Los alumnos de la sexta promoción del Programa para Mayores de la Universidad de La Laguna celebró el viernes, 15 de junio de 2007, su acto de graduación en el salón de actos del Colegio Mayor San Agustín. En él estuvieron presentes el rector de la ULL, Eduardo Doménech, la consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, Marisa Zamora, la consejera de Asuntos Sociales del Cabildo de Tenerife, Cristina Valido, y el director académico del programa, José Arnay.
Para el rector de la ULL, esta iniciativa formativa ejemplifica uno de los objetivos que se ha propuesto en su recién estrenado mandato, conectar con la sociedad. «Estamos firmemente convencidos de la necesidad de abrir la universidad a la sociedad, y qué duda cabe de que el Programa de Mayores simboliza la perfecta conexión entre los dos entornos que tratamos de potenciar», señaló Doménech, quien además recordó que el sector al que va dirigido el programa, las personas con más de 50 años sin experiencia universitaria previa, suponen un público «nada desdeñable» en unos momentos en los que las universidades se están replanteando sus políticas de captación de alumnado.
El rector se refirió a los problemas económicos que ha sufrido el programa en el pasado, y que están en vías de solución en estos momentos gracias a la colaboración prestada por la Consejería de Empelo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias y la de Asuntos Sociales del Cabildo de Tenerife También aventuró un futuro provechoso para el programa, pues no solamente se está afianzando su oferta en La Laguna, sino que se ha llegado a su tercera edición en el municipio de Adeje.
Por su parte, José Arnay mostró su alegría por celebrar nuevamente un acto de estas características, pues la graduación de la promoción pasada no pudo llevarse a cabo debido a los problemas financieros mencionados por el rector.
El responsable académico del programa tuvo unas afectuosas palabras para los alumnos que se graduaban, pues en su opinión eran una buena muestra de que «la edad no es ningún obstáculo para casi ninguna actividad, si se goza de una salud aceptable, hay ganas y se dispone de las condiciones mínimas para hacerlo».
Arnay recordó las virtudes que tiene este tipo de enseñanza para sus alumnos: «Ya tenemos ciertas evidencias científicas de que cuando la persona mayor realiza un aprendizaje sistemático, mejora su autoestima, se incrementa de forma considerable su bienestar general, mejora en parámetros de salud y disminuye la medicación. También las experiencias de aprendizaje sirven para combatir las situaciones de soledad y de depresión, se mejoran sustancialmente los contactos sociales, creándose una red de relaciones y amistades con las cuales compartir nuevas actividades y proyectos. En definitiva, les cambia la vida».
Asimismo, el responsable del Programa para Mayores reivindicó que iniciativas como la que dirige serán cada vez más necesarias en un futuro próximo, ya que está demostrado que la población Europa va a envejecer los próximos años debido, en parte, al aumento de la esperanza de vida, por lo que el colectivo de personas mayores con inquietudes formativas va a ir en aumento. «Dado que todos inexorablemente envejecemos, lo importante será tener oportunidades y servicios que nos permitan tener un envejecimiento activo y creativo. Actualmente las personas mayores pueden vivir en España más de 20 años en buenas condiciones después de la jubilación. Son muchos años que debemos mantener con ilusión».
