Investigadores del Área de Paleontología de la Universidad de La Laguna y la Universidade Nova de Lisboa (Portugal) han comenzado recientemente el primer estudio centrado en la evolución de la musaraña canaria a partir de los restos fósiles hallados en varios yacimientos radicados en el archipiélago. El objetivo es determinar si este micromamífero endémico, actualmente en estado vulnerable, ha sufrido algún tipo de transformación a lo largo del tiempo, un aspecto novedoso que no se ha estudiado hasta ahora.
La investigación permitirá conocer cómo era la musaraña canaria antes y después de la llegada del ser humano, además de determinar el impacto que ha podido sufrir su morfología al competir por el mismo alimento con otras especies de parecido tamaño, como los ratones, indican las doctoras del Área de Paleontología de la Universidad de La Laguna, Carolina Castillo Ruiz y Penélope Cruzado Caballero.
En el impulso a este estudio pionero, la institución académica tinerfeña cuenta con la colaboración de Vicente Crespo Roures, investigador de la Universidade Nova de Lisboa. Experto en la evolución de micromamíferos, su labor consistirá en analizar los centenares de ejemplares fósiles encontrados en la Cueva del Llano, un tubo volcánico de más de 800.000 años de antigüedad y un yacimiento único en el mundo, situado en el norte de Fuerteventura.
Según indica Carolina Castillo, la totalidad del material arqueológico encontrado procede de la Cueva del Llano. “En la parte superior hay un yacimiento de origen escatológico que se produjo por la acumulación de rapaces nocturnas, en el que hay musarañas, Crocidura canariensis, y ejemplares de un ratón endémico ya extinto, el Malpaisomys insularis. Aunque no se han encontrado restos directos de seres humanos, se hallaron ratones, Mus muluscus, roedores comensales asociados al humano”.
El primer estudio con todas las especies encontradas en la isla de Fuerteventura determinó cómo se había formado esa gran acumulación de huesos, estratos en los que apenas había sedimentos. “Una vez contados todos los huesos, se confeccionó un patrón de alimentación de rapaces diurnas y nocturnas, y se comprobó que la composición de huesos hallada era similar a la de la lechuza porque probablemente ahí hubo un posadero de estas rapaces” explican las expertas de la Universidad de La Laguna.
Estudio de los dientes
Esclarecer si la entrada de fauna nueva en las islas afectó a la forma en la que se desarrolló este pequeño mamífero insectívoro es posible si se parte del estudio de los dientes, el resto más abundante y duro que suele mostrar de forma explícita la filogenia, las dietas y la forma de vida y que, además, “posibilita la obtención de información completa y valiosa, sobre todo en lo que respecta a los mamíferos”, tal y como apunta el especialista de la universidad portuguesa. “Es muy difícil poder asignar los pequeños huesos a cada animal, salvo con los dientes, que se identifican fácilmente”.
Aunque de momento es pronto para sacar ningún tipo de conclusión, Vicente Crespo considera que, si se parte de la base de que en las islas carentes de predadores los micromamíferos se hicieron más grandes, la musaraña canaria “no parece haber experimentado gigantismo, y podría ser más pequeña debido a la competencia que entraña la entrada del ratón común, el gato u otros depredadores asociados a los seres humanos”.
El comienzo de esta investigación ha sido posible gracias a la estancia de dos semanas que Crespo ha realizado en la Universidad de La Laguna, en el marco del programa de ayudas a profesores invitados dirigido al personal investigador que financia el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia. Durante estos días, el especialista en micromamíferos pudo comenzar a revisar, fotografiar y analizar cada uno de los fósiles catalogados para determinar si ha habido cambios notables de tamaño o forma, y poder cotejarlos desde distintos niveles.
El estudio evolutivo sobre la Crocidura canariensis, que ha tomado como base la investigación llevada a cabo en un trabajo fin de grado de la Universidad de La Lguna elaborado en 2021, ha comenzado con el análisis de parte de los ejemplares de la Cueva del Llano, aunque el objetivo es ampliarlo a la totalidad de los fósiles encontrados en ese yacimiento. “La investigación inicial de una de nuestras alumnas sirvió para sentar las primeras bases del proyecto y seguir trabajando con el fin de hacerlo de una manera mucho más profunda, ya que no se pudo analizar todo el material debido a su volumen”, explica Penélope Cruzado.
Las investigadoras de la Universidad de La Laguna resaltan que en estos momentos se está en el proceso de consecución de financiación para sufragar el proyecto y a la espera de poder entablar un convenio de colaboración con la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias. Para ambas expertas, la puesta en marcha de estudios como este supone “la ampliación de nuevos horizontes, dentro del registro fósil de Canarias”.
El Área de Paleontología de la Universidad de La Laguna se centra en el estudio de la fauna fósil actual de Canarias, en la investigación de la paleontología de la conservación y el patrimonio paleontológico, especialidades a las que se ha sumado la investigación en vertebrados terrestres, tras la incorporación de Penélope Cruzado en 2020.
