A lo largo de las últimas décadas, la evidencia científica ha demostrado que determinados cambios en la secuencia del ADN, que afectan específicamente a un gen conocido como SERPINA1, están implicados en el desarrollo de ciertas enfermedades respiratorias graves. Sin embargo, su papel en el desarrollo del asma, y especialmente en los episodios de agravamiento de esta enfermedad, aún se encontraba en entredicho. Recientemente, investigadores del grupo Genómica y Salud de la Universidad de La Laguna han publicado en la prestigiosa revista internacional Pulmonology un artículo en colaboración con el Hospital Universitario de Canarias y el Hospital General de la Palma, en el cual se establece por primera vez la asociación entre estos cambios genéticos y los “ataques de asma”.
El asma es una enfermedad respiratoria crónica caracterizada por una inflamación y obstrucción reversible de las vías respiratorias. Sorprendentemente, Canarias presenta una de las mayores prevalencias de Europa y la mayor de todo el territorio español, ya que actualmente se estima que en torno al 17% de los canarios y canarias la padecen. Además del enorme impacto sobre la calidad de vida de los pacientes, el asma genera una gran presión económica sobre los sistemas de salud, debido tanto a los ingresos hospitalarios derivados, como al uso de terapias farmacológicas costosas, visitas a especialistas y atención de urgencia.
Aunque normalmente sus síntomas pueden controlarse mediante el tratamiento adecuado, los pacientes asmáticos pueden sufrir brotes episódicos graves, conocidos como exacerbaciones, que aumentan enormemente el riesgo de fallecimiento por asma. Por ello, la prevención de estos “ataques de asma” representa un pilar esencial en el manejo de la enfermedad y, para lograrla, es necesario detectar biomarcadores que identifiquen a aquellos pacientes con alto riesgo de sufrir estas exacerbaciones. De hecho, esta línea de investigación está considerada actualmente como un pilar clave en el campo emergente de la medicina personalizada.
En este artículo científico los investigadores han demostrado que una disminución en la concentración sanguínea de la proteína codificada por el gen SERPINA1, conocida como Alfa-1 antitripsina (AAT), está asociada con un mayor riesgo de sufrir exacerbaciones asmáticas. La proteína AAT es la segunda más abundante en el suero sanguíneo y ejerce su principal función en los pulmones, controlando la degradación del tejido pulmonar durante los procesos inflamatorios. Por ello, no es de extrañar que altos niveles de AAT en la sangre ejerzan un efecto protector sobre el desarrollo exacerbaciones del asma, mientras que niveles reducidos se relacionen con un mayor riesgo de sufrir “ataques de asma”.
Esta relación entre los niveles sanguíneos de AAT y las exacerbaciones del asma ha sido demostrada por primera vez en este trabajo, utilizando una muestra de la población asmática reclutada durante varios años en la isla de La Palma. Además, el equipo investigador ha aportado evidencias de la asociación entre una variante específica del gen SERPINA1, conocida como Pi*Z, con las exacerbaciones del asma. Este cambio genético, ampliamente estudiado durante décadas por la comunidad científica, ha sido relacionado con una gran reducción de la proteína AAT en la sangre, y está considerado como la principal causa del trastorno genético conocido como Déficit de Alfa-1 antitripsina (DAAT).
Notablemente, la variante PI*Z alcanza su frecuencia más alta entre las poblaciones europeas, incluyendo a Canarias, y este estudio ha demostrado su asociación con las exacerbaciones del asma en pacientes asmáticos de La Palma. Además, esta relación ha sido validada en una muestra independiente pacientes con ascendencia canaria, pero no en asmáticos de otras poblaciones españolas, lo que podría estar relacionado con la elevada incidencia de esta enfermedad en las islas.
Las poblaciones canarias presentan una mezcla reciente entre ascendencia norteafricana, europea y subsahariana, con ascendencia variable para cada isla concreta. Aunque no se ha demostrado una relación entre la ascendencia genética y el asma cuando se ha analizado en conjunto a los individuos canarios, hasta la fecha no se habían abordado estudios basados en poblaciones específicas de las islas, tal como se ha realizado en este trabajo. Estos resultados apuntan a la necesidad de tratar a cada isla como una población independiente, teniendo en cuenta sus particularidades genéticas, lo que supone un nuevo caballo de batalla para la comunidad científica.
Este trabajo pone de manifiesto la utilidad de la medicina personalizada para dar solución a los grandes retos en el campo de la sanidad, algo especialmente relevante para la población canaria, teniendo en cuenta sus características genéticas únicas. De hecho, la medicina personalizada ya ha demostrado que ciertos fármacos presentan diferentes niveles de eficacia y seguridad según su prescripción en poblaciones específicas.
En este sentido, en un futuro próximo podría ser muy útil considerar la medida de los niveles de Alfa-1 antitripsina en pacientes asmáticos, algo fácilmente realizable en cualquier laboratorio clínico a partir de un análisis de sangre rutinario, así como caracterizar las variantes genéticas causantes del DAAT en estos pacientes, especialmente cuando existan episodios de exacerbaciones previos en el tiempo. De esta manera, se podría detectar a pacientes portadores de variantes deficitarias para el gen SERPINA1, y llevar un control más exhaustivo del riesgo a padecer nuevas exacerbaciones.
Finalmente, este estudio abre un nuevo debate para la comunidad científica, ya que se plantea la posibilidad de utilizar la única terapia actualmente prescrita para el tratamiento del DAAT severo (conocida como terapia de reemplazo con AAT), como un posible tratamiento potencial para reducir las exacerbaciones graves del asma, especialmente en los pacientes canarios que no responden a otros tratamientos.