 y que se remontan a la Edad del Bronce (2.600-1.700 BCE).

Natalia Égüez trabajando con muestras del yacimiento ZK513 en el laboratorio de campaña montado dentro de un ger o tienda mongola tradicional.

Égüez explica que el yacimiento ZK513 es único en toda la estepa asiática, ya que presenta una continuidad estratigráfica documentada hasta la Edad del Bronce y que probablemente llegue hasta la fase de transición con el Neolítico, un período cronológico muy poco conocido en Mongolia. El conjunto arqueológico fue documentado por primera vez en 2018, prosigue la investigadora de la Universidad de La Laguna, y enseguida captó la atención de los científicos por la elevada concentración de fragmentos cerámicos, restos óseos, líticos y botánicos recuperados en excelente estado de conservación, tal y como recoge un primer trabajo sobre el yacimiento que fue publicado en 2022 en la revista Archaeological Research in Asia.

En la campaña de este año se ha ampliado la zona de excavación con la apertura de dos nuevos espacios que han permitido correlacionar espacialmente el uso continuado del yacimiento. Se han recuperado abundantes restos arqueozoológicos, arqueobotánicos y fragmentos de cerámica. Además, el equipo ha excavado hasta cuatro estructuras de combustión bien delimitadas con abundantes carbones. Uno de estos hogares, de carácter doméstico, contenía un nivel inferior con restos de excremento ovicaprino en muy buen estado de preservación. Los carbones, semillas y otros restos vegetales contenidos en el sedimento de estos hogares se han recuperado mediante la técnica de flotación de sedimentos y se enviarán a analizar al laboratorio BioGeoPal del IMF-CSIC (Barcelona).

La excavación se ha completado con la recogida de bloques intactos de suelos y sedimento para su análisis micromorfológico y el muestreo de restos de excremento animal, sedimento y fragmentos cerámicos para el análisis lipídico e isotópico. Estos análisis se llevarán a cabo en los próximos meses el AMBI Lab, el Laboratorio de Micromorfología y Biomarcadores Arqueológicos de la Universidad de La Laguna, Mediante estos análisis, los investigadores obtienen marcadores muy precisos para entender los procesos de formación y abandono del yacimiento y conocer la composición de los animales presentes en la cabaña ganadera, cuál era su dieta y su entorno y cómo se alimentaban a su vez los pastores durante milenios.

Los análisis de lípidos e isótopos en sedimentos y fragmentos cerámicos se complementan con el estudio de una nueva secuencia paleoambiental que permitirá obtener una visión más detallada sobre el dinamismo de la cobertura vegetal local a lo largo del tiempo. Estos datos, a su vez, se compararán con los resultados obtenidos en otros yacimientos de la vecina provincia de Khövsgöl, donde Égüez colabora como investigadora especialista con un equipo de la Universidad de Michigan (EEUU).

En paralelo a la excavación principal, parte del equipo excavó una serie de sondeos en otro yacimiento de carácter doméstico que presentaba abundante material arqueológico en superficie y que fue documentado durante la campaña del año anterior. Los sondeos han confirmado la presencia de nuevos campamentos pastoriles ocupados continuamente desde la Edad del Bronce en Züünkhangai. Los trabajos de exploración del territorio se han complementado con el uso intensivo de drones y la documentación automatizada de estructuras y suelos arqueológicos en 3D con sensores.

Arnau Carbonell, investigador predoctoral en el ICAC (Tarragona) y Pablo Suárez, estudiante del Grado de Historia de la ULL, excavan uno de los espacios domésticos con estructuras de combustión.

Esta herramienta permite ahorrar un tiempo considerable en el campo, añade Égüez, a la vez que se obtiene una digitalización fidedigna y georeferenciada de los estratos de la excavación, los objetos e incluso estructuras de considerable envergadura para su rápida inclusión en inventarios y catálogos patrimoniales.

La campaña de este año forma parte del proyecto ‘Arqueología del pastoralismo nómada en Mongolia Occidental’, dirigido por Égüez y financiado por el Ministerio de Cultura y Deportes y la Fundación Palarq. Natalia Égüez es investigadora Marie Skłodowska-Curie Global, miembro del Departamento de Geografía e Historia y del Laboratorio en Micromorfología y Biomarcadores Arqueológicos del Instituto Universitario de Bio-Orgánica de la Universidad de La Laguna. El equipo está formado por investigadores y estudiantes de la Universidad de La Laguna, el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (Tarragona) y la Institución Milá y Fontanals del CSIC (Barcelona). Esta iniciativa, a su vez, se enmarca dentro del proyecto internacional ‘Western Mongolia Archaeological Project’ en colaboración con el Museo Nacional de Mongolia, la Universidad de Western Kentucky (EEUU) y la Universidad de Oulu (Finlandia).


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