Una investigación con participación de la Universidad de La Laguna ha analizado el potencial del geoturismo en la isla de La Palma relacionados con erupciones volcánicas, poniendo especial interés en la más reciente del Tajogaite, analizando también paisajes anteriores al evento de 2021. Este trabajo ha identificado los productos geoturísticos en la isla antes de la erupción, ha evaluado la importancia del volcán para esta actividad a través de una encuesta a personas que presenciaron en directo la erupción, y también ha analizado los productos geoturísticos desarrollados después del suceso.
Has participado en el proyecto miembros del grupo de investigación de Geopatrimonio y Geoturismo en Espacios Volcánicos de la Universidad de La Laguna, junto con investigadores del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) y del Grupo Geovol de la Universidad de Castilla La Mancha. Los resultados acaban de ser publicados en el artículo ‘Geotourism on an active volcanic island (La Palma, Canary Islands, Spain)’ de la revista Miscellanea Geographica-Regional Studies on Development de la Universidad de Varsovia (Polonia). En concreto, los firmantes han sido Javier Dóniz-Páez, Nemesio M. Pérez, Rafael Becerra-Ramírez y William Hernández-Ramos.
Los resultados muestran que, antes de la erupción, los productos turísticos de La Palma (senderismo, arqueología, observación de estrellas y turismo de volcanes) estaban estrechamente relacionados con el paisaje y el patrimonio volcánico de la isla y en él desempeñaban un papel esencial los volcanes históricos de San Antonio (1676-77) y Teneguía (1971), con su Centro de visitantes “Volcán San Antonio”; el San Juan (1949), con el centro de interpretación de las Cavidades Volcánicas-Caños de Fuego; y el resto de volcanes históricos y recientes de la Ruta de los Volcanes.
Mediante una encuesta in situ y online a 752 personas que fueron testigo de la erupción de 2021, se les preguntó, además de aspectos relacionados con su perfil socioeconómico, cómo llegaron a la isla, con quién, dónde se hospedaban, cuánto tiempo iban a permanecer en La Palma, cuáles fueron las principales motivaciones para ir a isla y qué aspectos de la erupción (los efectos/daños, caía de cenizas, ruido, fuego, olor u otros) fueron los que más les llamó la atención.
Este cuestionario múltiple recibió 1.026 respuestas sobre las motivaciones para ir a La Palma y, de ellas, el 64,3% afirmaban que fue presenciar la erupción. Para la segunda pregunta, se recibieron 1.607 respuestas y lo que más llamó la atención de la erupción fue el ruido (26%), la caída de cenizas (22,5%), los efectos y daños en el poblamiento y sus bienes (18,9%), el fuego (17,5%), el olor (10,6%) y, por último, otros (4,5%) que no especifican.
Estos datos ponen de manifiesto el interés que despertó la erupción como atractivo para el turismo y el papel del ruido que provocó el paroxismo durante los casi tres meses de duración. Ahora bien, esto último no es de extrañar, puesto que en las erupciones históricas de Canarias, el ruido provocado siempre ha sido recogido en las crónicas documentales como uno de los aspectos más llamativos para la población local, con interpretaciones muy diversas a la hora de describirlo.
Una vez finalizada la erupción, el geoturismo ha pasado a jugar un papel clave en los distintos planes de recuperación insular a través de la evaluación de lugares de interés geoturístico y el diseño de geo-rutas a partir de estos lugares, tanto en espacios naturales como urbanos.
Este trabajo científico ha sido posible gracias a la financiación de los proyectos VOLTURMAC-Fortalecimiento del Volcano Turismo en la Macaronesia (MAC2/4.6c/298), co-financiado por la Comisión Europea a través del Programa de Cooperación INTERREG V-A España-Portugal MAC (Madeira-Azores-Canarias) 2014-2020 y ‘Recuperación Territorial La Palma’ financiado por la Consejería de Transición Ecológica, Lucha Contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias.