Agrofem es el acrónimo del proyecto trasnacional Interreg-MAC ‘Comercialización y puesta en valor de los productos agrícolas de Canarias y Senegal mediante el empoderamiento de las mujeres de las cooperativas de cada región y el intercambio de experiencias’. Hoy han sido presentados los resultados finales de esta iniciativa liderada por la Universidad de La Laguna, en la que ha estado acompañada del Cabildo Insular de Tenerife y de la Universidad Gaston Berger en Saint Louis, Senegal.
Los investigadores implicados en este proyecto ha sido Carmen Marrero y José Manuel Cruz, del Departamento de Filología Clásica, Francesa, Árabe y Románica, y Manuel Antonio González, de Ingeniería Agraria. Esta acción ha servido para empoderar a una cuarentena de mujeres africanas, enseñarles estrategias de comercialización de sus productos y de modernización de su actividad cooperativa.
Con una financiación de 353.000 euros, el proyecto se vio ralentizado a consecuencia de la pandemia, por lo que hubo de extenderse un año más. Así, se llevaron a cabo varias actividades formativas, tanto en las instalaciones de la Sección de Ingeniería Agraria de la propia universidad como en Senegal, potenciando las habilidades comerciales y comunicativas de estas mujeres, que mostraron, en opinión de los investigadores, un enorme interés por mejorar su modo de vida.
Así, trabajaron con tres cooperativas de la zona de Saint-Louis, una dedicada al arroz, otra a las hortalizas y una tercera al procesado de cereales como sorgo, mijo o maíz. Parte de la formación de este colectivo tuvo lugar también en la propia escuela universitaria, como se ha dicho, y no sin serias dificultades para conseguir los visados de viaje y completar todos los trámites burocráticos, explicaron los investigadores.
El proyecto ha tocado su fin con resultados palpables, entre ellos además las estancias de dos doctorandos senegaleses en la Universidad de Laguna y otros dos de este centro académico que se desplazaron a Gaston Berger. Con todo, los investigadores quieren darle continuidad el próximo año para consolidar la red de cooperativas y empresas agrarias y configurar otra de guardianes de semillas con Senegal, y ampliando el radio de acción a Costa de Marfil y Mauritania.
Esto se debe a que, aunque los resultados fueron positivos son del todo insuficientes, reconocen, debido a la alta demanda de las cooperativistas africanas, necesitadas de más herramientas formativas. De todo ello se publicará este año dos trabajos de investigación.
José Manuel Cruz avanza además que las implicadas en este proyecto han alcanzado mayor grado de autonomía en la gestión de las cooperativas. Además, ha habido un encuentro entre agricultoras de Senegal y de Canarias a través de una feria auspiciada por el Cabildo de Tenerife, con experiencias compartidas en comercialización y en cómo anticiparse al cambio climático. El objetivo final es que establezcan conexiones, promocionen mejor sus productos y alcancen mayor clientela.
De la primera formación, en Senegal, se benefició una veintena de agricultoras, mientras que de la segunda, ya en la Universidad de la Laguna, obtuvieron nuevos conocimientos un total de 17. “Estas mujeres han roto todos los estándares, en una sociedad masculinizada y en un sector, el primario, en el que ellas no son protagonistas”, afirma Cruz. “Esta respuesta tan positiva nos hace seguir adelante, porque es un compromiso que trasciende lo meramente académico”.