El seminario “Turistificación y mercantilización de la naturaleza. Debates y propuestas” reúne a partir de hoy, miércoles 23 de octubre, hasta el día 25, a expertos nacionales e internacionales para reflexionar acerca de los procesos de apropiación de la naturaleza por parte de iniciativas en torno al turismo, que propician situaciones de desigualdad social y tensionan el medio ambiente. Este foro, que surge del proyecto europeo de investigación “Territorios en disputa”, ha sido coordinado por Alejandro Armas Díaz, del Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna.
Durante dos días, se presentarán diferentes ponencias que expondrán casos particulares de turistificación en territorios tan dispares como el Mar Menor en España, las islas del Delta del Paraná en Argentina y los territorios campesinos de Colombia. También se abordarán periodos históricos como el Mando Económico de Canarias durante la dictadura franquista, durante el cual comienza el turismo de masas; y se plantearán alternativas como el decrecimiento turístico y la posibilidad del reconocimiento de los derechos de la naturaleza en Canarias.
El rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García, inauguró el seminario valorando que el turismo es indudable que se trata de una actividad económica clave para Canarias porque genera bienestar y desarrollo económico, pero no se puede obviar que tiene otras consecuencias que generan rechazo y, como se ha visto recientemente, ha movilizado a amplias capas de la sociedad para demostrar su malestar. Por ello, consideró que “el momento y el lugar no pueden ser más idóneos” para desarrollar este debate.
García valoró la necesidad de crear espacios de reflexión como este en una época en la que, “según algunos, la verdad importa poco”. Con este foro se cumple con una de las misiones de la universidad pública, el desarrollo de debates críticos, especializados y multidisciplinares, para generar conocimiento de calidad para luchar contra la manipulación masiva.
Otra de las autoridades presentes en la inauguración fue la directora del Instituto de Investigaciones Agrarias (ICIA), Carmen Jaizme, quien habló sobre su ámbito de especialización científica, el suelo, y alertó de los peligros que entraña su degradación, al ser un recurso que tarda miles de años en generarse y puede quedar destruido en muy poco tiempo.
Abogó por que el suelo fuera abordado desde perspectivas interdisciplinares que relacionen las perspectivas medioambiental y agrícola, que suelen considerarse de manera separada pese a estar muy relacionadas entre sí. Por ello, abogó por que exista una mayor relación entre la ciencia y la política, para que los hallazgos de la primera no se queden solo en meros informes que no son desarrollados después en legislación o medidas concretas; y también por no centrarse solo en los problemas del presente y actuar con espíritu preventivo para frenar la aparición de problemas futuros.
Alejandro Armas, por su parte, presentó brevemente las temáticas abordadas por el seminario y a los ponentes invitados, y tuvo unas palabras de solidaridad con Argentina, ahora que la universidad y la investigación del país están sufriendo importantes recortes presupuestarios. Sobre el tema del seminario, se congratuló por que el término “turistificación”, que lleva algunos años utilizándose en foros espacializados, haya llegado a la calle, pues describe una realidad que invade ámbitos como la vivienda y la naturaleza.
Antes de la inauguración, Armas explicó que el seminario, que cuenta con el apoyo del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia, parte del proyecto “Territorios en disputa”, pero viene de mucho antes, gracias a una red de grupos de investigación que trabajan en cuestiones parecidas, que podrían englobarse en la reflexión ecosocial sobre el fenómeno turístico.
En referencia a las recientes protestas ciudadanas contra el modelo turístico, Díaz reflexionó que, si bien parecen algo muy novedoso, realmente son el fruto de un trabajo largo y prolongado de varios colectivos que han mantenido activas diversas luchas por causas relacionadas con el medio ambiente o el modelo turístico. “Ya existía un malestar desde hace muchos años: la protesta por el hotel de La Tejita empezó en 2015; y las del puerto de Granadilla se remontan a 2009”.
Por ello, cree que se trata, más bien, de “una reactivación” de estas causas, azuzadas por la situación del alquiler turístico, “que es un detonante en ese proceso de desposesión de la gente de la capacidad de poder vivir en los barrios donde habían realizado sus vidas. Es expulsada porque no puede pagar más los alquileres, y hay gente que no puede ni siquiera trabajar en determinados núcleos laborales por no encontrar dónde vivir, lo cual genera problemas de movilidad. Es una combinación de cosas que acaban afectando a la vida cotidiana».
En su opinión, cree que es inevitable que Canarias siga apostado por el turismo, pero debe hacerlo de otra manera, y hay que seguir aportando por la diversificación de la economía. Pone por ejemplo un estudio elaborado por David Ramos, investigador de la Universidad de Salamanca de origen palmero, quien analizó cómo habían salido las islas de la crisis de la Covid-19, y señaló que La Palma se recuperó con mayor rapidez que otras, precisamente, por tener una economía más diversificada y no tan dependiente del turismo.
Es un problema complejo, que también atañe al mundo del empleo, pues el turismo genera trabajos precarizados, especialmente los femeninos. En su opinión, debe ser repensado y recuerda que ya hay iniciativas que proponen alternativas como las cooperativa turísticas y determinadas formas de gestión basadas en una experiencia más convivencial con la naturaleza y no tanto una relación de explotación. “Hay maneras más respetuosas con las condiciones laborales y que no son tan agresivas con los espacios naturales”.