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Tiana: «La LOE presenta soluciones que pueden generar discusión, pero que no son gratuitas»

jueves 17 de noviembre de 2005 - 00:00 GMT+0000

La III Conferencia de Decanos y Directores de Magisterio y Educación, órgano que reúne a los dirigentes de esta disciplina en el ámbito nacional, ha sido organizada este año por la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna. La primera intervención corrió a cargo del secretario general de Educación del Ministerio de Educación y Cultura, Alejandro Tiana, que expuso las líneas generales de la Ley Orgánica de Educación (LOE), actualmente en trámite parlamentario. A su juicio, el nuevo texto legal propone soluciones a los problemas del sistema escolar que pueden generar discusiones de toda clase, pero «no son gratuitas».

Previa a su intervención se celebró el acto inaugural en el que estuvieron presentes el presidente de la Conferencia de Decanos y Directores de Magisterio y Educación, Antonio Maldonado; el decano de la Facultad de Educación de la ULL, Amador Guarro Pallás; el alcalde de la Villa de Adeje, sede del encuentro, José Miguel Rodríguez Fraga, y el concejal de Cultura del mismo ayuntamiento, Gonzalo Delgado.

El alcalde del municipio sureño destacó varias actividades formativas desarrolladas en el mismo, como el Centro de Desarrollo Turístico que acoge la reunión, o las fluidas relaciones que mantiene con la Universidad de La Laguna. Esas palabras fueron aprovechadas por Maldonado para recalcar la importancia de que las instituciones educativas y las municipales estrecharan lazos. En su opinión, desde los ayuntamientos se puede favorecer una formación permanente, complementaria a la reglada, «más inserta en el tejido social e industrial».

Defensa de la LOE

Tras al acto protocolario de apertura, Alejandro Tiana procedió a exponer las líneas generales de la LOE, ley muy discutida pero que, a su parecer, puede resolver muchos de los retos que se plantean al sistema educativo español. En primera instancia, valoró la trayectoria experimentada por la educación estatal: en la generación que actualmente ronda los cincuenta años, sólo terminó el Bachillerato un 33%; en la actualidad, ese porcentaje es del 67%. «Este avance no es obra de un gobierno o de otro, es fruto de un esfuerzo colectivo durante muchos años».

Pero después de ese apunte optimista pasó a un diagnóstico de los principales problemas de la enseñanza primaria y secundaria actual: un 25% de los estudiantes termina la secundaria obligatoria sin titulación, lo cual es un nivel «inaceptable»; un alto porcentaje de los jóvenes abandona temporalmente los estudios para trabajar en empleos muchas veces precarios; y los cambios en la población, que dificultan la configuración de los grupos escolares.

Ante esta solución, Tiana reconoció varios retos para el futuro, poniendo especial atención al de procurar el éxito escolar de todos los alumnos durante la educación básica, aquella que la Constitución garantiza que sea «gratuita y obligatoria». «ésta es la que reciben los ciudadanos para poder afrontar su vida posterior. Por tanto, no se puede permitir que nadie quede fuera, ni que se salde con un fracaso. La meta debe ser el éxito escolar».

Para lograrlo, la nueva ley, según Tiana, apostará por acentuar el carácter educativo de la educación infantil y, sobre todo, enfatizar los esfuerzos en la primaria. «Los problemas y el debate sobre educación se suelen presentar en términos de secundaria, por lo que perece conveniente corregir y actuar en la fase previa, para intentar que no se presenten». Para ello, será necesario aumentar las medidas de apoyo y refuerzo, así como la atención a la diversidad.

Otro reto es aumentar el rendimiento general, pero sin caer en la segregación por capacidad. «Separar la crema del resto no soluciona nada. Países como Alemania lo hacen y tienen muchos alumnos excelentes, pero también muchos alumnos por debajo del nivel español. Se trata de conseguir buenos resultados con la totalidad». La medida principal para ese reto es fortalecer las competencias básicas y en la medida de lo posible buscar sistemas de «individualización» de la enseñanza.

Un objetivo fundamental es lograr la cohesión social de los estudiantes en un país con población cada vez más diferente. «Es un reto preocupante por lo que implica para el futuro». En este sentido, hay que apostar por las asignaturas de educación para la ciudadanía, la cual, según el ponente, se ha malinterpretado con fines partidistas como «valores zapateriles». «Qué hay de malo en formar a los estudiantes en cosas como los derechos humanos o la propia constitución? De verdad es tan insensato como dicen algunos ofrecer instrucción sobre valores cívicos, éticos, filosóficos y morales?», argumentó Tiana.


Archivado en: Docencia, ULL