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La ULL celebra sus III Jornadas de Voluntariado dentro del Foro Universidad y Sociedad

viernes 10 de octubre de 2014 - 13:37 GMT+0000

El Aula Magna de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo de la Universidad de La Laguna acoge hoy miércoles 10 de diciembre las III Jornadas de Voluntariado, dentro del ciclo Foro Universidad y Sociedad, en una acción llevada a cabo conjuntamente con el Cabildo Insular de Tenerife, a través de su Oficina del Voluntariado. Alrededor de 200 alumnos se inscribieron en esta iniciativa, que pretende mostrar otra forma de construir el perfil ciudadano y enseñar, al mismo tiempo, distintas opciones de colaboración. Un total de 18 entidades de la sociedad civil participan hoy en las jornadas.

La consejera insular del Área de Acción Social, Educación, Juventud, Igualdad, Cultura y Deportes del Cabildo de Tenerife, Cristina Valido, participó en el acto de inauguración y señaló que para debatir cualquier aspecto del área de acción social siempre encuentra el apoyo de la universidad. “Este es el mejor sitio para hablar de solidaridad. Estoy convencida de que aquí están todos los perfiles académicos y multitud de valores. La mayoría de los voluntarios suelen ser universitarios, quienes están poniendo en práctica sus conocimientos a través de la labor humanitaria. Muchos se juegan la vida trabajando en ONG en países en vías de desarrollo, pero también aquí se puede acometer esta labor. Hay muchas organizaciones en las que uno puede sentirse útil, asociaciones que protegen a la infancia, que traban con enfermedades raras, protectoras de animales, de emergencias y seguridad, etc. Es muy difícil que una persona que quiera hacer voluntariado no encuentre el hueco que le ayude a ser más feliz”.

De hecho, Valido apuntó que no conoce a ningún voluntario que diga que no ha recibido más de lo que ha dado, al tiempo que afirmó que “la satisfacción de la entrega es inmensa”. Por ello la consejera insular invitó a los universitarios a acercarse al mundo del voluntariado. “En el norte de Europa no se entiende que no se haga voluntariado en algún momento de la vida; es una actividad que sin ser obligatoria se asume como obligada. En el sur del continente no es así, pero se está avanzando muy rápido en ello”. Con todo, la consejera es partidaria de ir cambiando las cosas: “En el ámbito del voluntariado, tenemos que renovar modos y maneras que con los años ya no nos dan respuesta”.

El rector de la institución académica, Eduardo Doménech, recordó que el Foro Universidad y Sociedad, tras unos meses de silencio, ha vuelto para, como ya es habitual, debatir acerca de un tema de trascendencia social, como es el caso del papel del voluntariado. Como Valido, también se mostró partidario de reformar este espacio de participación. “Los tiempos evolucionan y así deben hacerlo las sociedades cívicas de todo tipo. Es necesario introducir nuevas estrategias, herramientas y maneras de pensar. Lograr una sociedad mejor y más justa lleva esfuerzo y también conocimiento”, por lo que espera que estas jornadas, que se desarrollarán durante todo el día, ayuden a conseguirlo.

El momento de la innovación ciudadana

El profesor en excedencia de la Universidad de La Coruña Juan Freire fue el encargado de ofrecer la conferencia inaugural. Precursor del Grado en liderazgo e innovación por la Universidad de Mondragón, Freire disertó acerca del nuevo papel ciudadano en la era digital.

“Pensamos que la idea del voluntariado se ha diluido, cuando en realidad se ha expandido porque tenemos un papel cívico mucho más activo”, sostuvo el ponente. Para el también autor del libro digital “Manifiesto Crowd. La empresa y la inteligencia de las multitudes”, el citado manifiesto es una nueva forma de entender la participación de ciudadanos en la vida pública. Se trata de un deseo o una utopía de funcionar como multitud, orientada a la innovación y donde cada individuo aporta valor, y no como una masa indiferenciada.

Freire considera que estamos en un momento de participación ciudadana, de acción multitudinaria. “Ahí está el ‘crowd’: es el nuevo papel ciudadano, la innovación ciudadana, que sucede cuando se combina lo que es posible, con lo que la gente necesita o desea y lo que es viable”.

Esta idea del crowd, de la inteligencia de las multitudes, se está convirtiendo en una realidad porque está emergiendo un nuevo escenario a través de la aparición de tecnologías digitales que el ponente califica de sociales, porque permiten hacer cosas que antes eran impensables.

Estas tecnologías sociales empoderan a los individuos, continuó Freire, les permite tomar las riendas de sus propias iniciativas y además tienen carácter abierto. Así, los espacios públicos ya no son solo lugares de consumo pasivo, sino que los ciudadanos juegan un papel activo para innovar, para crear. Se trata pues de un nuevo modelo de relación. “Son laboratorios ciudadanos, una nueva forma de construir conocimiento”. A todo ello ayuda el hecho de que la información empieza a ser abierta,  no solo la finalista, sino también los propios datos.

Todo ello es revelador de una nueva cultura, definida por el prototipado (acción o experimentación continua), la cultura ‘makers’ (resurgimiento de lo manual, del hacer) y la cultura ‘hackers’ (procedente de comunidades informáticas que desarrollaban software libre). “Que haya una nueva cultura y que haya infraestructuras permite la innovación. No es que antes no fuéramos innovadores, es que no teníamos el potencial para serlo”.

La innovación ciudadana se caracteriza porque es comunitaria y porque genera inteligencia colectiva. “Ya no es que no me gusta el mundo y pido que se cambie, sino que yo participo en el cambio. Ya la decisión de cambiar las cosas no está en manos de unos pocos, sino de una multitud”. Aparece así el paradigma de lo pro-común, cosas que son de todos y son de nadie, pero en las que hay unas reglas del juego. “En el fondo todo son gigantescos procesos de diálogo”.

Hay que reivindicar la innovación como lo que realmente es, afirma el también socio fundador de Teamlabs o de mmodulUS. La innovación se solía confundir con tecnología, con lo digital, o con la capacidad de ganar dinero haciendo algo diferente. Para el ponente, de lo que hay que hablar es de innovación ciudadana, y dentro de ahí cabe la innovación tecnológica comercial, pero es la primera la que repercute en la segunda.

“Generar innovación ciudadana es incómodo desde el punto de vista político tradicional, y de hecho tenemos que crear una cultura de gobernanza abierta, que permita hacer mucho más con menos recursos”. Vinculándolo con el objetivo del curso, para Juan Freire los voluntarios son verdadero ejemplo de innovación ciudadana.


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