La Revista de Estudios Regionales, editada por las universidades de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Sevilla, Jaén, Loyola Andalucía, Málaga, Pablo de Olavide de Sevilla y la Universidad Internacional de Andalucía, ha publicado esta semana su número 131, en el que incluye el artículo «Perspectiva politológica de la singularidad de Canarias como ultraperiferia europea», realizado por el profesor de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de La Laguna Ángel Llanos Castro.
El trabajo analiza, desde la Ciencia Política y de la Administración, el especial tratamiento económico y fiscal de Canarias, el diseño de sus herramientas desde cada ámbito político, su justificación y la teoría política que lo sostiene. El gobierno multinivel canario indica que sus especificidades electorales no han sido obstáculos para ampliar estas medidas surgidas de su Régimen Económico y Fiscal. Las conclusiones demuestran el fin de cuarenta años de consenso sociopolítico sobre la necesidad de este trato singular, al incorporarse el concepto de paraíso fiscal; así como la consolidación en las islas del suelo más valioso de Europa fiscalmente.
La investigación, además de mostrar las especificidades de Canarias, profundiza politológicamente en el rol de los actores participantes en las políticas transversales e identifica los efectos de sus acciones. Las decisiones que en materia económica y fiscal han generado diferencias en la realidad de Canarias en comparación al resto de España, no son un elemento aislado de la acción política, sino que forman parte del equilibrio que rodea el carácter de su gobierno multinivel, con cinco niveles territoriales de gestión pública que actúan simultáneamente.
Así, el trabajo parte del hecho de que el desarrollo del autogobierno canario, con el amparo normativo de la Unión Europea tras su declaración como Región Ultraperiférica, se ha caracterizado por una acumulación de medidas legislativas y gubernamentales que han situado a las islas como un territorio con grandes ventajas sobre las otras dieciséis comunidades autónomas, generándose dos visiones en el debate político.
Por un lado, la oficial, que estima necesaria esta actuación del aparato del Estado para garantizar el desarrollo del archipiélago en idénticas condiciones al resto del país. Y, por otro, la no oficial, que valora que estas medidas han convertido a Canarias en un paraíso fiscal disimulado por su elevada tasa de paro.
El análisis realizado por el profesor Llanos ha permitido mostrar el diseño de las especificidades canarias llevado a cabo durante casi cuarenta años por el conjunto de los partidos políticos que han estado al frente de los poderes ejecutivo y legislativo (en todos los ámbitos territoriales), y que, contrariamente, miraban con escepticismo el rol comunitario en los albores de la autonomía.
El trabajo destaca que esta situación diferenciadora –más de singularidad que de privilegio, sostiene el profesor– se ha mantenido en el tiempo, justificándose las particularidades económicas y fiscales de Canarias por su situación en comparación al resto de España, hasta que un partido político (Podemos) generó dudas sobre dicho estatus en 2015 al calificar de paraíso fiscal el escenario generado. Así como que el objetivo de los poderes públicos ha sido aplicar simultáneamente diferentes medidas compatibles entre sí, multiplicándose exponencialmente sus resultados.
El estudio subraya que la posible ampliación de las ventajas económicas y fiscales de Canarias, aparentemente no tiene más límite que la imaginación del legislador, pues no se sustituyen unas medidas por otras, sino que se añaden unas medidas sobre otras o se amplía el margen de actuación de las existentes.
El análisis efectuado –que incluye la detección de los cimientos y evolución del Régimen Económico y Fiscal de Canarias– demuestra que las particularidades electorales canarias no han sido obstáculo para continuar ampliando las medidas económicas y fiscales que han situado a la región en su posición de singularidad, convirtiéndola en un territorio en el que las empresas pagan menos impuestos y obtienen más beneficios que en cualquier otro lugar comunitario, en el que su industria local cuenta con especiales medidas de protección y en el que la fiscalidad indirecta es tres veces menor que en el resto de España, convirtiéndola fiscalmente en el suelo más valioso de Europa.