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Clausurado el XVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Marítima

viernes 03 de noviembre de 2006 - 00:00 GMT+0000

La Escuela Técnica Superior de Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval de la Universidad de La Laguna fue sede entre el 27 de octubre y el pasado 31 de octubre de 2006 del XVII Congreso Nacional de Medicina del Mar, organizado por la Sociedad Española de Medicina Marítima (SEMM) y la institución académica. Esta convocatoria reunió a médicos, técnicos navales y prestigiosos docentes de las facultades de medicina y de ciencias náuticas de todo el estado.

La participación de la ULL en la organización de este evento ha sido un reconocimiento de sus acreditados logros y apuestas en la investigación, la educación sanitaria y otras iniciativas encaminadas a promocionar la salud de los trabajadores del mar. Sirvan de ejemplo las 18 tesis leídas sobre la materia desde 1990 o las múltiples publicaciones y más de cien comunicaciones a congresos nacionales e internacionales relacionados con la medicina marítima.

Esta labor realizada en los últimos 15 años por un equipo interdisciplinario de marinos docentes, médicos, farmacéuticos, biólogos y profesores en general ha sido coordinada por Antonio Burgos Ojeda, profesor titular de medicina e higiene naval de la ULL, que resultó designado por unanimidad presidente de la SEMM durante la asamblea general de la sociedad celebrada durante le congreso, el pasado 30 de octubre.

Las actividades del congreso contaron con una inesperada sede a bordo del Buque Hospital Esperanza del Mar, gracias a la colaboración del Instituto Social de la Marina. Concretamente, 50 congresistas se desplazaron a Las Palmas a bordo de este buque para asistir a una sesión de esta reunión científica relacionada con la actividad del buceo profesional.

Conclusiones

Al finalizar el congreso se redactaron una serie de conclusiones, entre las que destaca la consideración de la pesca como una de las actividades más peligrosas, con índices de accidentes de trabajo mortales entre 4 y 9 veces más elevados que el total de trabajadores, si bien se registra una tendencia descendente. Aún así, entre 1999 y 2005 se ha registrado a una disminución de un 34,5 % del número total de accidentes de trabajo en la pesca y de un 21,98 % en la incidencia de accidentes laborales con baja, lo cual parece indicar que la labor en prevención está resultando eficaz.

Otra conclusión desvela que el aumento de la automatización a bordo ha disminuido el trabajo físico pero ha aumentado los riesgos psicosociales y el aislamiento social de los trabajadores del mar. En todo caso, se hace evidente la necesidad de un buen diseño de las listas de comprobación (check-list) para el control de los riesgos laborales tanto a bordo como en los puertos, así como incentivar la cultura de prevención y homogeneizar la recogida de datos en los puertos.

También se debatió la conveniencia de los reconocimientos médicos de los alumnos de Náutica como un punto importante en la prevención de riesgos laborales, así como la necesidad de que las comunidades autónomas fijen criterios comunes para las autorizaciones de los médicos para firmar los reconocimientos a los buzos en sus libretas profesionales.

El mundo del buceo fue especialmente considerado a lo largo del encuentro. Por ello, se resolvió desaconsejar la práctica profesional a buceadores mayores de 50 años; mejorar las condiciones de enfermería en cámaras hiperbáricas y mejorar las aptitudes en atención primaria en todo el personal que participe en el transporte de buceadores accidentados, ya que este tipo de cuidados son vitales.

En las conclusiones se hizo un reconocimiento y felicitación expresa a la buena labor que realizan los dispositivos españoles de atención a los inmigrantes llegados a Canarias por vía marítima, entre los que se cuentan Cruz Roja, el buque hospital Esperanza del Mar, el voluntariado y otros profesionales.


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