Por primera vez, investigadores de las dos universidades públicas canarias podrán realizar análisis biomoleculares a los restos arqueológicos de unos 600 individuos prehispánicos canarios depositados en el Musée de L’Homme de París, gracias a un convenio entre esta institución cultural, las universidades de La Laguna y de Las Palmas de Gran Canaria, y la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Esta iniciativa surge en el contexto del proyecto ERC IsoCan (“Isolation and evolution in oceanic islands: the human colonisation of the Canary Islands”), financiada por la Comisión Europea.
Se trata de restos esqueléticos de casi 600 individuos procedentes de todas las islas canarias, salvo Lanzarote. Estos restos son fundamentalmente cráneos recuperados entre la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX por antropólogos canarios y franceses como Gregorio Chil y Naranjo, Diego Ripoche, René Vernau y Sabin Berthelot.
Esta línea de investigación sobre restos prehispánicos depositados en el museo parisino comenzó en 2021, pero gracias al convenio firmado recientemente con el ejecutivo autonómico, ahora van a poder realizarse estudios más complejos de estos vestigios, analizando el ADN de los restos y utilizando técnicas como la del Carbono 14 y los isótopos estables, que hasta la fecha no se habían podido aplicar.
Según explica Jonathan Santana, del Departamento de Ciencias Históricas y codirector científico del proyecto, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria estará inmersa en el estudio antropológico de los restos para conocer su edad, sexo, enfermedades y evidencias de violencia interpersonal, los análisis de isótopos estables para estudiar los patrones dietéticos de estos individuos y el análisis de carbono 14 para concretar la antigüedad de los restos.
Rosa Fregel, del Área de Genética de la Universidad de La Laguna y codirectora del proyecto, añade que su institución se encargará del estudio de ADN antiguo para explorar las diferencias genéticas entre las poblaciones humanas de las distintas islas, así como de cálculos dentales para aportar más información sobre la dieta de los aborígenes.
Para la investigación de la vida de las poblaciones prehispánicas en Canarias, el acceso a estos restos representa una oportunidad única de conocer aspectos sobre los modos de vida de estas poblaciones, la antigüedad del poblamiento de las Islas Canarias, y los procesos de adaptación y resiliencia a los entornos insulares oceánicos. De hecho, esta muestra permite ampliar significativamente el número de individuos en algunas islas como El Hierro, Fuerteventura y La Palma, que actualmente están infrarrepresentadas en el registro antropológico de las islas.
Cabe destacar que algunos de estos restos, en un muy buen estado de conservación, no han sido objeto de análisis en más de un siglo; por lo tanto, se trata de un hito en los estudios arqueológicos de las islas, que permitirá desarrollar teorías más complejas acerca de cómo los aborígenes canarios vivieron en estas islas, qué desafíos tuvieron y cómo desarrollaron estrategias sociales para sobrevivir aislados tanto tiempo.