Este fin de semana un grupo de estudiantes Erasmus de la Universidad de La Laguna ha tenido la oportunidad de realizar un recorrido en bicicleta por el casco histórico de la ciudad universitaria, así como por las zonas más rurales del municipio, gracias a una iniciativa del Vicerrectorado de Sostenibilidad e Infraestructuras y de la entidad Tenerife por la Bici. Se ha pretendido así combinar conocimiento etnográfico, movilidad sostenible y participación del alumnado a lo largo de una ruta de 15 kilómetros.
Tras la recepción de los estudiantes en la sede de la entidad ciclista, tomar bicis y cascos facilitados por ésta, así como elementos gráficos explicativos de la ruta guiada, el pelotón partió hacia el antiguo convento de Santo Domingo, donde el profesor Ulises Martín trasladó al alumnado con sus explicaciones a la ciudad renacentista de la maqueta de Torriani de 1588, que se mostraba delante de ellos.
Arwen, de Francia; Carolina y Gracian, de Polonia; Sara, hispano austriaca; Danái, griega; Mariana, de México; Francesca, Marta y Cesidio, italianos y Sarah, de Alemania, disfrutaron de un pedaleo suave hasta Jardina, con un trayecto en este último tramo más empinado. Mereció la pena porque allí tuvieron la oportunidad de acceder a la casa cueva de Candelaria y entrar en contacto con una familia local.
Con anterioridad se detuvieron en la Plaza del Cristo y en la capilla de la Cruz de Los Álamos, lugares en los que el profesor detalló los pormenores de la ubicación provisional de la recova y de los aspectos tradicionales de la capilla situada en el cruce de los caminos de Las Mercedes y de Jardina.
Atravesaron la Vega lagunera por el Camino del Rayo y, frente al Centro de Acogida Temporal de Emigrantes (CATE) de Las Canteras, el alumnado Erasmus quiso saber más acerca de la realidad de estos jóvenes que llegan a nuestras costas en busca de un futuro mejor.
Continuaron por el Camino del Pino en el que conocieron la ubicación del antiguo pino -hoy talado- que dio nombre al camino, para dirigirse posteriormente a la ermita de San Diego, donde contemplaron dos cruces engalanadas. Ulises Martín recreó la famosa tradición del Día de la Fuga, centrándose en el detalle de tocarle los botones al fundador del convento -que no al santo- Juan de Ayala y Zúñiga. Se decía que, si acertaban ese número, aprobarían sus exámenes. Esta tradición se llevaba a cabo originalmente el día de la víspera del santo, es decir, el 12 de noviembre.
Por el camino observaron a agricultores ocupados en sus tareas. En El Rincón, debajo de la Mesa Mota, pastaban ejemplares de vacas basta del país. Posteriormente iniciaron el regreso hacia el centro histórico de la ciudad, volviendo por el emblemático paseo del Camino Largo, flanqueado por 200 palmeras centenarias típicas canarias.
Dos horas después finalizó la ruta en la tan conocida calle para los estudiantes de Heraclio Sánchez, intercambiando las estupendas impresiones vividas a lo largo de la ruta. Muy curioso fue la inmersión lingüística en español de estudiantes de siete nacionalidades diferentes. Tan estimulante resultó la experiencia que la repetiremos el próximo cuatrimestre, aseguran los representantes de Tenerife por la Bici.
En esta iniciativa ha colaborado además AGEE, la asociación de estudiantes europeos, que se dedica a fomentar la participación del alumnado de este programa de intercambio en diferentes actividades culturales, lingüísticas y educativas con el fin de que participen en todos los aspectos de la vida académica.