La Universidad de La Laguna ha sido escenario hoy, 1 de diciembre, del primer foro de municipalidad entre la República Dominicana y las Islas Canarias. Se trata de una reunión promovida por los vicerrectorados de Cultura y Extensión Universitaria y de Internacionalización y Cooperación, en la que se pretende ofrecer a un nutrido grupo de alcaldes del país sudamericano estrategias y nuevas formas de enfocar el trabajo de la administración local hacia la ciudadanía.
Esta cita, promovida por el Consulado General, a manos de Katia Castillo, persigue mostrar a los representantes locales los distintos modos en que la propia universidad ejerce su actividad de extensión universitaria en los municipios y territorios, mostrando buenas prácticas como la Universidad de Verano de Adeje, la actividad de las cátedras institucionales y de empresa, el Programa de Universidad para Mayores o los cursos en municipios e islas.
Un fenómeno meteorológico adverso ha impedido la asistencia de buena parte de la delegación sudamericana, que ha quedado reducida a una decena de representantes de alcaldías. La vicerrectora de Cultura y Extensión Universitaria, Isabel León, fue la encargada de abrir la sesión, explicando que la extensión universitaria supone una ambición de la academia para romper barreras, lograr un aprendizaje significativo a lo largo de la vida, compartir objetivos con otras entidades y extender el conocimiento y la transferencia universitaria a la sociedad. De hecho, sostuvo que la Universidad de La Laguna se siente muy orgullosa de la extensión universitaria que lleva a cabo, “pensando en el bienestar de la sociedad a la que nos debemos”, dijo.
La jornada se abrió con la ponencia de Fernando Fariña, de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, quien centró su intervención sobre la municipalidad y la gobernanza desde la experiencia. El jurista, con más de 30 años en la administración pública, explicó el rol de la municipalidad, qué se espera de los municipios y a qué retos se enfrentan.
Fariña indicó que los municipios tienen que atender de forma distinta, mucho más rápida. “No podemos avanzar si no tenemos una estrategia hacia dónde ir, gestada después de diálogos intensos con los interlocutores”. Por eso, calificó a la administración local “de trinchera”, de respuesta rápida a los usuarios y usuarias. “Y lo cierto es que no hemos generado espacios para reflexionar sobre ello. Somos entidad territorial básica, cauce inmediato para la participación inmediata a los ciudadanos”.
El ponente explicó que su corporación posee una estructura muy jerárquica, que permite el control y la supervisión, pero a su vez es de respuesta lenta. “Esto debe cambiar, porque las expectativas de la gente son inmediatas, y de no ser así tenemos un problema de legitimación como administración local”. Además, añadió, la administración está muy fraccionada, con muchos departamentos de carácter horizontal, lo cual está generando problemas.
Las administraciones locales que están en la vanguardia, hablan de gestión de proyectos, rompiendo la estructura tradicional, de tal manera que el personal funcionario tiene una visión más completa de los retos que debe abordar. Se necesitan agentes facilitadores, dijo, porque existe mucha resistencia al cambio, y es necesario orientarse hacia resultados. “Hace falta pedagogía y fortaleza institucional, además de liderazgo”.
El ponente, que mantuvo un fluido diálogo con los alcaldes dominicanos, recalcó la pertinencia de la estrategia para saber adónde se quiere llegar. “También es importante la gobernanza, saber con quién se puede contar, qué multiplicidad de actores figuran en el escenario”. Fariña añadió que se ha de establecer mecanismos de cooperación en todos los ámbitos, rompiendo parcelas de poder y colaborando con los cabildos.
El jurista se detuvo finalmente en cómo convertir un programa electoral en un mandato de gobierno, para lo cual recomendó trabajar en el modelo organizacional, definiendo objetivos y superando el modelo estanco departamental. Hay que optimizar los recursos y utilizar los medios electrónicos que sean necesarios. En opinión del experto, hay que trabajar en competencias de trabajo y no en fichas con funciones asignadas a cada puesto de trabajo, un asunto, dijo, que ya está superado.