Investigadores de las universidades de La Laguna y Campinas (Brasil) han dado el primer paso hacia el desarrollo de técnicas innovadoras y sostenibles capaces de reconvertir los residuos producidos por la industria agroalimentaria en sustancias de valor añadido sin generar ningún tipo de contaminación, gracias al empleo de disolventes bioactivos de bajo impacto ambiental que no son nocivos para la salud.
Estas tecnologías verdes ya se emplean en la Universidad de La Laguna para analizar contaminantes, pero no con disolventes bioactivos, tal y como hacen en la universidad brasileña, según explica la investigadora Bárbara Socas, del Grupo de investigación de Análisis Químico Aplicado a la Industria Medioambiente y Productos Agroalimentarios (AQAIMPA), especializado en el análisis de contaminantes y el desarrollo de metodología sostenible para la evaluación de la seguridad alimentaria.
“Aunque nosotros utilizamos técnicas verdes desde hace tiempo, realizamos los análisis de contaminantes mediante líquidos eutécticos y técnicas miniaturizadas con nanomateriales, ya que no tenemos el equipamiento necesario para aplicarlos con técnicas presurizadas y fluidos supercríticos, una aparatología con la que sí cuentan en Brasil”, explica la investigadora.
Por este motivo, la reciente visita del investigador de la Universidad de Campinas Julián Martínez a la Universidad de La Laguna, realizada en el marco del programa de ayudas a estancias de profesorado invitado que financia el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia, ha servido para sellar un convenio de colaboración entre los dos centros que posibilitará el intercambio de estudiantes de doctorado e investigadores. Ambas instituciones comparten un interés común en la aplicación de tecnologías verdes, como la extracción con fluidos supercríticos y líquidos presurizados, capaces de obtener compuestos bioactivos sin generar contaminantes y sin emplear disolventes tóxicos.
Los compuestos bioactivos tienen valor nutricional, son buenos para la salud, pueden usarse como ingredientes en alimentos preparados, y como conservantes o antioxidantes, entre otras cosas. El uso de los fluidos supercríticos y líquidos presurizados permite direccionar las técnicas a los componentes que sean objeto de estudio.
“Con los fluidos supercríticos podemos controlar la temperatura y la presión del proceso. Lo que conseguimos es una técnica de extracción que logra productos muy concentrados, para su posterior aplicación, por ejemplo, en los residuos derivados de la producción del plátano, además de otros productos agroindustriales”, explican ambos expertos.
Martínez y su grupo de investigación, con una dilatada experiencia en este campo, estudian desde hace años los métodos para recuperar compuestos presentes en los residuos de la producción de alimentos que posean valor nutricional, biológico y médico. “Tratamos de hacerlo utilizando métodos sostenibles y tecnologías verdes que no sean tóxicas, una línea que, además de ser una forma de reaprovechar los productos, tiene todo un carácter de sostenibilidad”, indica el investigador brasileño.
Unión de métodos verdes
Según explica Bárbara Socas, una de las posibilidades que ofrece este convenio de colaboración es utilizar los líquidos eutécticos (como hacen en la Universidad de La Laguna) en las técnicas empleadas por Julián Martínez en Campinas. Esto permitiría crear una “metodología muy verde”, tanto desde el punto de vista del disolvente empleado, como desde la técnica utilizada, y supondría impulsar el desarrollo de metodologías que integren las tecnologías utilizadas por ambas partes.
Uno de los casos de estudio inicial será la reutilización de residuos del plátano en Canarias, un sector que genera grandes volúmenes de hojas y cáscaras. Según indican ambos especialistas, se espera que estas técnicas sostenibles aprovechen al máximo los nutrientes y antioxidantes presentes en estos subproductos, que pueden usarse como conservantes o suplementos nutricionales.
El proyecto también busca desarrollar una huella dactilar química para el aloe vera canario, diferenciándolo de otros cultivos, con el objetivo de proteger su valor en el mercado. La investigación incluye técnicas de identificación de compuestos e isótopos para garantizar la autenticidad de productos elaborados con aloe vera del archipiélago, muy apreciado por sus excelentes propiedades y pureza.
La estancia de Julián Martínez en la Universidad de La Laguna propició también el encuentro con el alumnado de la Sección de Química de la Facultad de Ciencias, donde impartió una charla centrada en las técnicas empleadas en el análisis de los residuos derivados de la industria alimentaria, su reconversión y usos potenciales.
Esta colaboración entre las universidades de La Laguna y Campinas aspira a contribuir al desarrollo de soluciones sostenibles para el aprovechamiento de residuos industriales y refuerza el compromiso de ambas instituciones con la sostenibilidad y la innovación en investigación científica.