Un grupo de 22 ponentes de diversas áreas de conocimiento participará en el congreso “Ciencia, Historia y Filosofía: geometrías del pensamiento Homenaje a José Montesinos Sirera”, que se desarrolla desde hoy, lunes 7 de abril, hasta el próximo miércoles día 9, en el Aula Magna Blas Cabrera de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna. Más de 90 estudiantes de titulaciones tanto de Ciencias como de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de La Laguna han realizado su inscripción, respondiendo así al espíritu de este encuentro, que busca difuminar las fronteras intelectuales que tradicionalmente se han elevado entre las disciplinas de ciencias y “de letras”.
Durante la mesa inaugural, el rector de la institución académica, Francisco García, resaltó que este congreso viene a ser una exaltación de un valor imprescindible en una época tan complicada como la actual, el diálogo en diferentes facetas: entre disciplinas académicas, entre diferentes niveles de estudio, entre generaciones y entre instituciones. “José Montesinos es un ejemplo vivo de todos esos diálogos, y su figura debe servirnos como referencia de por dónde avanzar, porque necesitamos dialogar y entendernos”.
García desarrolló esta idea del diálogo argumentado que los retos que la humanidad tiene por delante son “muy complejos y multicausales, y por ello exigen miradas amplias y transdisciplinares”. Además, en necesario que personas de diferentes edades hallen espacios comunes y conozcan el pasado: “Tenemos que conocer la historia de quienes en el pasado lucharon por derechos que hoy dábamos por seguros estamos viendo que peligran. La luca continúa”. Y todo ello, tratando de vincular al mayor número de instituciones posible, como ha ocurrido con este congreso, en el que además del centro docente e investigador, colaboran la asociación Alumni ULL, la Sociedad Canaria de Profesorado de Matemáticas Luis Balbuena Castellano y la Real Academia Canaria de Ciencias.
El exrector y coorganizador del congreso Antonio Martinón recordó los años de lucha en la década de los 70 junto a Montesinos, durante la cual se mantuvieron protestas que, camufladas como reivindicaciones laborales, eran realmente de índole política. Alabó el espíritu internacional del profesor homenajeado desde los inicios de su carrera académica, que le han llevado a impartir docencia en París, Chicago, Roma y varias ciudades españolas hasta recalar en La Orotova.
Martinón recordó que, precisamente en ese municipio del norte de Tenerife, Montesinos, junto a otros profesores de Secundaria, creó unos seminarios de divulgación de la ciencia que rápidamente tendrían mucho eco y, con el apoyo de Gobierno de Canarias, el Cabido de Tenerife, el Ayuntamiento de La Orotava y la Universidad de La Laguna, acabaron convirtiéndose en la actual Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia, “que ha sido un espacio para la relación entre distintas disciplinas y tendió puentes entre las Ciencias y las Letras”.
El profesor homenajeado, José Luis Montesinos, realizó un breve recorrido por su propia biografía, que continuaría posteriormente durante su ponencia posterior. Recordó que realizar una estancia en Grenoble justamente en 1968 le permitió no solo abrirse a unas nuevas matemáticas, sino a practicar la acción política que estaba proscrita en la España de Franco. Ese espíritu de lucha le llevó a participar, ya en su regreso a la Universidad de La Laguna, en las protestas por los derechos del profesorado numerario junto a Jerónimo Saavedra.
Recordó que su familia hubiera querido que él fuera arquitecto, pero “la belleza y la armonía de la geometría” le fascinaron, y le permitió acercarse al infinito, una palabra que hasta entonces solo estaba reservada “para el dios cristiano”. En su intervención, tuvo palabras de agradecimiento para las personas que hicieron posible este congreso: Antonio Martinón, María Jesús Rodríguez, Francisco La Roche y Matías Camacho.
Tanto la decana de la Facultad de Ciencias, María del Mar Afonso, como el decano de la Facultad de Humanidades, Javier Medina, realizaron sendas intervenciones con el mismo fono: la necesidad de que la ciencia y las humanidades se acerquen y trabaje estrechamente, algo que, de hecho, ya se está dando. Así, Medina recodó que las “humanidades digitales” ya son una realidad y que su propia tesis doctoral, leída en 1992, introducía el análisis probabilístico para averiguar la frecuencia de aparición de un determinado recurso literario. Por su parte, Afonso defendió esa complementariedad de ambos campos cuestionándose si era posible hacer ciencia sin plantearse preguntas filosóficas y reflexionar sobre lo humano sin tener en cuenta los avances de la ciencia.
Jürgen Renn, del Instituto Max Planck de Berlín, recordó cómo su institución estableció una fructífera colaboración con la Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia desde 2001, dando frutos como varios simposios de divulgación científica, una importante conferencia sobre Einstein en 2005 y el Proyecto Humboldt de recopilación de materiales sobre los viajeros europeos en Canarias.
Finalmente, María Jesús Rodríguez, del comité organizador del congreso, destacó que “la aceptación para participar en un homenaje a Montesinos fue inmediata y categórica, y se recibió como un acto de justicia merecido”. Reconoció la generosidad las 22 persona participantes como ponentes, pues el congreso carece de financiación y, por ello, cada una de ellas ha tenido que sufragar sus gastos de estancia, viaje y dietas, “y eso es ejemplo de la estima que despierta Montesinos”, de quien destacó su manera de “estudiar y mirar el mundo sin poner barreras entre las ciencias y las humanidades, lo cual se traduce en una reflexión de la historia del saber que aglutina los logros científicos sin desatender el efecto continuo que tienen en los intereses y las cuestiones de la condición humana”.