El consultor en Estrategia, Innovación y Emprendimiento Corporativo Xavier Marcet ha sido el ponente invitado al acto de renovación de la Cátedra Cajasiete de Big Data, Open Data y Blockchain de la Universidad de La Laguna, celebrado hoy, martes 12 de septiembre en el Aula Magna Blas Cabrera de la Facultad de Ciencias. En opinión del experto, “se ha exagerado y banalizado la innovación como si fuera algo fácil” cuando, de hecho, es muy complejo porque lo que busca es que las empresas puedan diferenciarse, requiere un compromiso total de toda la organización y un liderazgo empático, “porque es más importante influir que mandar”.
Antes de esta intervención, el acto fue inaugurado por el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García; el presidente de Cajasiete, Fernando Berge; y el director académico de la cátedra, el profesor de Departamento de Ingeniería Informática y de Sistemas José Luis Roda.
El rector alabó la productividad de la cátedra “no solo por cantidad sino por la calidad” de las actividades de formación, divulgación, formación e investigación desarrolladas el curso pasado, así como las contenidas en el plan de trabajo del nuevo periodo que ahora comienza. “Las cátedras institucionales y de empresa son un soplo de aire fresco para la universidad, desde que lo pusimos en marcha en 2015 el programa no ha parado de crecer, son ya más de veinte y es un indicador de lo bien que sientan a la institución”. También agradeció a Cajasiete su compromiso, que lo convierten en un “socio estratégico” para el centro académico.
El director de la entidad financiera señaló la importancia de renovar su apoyo a esta cátedra porque tiene una aplicación directa, en gran medida gracias a que su actividad está logrando una participación importante de las principales empresas y profesionales de Canarias. Por ello, abogó por su continuidad para ayudar a la competitividad de las empresas canarias y, por extensión, mejorar la sociedad.
Tras el acto de apertura, el director académico, José Luis Roda, y el subdirector de la cátedra, Carlos Alberto González, director de Estrategia, Datos y Sostenibilidad de Cajasiete, presentaron la memoria de actividades del curso pasado y el plan de trabajo para el año académico que comienza ahora, el cual tiene dos grandes proyectos: la segunda edición del Mapa BOB Canarias, una macroencuesta que permite conocer pormenorizadamente el grado de digitalización de las empresas e instituciones canarias, en cuya primera edición participaron más de 300 organizaciones; y la puesta en marcha del Máster de Formación Permanente en Gestión Digital de Empresas, cuya directora, Judit Mendoza, se encargó de presentarlo.
Innovación y riesgo
La ponencia de Xavier Marcet resaltó la importancia de la innovación en las organizaciones, pues es el elemento que les va a permitir diferenciarse y posicionarse mejor de cara a su clientela. Se trata de una actividad compleja porque consiste en “traer el futuro a la agenda del presente”, algo con muy difícil encaje en el día a día de un personal directivo que suele estar ahogado en reuniones. Además, la innovación requiere arriesgarse, si bien el ponente matizó que hay que hacerlo da manera calculada y razonada. Aun así, en su opinión “lo que no es inteligente es no arriesgar”. También señaló que es una actividad que requiere pasión.
Marcet repasó cómo ha evolucionado la gestión empresarial desde principios del siglo pasado con figuras como Henry Ford. Un primer estadio fue el de centrase en la eficiencia y la productividad, y el segundo, en la década de los 60, puso el foco en la planificación estratégica, en un momento en el cual la demanda superaba a la oferta. En cambio, cuando oferta y demanda se equilibraron, surgió el tercer periodo, marcado por el marketing, pues el reto era servir a una clientela que poseía numerosas opciones en el mercado entre las que elegir. Finalmente, por influencia de la industria japonesa, la siguiente fase, en la que se está en estos momentos, es la de la calidad de gestión.
Capacidad para aprender
En opinión de Marcet, pronto se va a entrar en una nueva fase de la gestión empresarial cuyo signo distintivo será la capacidad de las personas para aprender. En un contexto en el que pronto se llegará a inteligencias artificiales que serán capaces de desarrollar aprendizajes autónomos, los seres humanos deben estar a la par para poder controlar la situación. “Cuando las personas piensan, la tecnología empodera; si no piensan, la tecnología mimetiza, conduce al mismo sitio”.
En ese punto, sostuvo que innovar y aprender son actividades radicalmente humanas, y seguidamente recordó varias condiciones necesarias para poder innovar, muchas de ellas relacionadas con el aprendizaje: hay que pensar más que mimetizar, para discernir qué necesita el mercado; observar más que preguntar, especialmente las circunstancias de los clientes; y concretar nuevas oportunidades, lo cual requiere “perseverar más que deslumbrar”.
En su opinión, la innovación reside más en la mirada que en la tecnología: hay avances tecnológicos asombrosos, pero hay que saber para qué va a servirles a los clientes. “Puedes ir diez pasos por delante en el futuro, te considerarán un pionero, pero no le serás útil a tus clientes”. Por ello, reflexionó que la innovación no reside tanto en anticiparse mucho al porvenir, sino en estar atento al “medio paso”, es decir, el espacio entre el presente y esa idea disruptiva. Como ejemplo, recordó que a principios de siglo aconsejó a una gran empresa hacer venta de ropa online. La historia ha demostrado que era una idea de futuro, pero fracasó porque en aquella época el público aún temía pagar con tarjeta de crédito en Internet: la idea, pues, no había sabido solventar los desafíos de ese “paso medio”.