La catedrática de Política Económica de la Universidad Complutense de Madrid María del Pilar Grau Carles ha sido la ponente inaugural de las XVI Jornadas Internacionales de Política Económica que, organizadas por la Universidad de La Laguna, han sido inauguradas hoy, jueves 25 de mayo, en el antiguo convento de Santo Domingo. En su intervención, abogó por que la economía se abra a otras disciplinas pues, a su juicio, solamente desde un abordaje multidisciplinar es posible afrontar un factor tan relevante para la política económica como es la incertidumbre.
El encuentro fue inaugurado por el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García, quien al ser él mismo economista, se mostró emocionado al ver en la sala a algunos “maestros” de su disciplina. Sobre las jornadas en sí, que se centran en la incertidumbre económica, reflexionó que se adaptan perfectamente en un momento en el cual, más que de época de cambio, hay que hablar de cambio de época, llena de retos y situaciones hasta ahora nunca experimentadas. “Ya se habla en la vida cotidiana de términos económicos como ‘prima de riesgo’ o ‘inflación’, lo cual es indicador de la relevancia que ha cobrado la ciencia económica y la importancia de divulgarla”.
El consejero insular de Desarrollo sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, Javier Rodríguez, explicó que la vulnerabilidad de Canarias pasa por su exceso de dependencia del exterior a través de las importaciones y por la delicada gestión de los residuos y los recursos críticos como el agua. Durante esta legislatura se ha trabajado para cambiar las tendencias en ese sentido y, para ello, señaló que la Universidad de La Laguna ha sido una socia fundamental con la cual considera que se debería mantener la relación institucional, independientemente de cuáles san los próximos resultados electorales.
El director técnico de Foro Económico y Social del Ayuntamiento de La Laguna, Jordi Bercedo Toledo, reivindicó la profesión de los economistas en una época caracterizada por los nuevos retos en ámbitos como la población y el medio ambiente. “El próximo domingo hay elecciones para elegir a los representantes públicos que adoptarán las medidas políticas. Es importante que cuenten con técnicos especializados y los economistas somos más importantes que nunca” para ofrecer información e investigación que ayuda a esa toma de decisiones.
El decano de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo, José Adrián García Rojas, inició su intervención recordando la figura del catedrático José Luis Moreno Becerra, que dejó en la institución académica tinerfeña una escuela de discípulos que han continuado la senda de sus trabajos sobre política económica. Valoró que jornadas como esta, además de para compartir conocimientos de perfil técnico y académico, también son un punto de encuentro para tratar en persona con colegas de la misma disciplina.
Finalmente, la coordinadora del comité organizador de las jornadas, la profesora del Departamento de Economía Aplicada y Métodos Cuantitativos Rocío Peña repasó el programa de este evento académico diseñado como foro para reflexionar sobre decisiones de política económica en momentos de incertidumbre. Destacó las dos ponencias principales, las dos mesas redondas y las sesiones paralelas que analizan las diversas políticas instrumentales y sectoriales, así como los nuevos objetivos que surgen a medida que el variable contexto internacional va cambiando.
Multidisciplinariedad e incertidumbre
La catedrática María del Pilar Grau Carles comenzó su ponencia citando a Marie Curie: “Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido. Ahora es el momento de comprender más para temer menos”. Este enunciado le dio pie para reflexionar que la incertidumbre se ha convertido en un constante en la vida, y la política económica no ha escapado a ella, pues afecta a la planificación y desarrollo de los resultados esperados.
Grau Carles citó a teóricos como Keynes y Knight para establecer la distinción entre “riesgo” e “incertidumbre”. En líneas generales, explicó que el primer concepto puede describirse de manera probabilística, pero no así las incertidumbres, la cuales, además, son omnipresentes en el mundo de las finanzas. Más coloquialmente, matizó que “riesgo” siempre posee una connotación negativa: “Nadie dice que corre el riesgo de que le toque la lotería”. Otro fundamento teórico en el que basó su ponencia fue la paradoja de Elisberg, formulada en 1961, según la cual la aversión a la incertidumbre y la tendencia a buscar seguridad de las personas les puede llevar a perder oportunidades.
Dadas las dificultades para parametrizar y, por tanto, abordar la incertidumbre, la experta consideró que una estrategia útil podrá ser combinar la ciencia económica con otras disciplinas, algo a lo que los propios economistas son remisos porque, por un lado, su tradición neoclásica los lleva a estar muy centrados en lo cuantitativo y, por otro, la ultra especialización complejiza en ocasiones posibles relaciones con otros saberes.
Pese a ello, la catedrática expuso ejemplos de conocimientos que podría ser enriquecedor combinar con la economía para abordar la incertidumbre en la política económica. La ciencia política permitiría comprender mejor las tomas de decisiones institucionales sobre economía. La psicología puede detectar sesgos cognitivos y actitudes individuales que afectan a las decisiones en tiempos de incertidumbre, pues está demostrado que los humanos muchas veces se alejan de la racionalidad en esos momentos.
Por su parte, la sociología permite comprender los factores sociales y las dinámicas de grupo que pueden intervenir en las medidas económicas. Los estudios ambientales son esenciales para evaluar los impactos económicos a largo plazo de la incertidumbre climática. La ciencia de datos ha abierto numerosas oportunidades para detectar patrones y generar modelos más fundamentados. Y la historia permite analizar qué impacto potencial podría tener determinada decisión de política económica evaluando medidas similares del pasado.
Para la ponente, desarrollar un enfoque multidisciplinar de la economía implica superar desafíos como la falta de un lenguaje común entre materias, la existencia de metodologías dispares y las propias resistencias mentales de los investigadores. Sin embargo, estima que es un enfoque lleno de oportunidades porque favorece la aparición de nuevas perspectivas para enfocar la incertidumbre y favorece la integración de la complejidad, la innovación y la aplicabilidad de los conocimientos.