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Las universidades de La Laguna y Buenos Aires trabajan en una nueva técnica que estudia la formación de la proteína

viernes 02 de agosto de 2024 - 11:36 GMT+0000

Diego Álvarez de la Rosa (i) y Diego M. Presman (d).

Investigadores de la Universidad de La Laguna y la Universidad de Buenos Aires trabajan actualmente en la aplicación de una técnica que permitirá avanzar de manera significativa en la investigación sobre las proteínas de las células que reciben señales provenientes de los grupos de hormonas, en especial de los glucocorticoides, responsables de que el cuerpo humano sea capaz de adaptarse a las situaciones de estrés físico y emocional.

Con la técnica que están perfeccionando y desarrollando ambas universidades es posible averiguar si las proteínas que están dentro de las células están solas o asociadas de una en una, de dos en dos, de tres en tres, e incluso de cuatro en cuatro, ya que la forma en la que se agrupan puede ser “relevante” para su formación, según explican el director del Instituto de Tecnologías Biomédicas y coordinador del grupo de investigación Fisiopatología de los mineralocorticoides de la Universidad de La Laguna, Diego Álvarez de la Rosa Rodríguez, y el investigador del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias de Argentina, Diego. M Presman.

Diego Álvarez de la Rosa.

Diego Álvarez de la Rosa.

Lo novedoso de esta tecnología de microscopía, tal y como indica el investigador de la institución bonaerense, consiste en poder hacer esa medición de la proteína dentro de la propia célula. “Mientras en otras técnicas de este tipo, las células están inmóviles, esta nos permite aplicarla a células vivas, por lo que es posible observarlas mientras realizan sus funciones normales, lo que posibilita añadirles hormonas para estudiar cómo reaccionan”.

Una de las observaciones derivadas de la línea de investigación emprendida por Álvarez y Presman apunta a que estas proteínas pueden mezclarse de forma controlada y juntarse en agrupaciones dentro de la misma célula, un hecho que complica el proceso, ya que los efectos de unas hormonas se mezclan con los de las otras. “Por qué ocurre esto, y de esta forma, es algo sobre lo que se sabe muy poco y, en parte, es debido al hecho de que puedan asociarse”, indican ambos expertos.

El hallazgo de este dato novedoso, “que no encaja con los publicados desde hace décadas en los manuales de Biología”, tal y como indican ambos investigadores, ha sido posible gracias al uso de estas nuevas técnicas, en las que Presman es un experto de reconocido prestigio mundial. Se trata, además, de procedimientos muy útiles en el desarrollo de fármacos nuevos, porque permiten verificar si las células están realizando funciones diferentes a las habituales. Saber cómo reaccionan al recibir a esas señales, o si cambian su biología y manera de funcionar, es fundamental en el caso del cortisol.

La conocida como la hormona del estrés (glucocorticoides), esencial para el organismo debido a su papel regulador en el metabolismo, el sueño o la función inmunitaria, entre otras de vital importancia, activa la proteína en la que ambos centros académicos han focalizado su línea de investigación. Estas hormonas son “muy importantes” porque existen fármacos, con los que suele tratarse a las personas, que imitan su función, como algunos medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

Según explica Presman, el primer antiinflamatorio severo contra los casos de COVID-19 fue uno de estos no corticoides, capaces de disminuir la mortalidad de una forma significativa. “Se trata de antiinflamatorios en crema que, cuando llegan a la célula, modifican su función. Lo que nosotros intentamos es comprender al detalle cómo ocurre este proceso ya que, a mejor entendimiento del sistema, mayores oportunidades de poder manipularlo con otros fármacos aún más eficaces en el control de ese tipo de reacciones”.

Diego M. Presman.

Diego M. Presman.

Formación en técnicas de microscopía

El hecho de que la observación de las células en vivo sea mucho más complicada debido a la calidad de esta técnica, que requiere de equipos muy delicados que precisan de numerosas horas de entrenamiento, es uno de los motivos de la reciente visita del profesor Diego Presman a la Universidad de La Laguna, realizada en el marco del programa de ayudas a estancias de profesores invitados dirigido al personal investigador que financia el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia.

La estancia de Presman ha posibilitado a los estudiantes de doctorado conocer de primera mano el empleo de estos procedimientos de microscopía, su perfeccionamiento y nuevas aplicaciones −fundamentales para aprender a manipular estas proteínas− así como la asistencia a charlas centradas en el análisis del movimiento de las proteínas de las células, una evidencia que hasta ahora no se había podido visualizar.

La visita del experto argentino a la Universidad de La Laguna se completó con las labores de recogida de datos de las células en el laboratorio del Instituto de Tecnologías Biomédicas, su posterior análisis numérico mediante la aplicación de programas específicos y la formación impartida al alumnado sobre el procesamiento de los datos obtenidos.


Archivado en: Destacado, Instituto Universitario de Tecnologías Biomédicas, Investigación, Portada ULL

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