La introducción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el aula no tienen por qué suponer un avance si no van acompañadas de proyectos educativos concretos. ésta es al menos una de las conclusiones extraídas tras la celebración de unas jornadas sobre esta cuestión, desarrolladas simultáneamente en las dos universidades canarias a principios de mes. En cuanto al papel del profesorado en la renovación tecnológica, los participantes en esta iniciativa abogaron por la creación de planes de formación permanente para los docentes universitarios, además de servicios o gabinetes de apoyo que faciliten la inmersión en este nuevo ámbito de trabajo.
Las TIC representan uno de los elementos estratégicos en el desarrollo de la sociedad contemporánea que afectan a todos los ámbitos, sociales, políticos, económicos y culturales, declararon los participantes. «En consecuencia, desde las universidades de La Laguna y de Las Palmas de Gran Canaria, en cuanto instituciones con responsabilidad en la formación de los ciudadanos canarios, no podemos dar la espalda a los retos que representan la incorporación de las tecnologías digitales a los procesos educativos tanto en la modalidad de la enseñanza presencial como a distancia», argumentaron.
En este sentido, las TIC deben estar al servicio de la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje. «La mera incorporación de recursos tecnológicos a las aulas, si no van acompañados de un proyecto educativo, no significa automáticamente una mejora e innovación de lo que se enseña y aprende. A veces puede ocurrir que las nuevas tecnologías se usen con viejas pedagogías», advirtieron los docentes.
Otra de las conclusiones a la que llegaron los ponentes es que ante el actual proceso de cambio impulsado por la convergencia europea de las titulaciones y créditos de la enseñanza universitaria, las TIC pueden ser un «catalizador» para generar la renovación metodológica de la docencia flexibles y constructivas.
Para la generalización de las tecnologías de la información y la comunicación, en el contexto de la enseñanza universitaria, se requieren condiciones como el desarrollo de planes de formación del profesorado universitario, impulsados institucionalmente en cada universidad; mayores y mejores dotaciones de infraestructuras y recursos tecnológicos en las aulas y centros universitarios; y la creación de servicios o gabinetes de apoyo al profesorado integrados en el organigrama institucional de cada universidad. También resulta esencial el diseño y desarrollo de espacios institucionales en la red, a modo de campus virtuales, destinados a la educación a distancia o e-learning, y a que el profesorado desarrolle webs para apoyar la docencia presencial.
Los ponentes observaron asimismo que las instituciones universitarias deben posibilitar que el alumnado tenga acceso a la adquisición de ordenadores y acceso a las redes telemáticas, potenciando o creando fórmulas de financiación. «Ante la realidad que significa vivir en un territorio geográficamente fragmentado, como es el caso de las Islas Canarias, las TIC pueden y deben ser un instrumento para la colaboración en el desarrollo de cursos y experiencias formativas entre ambas universidades canarias. A su vez, también son un instrumento para que ambas universidades puedan planificar y desarrollar proyectos educativos coordinados tanto con universidades nacionales como internacionales», sostuvieron.
Los asistentes a estas jornadas consideraron que es necesario organizar encuentros y seminarios de presentación e intercambios de experiencias docentes en el uso de las TIC como estrategia para la mejora e innovación en la docencia en la universidad, por lo que propusieron la celebración de una segunda edición en 2004.
