El Servicio de Biblioteca de la Universidad de La Laguna lleva varios meses trabajando para abrir dos espacios de igualdad en sus instalaciones, con el fin de poner a disposición de la comunidad universitaria bibliografía sobre género y visibilizar la aportación femenina en diferentes áreas de conocimiento. El primero de ellos, ubicado en la Facultad de Educación, ha sido inaugurado hoy, lunes 27 de febrero, con la impartición una conferencia del historiador José Farrujia, quien expuso los resultados de un proyecto de investigación sobre cómo los libros de texto de Primaria y Secundaria han abordado los contenidos canarios y de género, cuyos resultados arrojan una notable infrarrepresentación de ambos.
Previamente hubo un acto formal de inauguración, con presencia de la rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar; la decana de la Facultad de Educación, Esperanza Ceballos; la subdirectora del Servicio de Biblioteca, Carmen Julia Hernández; y la jefa de Servicio de Ordenación e Innovación Educativa de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, Marisa Calcines Piñero.
La rectora reivindicó la necesidad de la igualdad entre honres y mujeres como un activo para el avance científico, pues afrontar los retos a los que se enfrenta la humanidad requiere creatividad, y ésta aflora especialmente en entornos heterogéneos. También se refirió a los retos institucionales que, según el diagnóstico elaborado durante la redacción de su 2º Plan de Igualdad, afronta la universidad: la conciliación familiar, la visibilización de modelos femeninos que sirvan como referente y el lenguaje inclusivo. Y estos nuevos espacios pueden contribuir a afrontar esos tres retos.
La subdirectora del Servicio de Biblioteca explicó que el segundo de estos espacios de igualdad, ubicado en la Biblioteca General y de Humanidades del Campus de Guajara, será inaugurado el próximo 8 de marzo. Estos espacios no solo dispondrán de bibliografía específica sobre estudios de género y la obra de mujeres investigadoras, sino que acogerá actos culturales de diverso tipo, por lo que se ofrece a todas aquellas asociaciones e instituciones interesadas en albergar alguno de sus actos en esta localización.
Hernández también explicó que, con el fin de resaltar el valor de las mujeres en los diferentes ámbitos de conocimiento, en esos dos lugares habrá sendos murales con retratos de investigadoras inspiradoras en cada ámbito de especialidad. Así, en este espacio de la Facultad de Educación se reconoce las aportaciones a la pedagogía de mujeres como Hilda Taba, María de Maeztu, María Tella Artemisia Montessori o María Rosa Alonso, entre otras. Señaló que en el resto de bibliotecas de la institución se colocarán roll ups similares, destacando así la aportación femenina en las áreas de especialidad de cada facultad y escuela.
La decana de Educación mostró su satisfacción por la apertura de este espacio en su centro, habida cuenta de que considera que su equipo decanal es “feminista” y que, además, la nueva infraestructura es coherente con la política de reivindicación femenina del propio centro, con medidas como poner a las aulas nombres de figuras de renombre en el ámbito educativo, la mitad de ellas masculinas y la otra mitad, femeninas.
La conferencia de José Farrujia, que es también uno de los vicedecanos de la Facultad de Educación, presentó los resultados de un proyecto de investigación que abordó cuantitativa y cualitativamente los contenidos sobre patrimonio cultural, género e identidad canaria en los libros de texto publicados en la comunidad autónoma. Apuntó que, si bien legalmente habría que alcanzar un 35% de contenidos canarios, lo cierto es que, tras analizar los ejemplares de los manuales de diferentes editoriales, no se llegaba al 14% de media en Primaria y aún menos en Secundaria, con libros con solo un 3,3% de contenidos canarios.
Además, el estudio demuestra que esos escasos contenidos tienen un claro sesgo a seguir proponiendo una visión androcéntrica de la historia. Así, por ejemplo, cuando se habla del atuendo de los aborígenes siempre se pone como ejemplo el dibujo de un hombre, y cuando se explican las figuras e ídolos, se recurre al término “antropomórfico” cuando son claramente figuras femeninas. Farrujia también criticó que en muchas escenas se ilustra a la mujer dentro del hogar/cueva mientras los hombres desarrollan tareas productivas, a pesar de que no hay evidencias científicas de que el reparto de tares fuera ese.
Por ello, fruto de esta investigación, el equipo coordinado por Farrujia presentó recientemente “Memorias guanches”, un libro que propone contenidos educativos sobre el pasado aborigen utilizando las historias de nueve hombres y nueve mujeres, para ofrecer así una visión más integral y, sobre todo, basada en datos científicos actualizados.