Las dos primeras jornadas del Congreso Nacional de Bellas Artes «Las disciplinas artísticas y su enseñanza en la era in-disciplinar», que se celebra hasta hoy, jueves 15 de diciembre en el Aulario de Guajara de la Universidad de La Laguna, se han centrado en reivindicar el papel de las facultades dedicadas a enseñanzas artísticas como centros generadores de conocimiento. Eso sí, dadas las especificidades de la materia que abordan, los ponentes en su mayoría defendieron la necesidad de disolver las fronteras existentes entre teoría y práctica.
El lunes 13 se abordó la situación actual del arte contemporáneo en general, y de los métodos de enseñanza artística en particular. En este sentido, Josu Larrañaga, director del departamento de Pintura de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), sostuvo en su ponencia que la práctica artística actual no puede reducirse a la mera producción de obras de arte, sino que debe reflexionar sobre las condiciones en que éstas son recibidas por el público.
Daniel Lupión, profesor de pintura en el Máster de Teoría y Práctica del Arte en la UCM, hizo una defensa de la especificidad de las prácticas artísticas frente a la posición de los «Estudios visuales», que conciben el arte como un producto no diferenciado de cualquier otro tipo de imagen, como la publicidad o la televisión. Más tarde, Ramón Salas, director del departamento de Pintura y Escultura de la ULL, abogó por una revitalización de las facultades de Bellas Artes como centros culturales y por un impulso de la dimensión humanística de la Universidad, frente a las tendencias que la quieren convertir en un mero instrumento para la formación de profesionales.
También durante la primera jornada Miguel ángel Lomana, director del Departamento de Dibujo, Diseño y Estética de la ULL, manifestó su apoyo a la dimensión teórico-práctica de la formación artística. Por su parte, Pilar Blanco, decana de la Facultad de Bellas Artes de la ULL, explicó la opinión de la Conferencia de Decanos con respecto al proceso de reforma de los planes de estudio.
Estas ideas se debatieron en una mesa en la que se abundó en la importancia de eliminar la distinción entre teoría y práctica de las Bellas Artes. Existe cierta tradición según la cual los artistas hacen arte y los historiadores de arte teorizan sobre el arte. Se argumentó, sin embargo, que las Bellas Artes son un campo específico con su propio corpus teórico, algo que es así desde Leonardo da Vinci.
Por otra parte, los ponentes afirmaron la necesidad del compromiso de las facultades de Bellas Artes con el arte contemporáneo. No cabe concebirlas como centros reservados para el culto a la tradición, sino que, como cualquier espacio universitario, debe estar actualizado en el campo del conocimiento que le es propio.
En la segunda jornada se abordaron los diferentes modelos de enseñanza artística. Joan Llavería, decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia, expuso los modelos que desde su facultad se han impulsado para buscar relaciones con la sociedad. Por su parte Jose Vicente Martín, profesor de pintura en la Universidad de Elche, reflexionó sobre la enseñanza del arte moderno y Mariano de Blas, profesor de Pintura de la UCM, expuso el modelo inglés de enseñanza del arte.
A las intervenciones de Moustafa Al Yassin y Hagbard Sollos, que explicaron el modelo de enseñanza en los países nórdicos, siguió la de Lourdes Florido, profesora de escultura en la ULL, que contrastó modelos académicos de Francia, Alemania y Finlandia.
En la mesa redonda de la tarde, los ponentes se manifestaron a favor de una enseñanza del arte más abierta y dinámica, potenciando los talleres de creación y el aprendizaje a partir de prácticas tutorizadas combinadas con la asistencia a seminarios y conferencias.
