La transformación digital en las universidades ha centrado hoy, 16 de octubre, la mesa institucional de Campus América, el evento internacional organizado por la Universidad de La Laguna. Los participantes concluyeron en que se trata de un cambio cultural de las instituciones que implica a todos los públicos, pero que debe tener en el centro de la estrategia a los estudiantes.
Moderada por el vicerrector de Transformación Digital de la Universidad de La Laguna, Vicente Blanco, en este encuentro quedó claro que este proceso se basa en una estrategia institucional, no en contar con el mejor servicio de informática, sino que debe formar parte de la agenda de la institución.
El primero en intervenir fue Faraón Llorens, director de la Cátedra Santander de Transformación Digital de la Universidad de Alicante, quien señaló que el objeto de este encuentro es la digitalización del proceso desde una perspectiva estratégica, no de un producto completo. Las universidades deben incrementar su ‘madurez digital’, es decir, su capacidad de adaptarse a un entorno cambiante, algo que favorece la tecnología, los procesos, los recursos humanos alineados para ese fin y el liderazgo.
Siguiendo con este discurso, Llorens reflexionó que la universidad digital apunta hacia un nuevo paradigma, que no tiene porqué ser en línea. Lo primero que hay que tener en cuenta es al estudiante, que debe estar en el centro, y a su alrededor se montan los servicios que sean pertinentes. También ha de contar con innovación y calidad docente a través de metodologías activas y generar espacios de aprendizaje. Abarcaría igualmente la ciencia abierta, con impacto global pero también local y, finalmente, un modelo de liderazgo y buen gobierno.
Sin perder el carácter abierto y de acceso masivo a la educación superior, hay que personalizar los servicios. “La universidad debe ser híbrida”, con servicios mixtos, o solo digitales, o solo presenciales, es decir, adaptando los formatos a las necesidades. “Podemos ofrecer una atención más personalizada, aunque tengamos las aulas llenas de alumnos y alumnas”. Para ello, hay que tener en cuenta las tecnologías maduras cuya eficacia es conocida, señaló el experto, “buscando la eficiencia, pero sin perder de vista las tecnologías disruptivas y su valor estratégico”.
Carlos Alvarado, del Consejo Superior Interuniversitario Centroamericano, entidad que involucra a 27 instituciones, señaló que la transformación digital se trata de un reto colectivo de toda la organización, porque debe estar enfocada a ofrecer servicios a la sociedad. El establecimiento de redes interinstitucionales debe procurar la flexibilidad de las instituciones, indicó. Por tanto, este proceso de transformación es un proceso que busca mejorar la propuesta de valor de las organizaciones. “El propósito es modificar la cultura de las organizaciones y, por ende, de la propia sociedad”, agregó.
Por su parte, Nieves Rodríguez, catedrática de Lenguajes Informáticos y Sistemas de la Universidade da Coruña, se centró en el fin de este cambio digital, el para qué. “El objetivo de las universidades públicas es el mismo desde que éstas se crearon: generación de conocimiento, formación de profesionales y servir de foco a la sociedad en su avance global”.
En su opinión, no se está cumpliendo con estas misiones porque la sociedad y el mundo ha cambiado y mucho profesorado ha quedado obsoleto en la impartición de sus materias. “La digitalización de la sociedad requeriría que los profesionales que formamos tuvieran los suficientes conocimientos tecnológicos para abordar su profesión desde el siglo XXI”. Bajo su criterio, la universidad debería liderar algunos debates muy candentes, como el propio impacto de las redes sociales en la población joven.
En la mesa institucional también participó Jenay Robert, investigadora de Educause, en Florida, quien intervino online para explicar que la suya es una organización sin ánimo de lucro, de carácter global, con cerca de 100.000 miembros, creada para ayudar a las universidades a adentrarse en la era digital. “La formación digital resulta clave, ayudamos al empoderamiento de las instituciones en este mundo tan cambiante”.
“La transformación digital la entendemos como un cambio cultural dentro de las organizaciones, con protagonismo de los estudiantes, que deben estar en el centro del sistema”, añadió la ponente. Esta transformación digital no va a homogeneizar a las universidades, explicó, porque cada una tiene su historia y sus estrategias propias, pero sí debe avanzar e involucrar a toda la comunidad universitaria. “Necesitamos empatizar con nuestros estudiantes, luchar contra las campañas de desinformación”.
Por último, Pedro Ruiz Martínez, vicerrector de Estrategia Digital de la Universidad de Murcia, que también participó de forma remota, señaló que este reto debe llevar aparejado una adaptación de la misión de la universidad, que debe ser revisada. “Se nos viene una gran demanda de cualificaciones de profesionales, y nuestro modelo de enseñanza aprendizaje no casa con esto”, precisó.
Como retos que están en el camino señaló, por un lado, la financiación de las universidades públicas, que es muy compleja, y por otro, la existencia de una sociedad cada vez más envejecida. “Nos encontramos en un punto de inflexión, en el que o las universidades son capaces de adaptarse a los nuevos tiempos o van a seguir haciendo lo de siempre”. Si una organización no tiene una estrategia clara en esta materia, da igual la cantidad de recursos que destine a todo tipo de actividades. Por ello, debe tener claros cuáles son los procesos claves y comprender que la transformación digital está muy relacionada con la experiencia del usuario o usuaria.
El experto, al igual que otros ponentes, señaló que son muy relevantes las indicaciones de los usuarios y contar con experiencias compartidas porque se trata de un cambio tan estratégico que no se puede llevar a cabo sin contar con las opiniones de la comunidad. En este punto, la madurez de las instituciones resulta crucial para que la transformación digital de la organización lleve a buen puerto.
Visita institucional
A lo largo de la jornada de hoy, el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García, ha recibido la visita de su homóloga de la Universidad Nacional de Educación de Ecuador, Rebeca Castellanos Gómez, que ha visitado Tenerife con motivo del Campus América y participó ayer en la mesa institucional sobre internacionalización de las titulaciones. Gómez explicó las peculiaridades de su centro, que cumple ahora una década de vida y atiende a una comunidad de 4.000 estudiantes con una oferta académica y científica exclusivamente centradas en el área de Educación.
A la visita también acudieron los docentes de la Universidad Estatal de Península de Santa Elena en Ecuador (UPSE) María Mederos y Carlos Balmaseda, quienes están desarrollado varios de proyectos de investigación con la Universidad de La Laguna, a los cuales también se va a sumar la Universidad Nacional de Educación de Ecuador. Sobre este tipo de colaboraciones, durante la reunión mantenida en el Rectorado se manifestó por todas las partes la voluntad de que los trabajos puestos en marcha alrededor del Campus América no se queden en algo puntual en el calendario y que las redes de colaboración establecidas se prolonguen en el tiempo.