El rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García, ha suscrito hoy 23 de julio el acta de recepción de la colección de partituras del músico y compositor Enrique Guimerá Corbella, que será ubicada en la Biblioteca del centro académico.
Se trata de un amplio conjunto de piezas creadas desde la década de los ochenta hasta 2004, año de su fallecimiento, algunas pensadas para orquesta de cámara y otras para cuartetos de cuerda, dúos, piano a cuatro manos o quintetos de metal, entre otras.
Se trata a juicio del rector de una valiosa colección que la universidad custodiará adecuadamente, en la idea de que pueda a estar a disposición del público y sea también fuente de investigación. Los profesores Pompeyo Pérez y Javier Marrero han actuado de facilitadores para que esta donación llegase a término, diversificando así los fondos de la universidad y ofreciendo nuevos materiales de consulta.
Se da la circunstancia de que la Biblioteca de la Universidad de La Laguna ofrece ciertos viernes durante el curso académico veladas musicales, con lo cual en el acto de donación se estudió la posibilidad de interpretar algunas de estas composiciones del autor canario.
Enrique Guimerá se formó en el Conservatorio de Santa Cruz de Tenerife, donde realizó estudios de guitarra, piano y viola, y se licenció en Biología por la Universidad de La Laguna. Desde joven mostró interés por combinar la música clásica o académica con la popular y urbana. En los años 70 formó parte del grupo musical-teatral ‘Expresión TUEC’, y junto a Javier Marrero y Sabas Martín llevó a cabo varios espectáculos multimedia con poesía, danza y proyecciones. Más tarde el grupo pasó a denominarse Almargen y varios discos vieron a luz entre 1990 y 2004 con sus composiciones.
Por otro lado, Guimerá ingresó en la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST) como intérprete de viola y fue miembro fundador de la Asociación de Compositores y Musicólogos de Tenerife. A partir de la creación de la suite orquestal ‘Ballet para mujeres’ estrenada por la OST en el Festival de Música Visual de Lanzarote, muchos instrumentistas comenzaron a interesarse por sus creaciones.
El compositor creó muchas piezas asociadas a la percusión, pero, con todo, su mayor reto fueron las obras para orquesta y así tuvo la oportunidad de grabar muchas de sus composiciones de cámara. Tampoco le fue ajeno el jazz ni como instrumentista ni como docente, y además se mostró proclive a la colaboración con otros músicos, como arreglista para grupos como Mestisay, Taburiente o Añoranza. Como buen creador, Guimerá nunca dejó de interesarse por nuevas experiencias creativas.
Entre el material donado a la Universidad de La Laguna, su viuda, María Luisa Gordo, destaca obras manuscritas, trabajos en proceso de creación y textos y dibujos acerca de sus partituras. A esta colección es previsible que se añada nuevo material como programas de mano o CDs. Gordo destaca que con este paso la música creada en Canarias tendrá una mayor difusión, al tiempo que también permitirá un mejor conocimiento de este compositor.