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Rodríguez: «Hay que cambiar la idea de que la enfermería es una profesión subordinada a la de los médicos»

viernes 16 de abril de 2004 - 00:00 GMT+0000

El presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife, José ángel Rodríguez Gómez, afirmó ayer jueves 15 en la Universidad de La Laguna que hay que cambiar la idea de que la enfermería es una profesión subsidiaria a la de los médicos, una cuestión que, dijo, incluso los propios enfermeros siguen creyendo, alegó.

Rodríguez Gómez realizó estas declaraciones en el marco de unas jornadas sobre innovación en enfermería organizadas por el centro docente en el campus de Guajara, y, en concreto, por el departamento del mismo nombre. Para el presidente del colegio oficial, aunque existe desde noviembre de 2001 un real decreto que otorga a esta profesión autonomía y funciones propias, «muchos enfermeros siguen con la mentalidad de que su ámbito de actuación está subordinado al del médico, como de hecho proponía el decreto de 1960, ya derogado».

En opinión del ponente, la enfermería es una profesión ya desde el siglo pasado, mucho antes de que se reconociese como tal en la reforma del real decreto, basada en principios científicos, humanísticos y éticos. Esta idea se refuerza con la publicación en noviembre de 2003 de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, si bien reconoció que seis meses antes se presentó un borrador en el que se volvía a la situación anterior. La negociación con el colectivo médico propició el arreglo de esta situación.

Para Rodríguez Gómez la ley supone un claro avance, ya que su finalidad es proteger la salud de los ciudadanos y, para ello, nada mejor que fijar los niveles de competencia de los profesionales sanitarios, agregó. El presidente del Colegio Oficial de Enfermería se mostró favorable, en este punto, a que se reconozcan los cuatro niveles o categoría de los enfermeros, y se establezcan por tanto las diferencias retributivas desde el enfermero generalista hasta el consultor señor.

El ponente concluyó recalcando la dimensión humana de esta profesión, que no puede perderse de vista por más tecnificada que esté la sociedad. Lo que cambiará en este siglo es el cuerpo doctrinal, dijo, «que se orientará hacia un modelo interdisciplinar, competitivo y de enorme exigencia social».


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