El Instituto Universitario de Desarrollo Regional de la ULL realizó entre el 23 de abril y el 13 de mayo de 2007 una encuesta entre el alumnado universitario con la intención de estudiar las posibilidades de penetración del tranvía en este segmento de población antes de que dicho transporte público entrara en servicio. Hoy, viernes 14 de diciembre de 2007, Rosa Marina González Marrero, profesora de departamento de Análisis Económico responsable del estudio, presentó en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales sus principales resultados.
En el acto también estuvieron presentes el rector de la institución académica, Eduardo Doménech Martínez; el coordinador general de Movilidad y Seguridad del Cabildo Insular de Tenerife, Manuel Ortega; y el director del Instituto Universitario de Desarrollo Regional, Manuel Navarro Hernández.
Antes de comenzar la presentación, el representante de la corporación insular manifestó la posición institucional de fomentar el transporte público ya que es la única forma de solucionar los actuales problemas de saturación de tráfico. Para configurar esta red de transporte, será necesaria la aportación continua de estudios técnicos para avalar la toma de decisiones, por lo que aseguró que la colaboración con la ULL será muy demandada. Hay que romper una lanza en el discurso político por el transporte público, creando incentivos para sus usuarios, pero también barreras y penalizaciones para quienes hagan un uso irracional del vehículo privado, dijo.
Estudio
El estudio se realizó antes de que el tranvía empezara a funcionar, y está en proyecto la realización en 2008 de otra encuesta similar en la que se pregunte al mismo segmento de población qué uso hacen del transporte público. De la comparación de los resultados de ambos trabajos se podrán extraer conclusiones más concretas sobre el comportamiento de los estudiantes para desplazarse a sus centros de estudios. En este primer estudio, realizado a través de Internet, participaron 2.212 personas.
Tal y como reveló Rosa Marina González, la tendencia del alumnado de la ULL a utilizar mayoritariamente el vehículo privado es reflejo de la situación global de Tenerife: en la isla ya en 2003 se registraban 274 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a una media nacional de 153, y, según datos de 2007, en el área de Santa Cruz/ La Laguna se da 1,4 coches por habitante. Todo ello es indicador de la situación de verdadero colapso de las redes viarias insulares, y pone de manifiesto la necesidad de incentivar el uso de transporte público colectivo frente al privado.
Los resultados descriptivos de la encuesta indican que un 43% accede a los campus en un vehículo propio. De esos, un 78% viaja solo y un 56% posee garaje propio. El 27% de los estudiantes viaja en guagua pero, como puntualizó la investigadora, se trata de una demanda cautiva que utiliza el transporte público por carecer de coche, por lo que dejarán de utilizar la guagua en cuanto su poder adquisitivo les permita adquirir vehículo propio. El 14,5% va a pie al campus por residir cerca; el 7,4% va de pasajero en un vehículo privado, y el 5,7% utiliza el circuito universitario.
El estudio revela que la geografía es un factor que determina la preferencia sobre el uso de un medio u otro. En general, el vehículo propio es la opción casi exclusiva en residentes en los municipios del norte y el sur de la isla, lo cual es lógico ya que su oferta de transporte público es menor. En cambio, el uso de guagua es mayor en el área Santa Cruz Laguna.
La encuesta preguntaba la disposición de los usuarios a cambiar de medio de transporte una vez entrara en servicio el tranvía. Como era previsible, los estudiantes provenientes del sur rechazan este vehículo, ya que les supondría tener que realizar trasbordo e invertir mucho tiempo en el trayecto, mientras que los del área metropolitana se mostraban más predispuestos. Los usuarios de guagua son los que se mostraron más proclives a cambiar de medio de transporte a favor del tranvía, y los que menos, los usuarios de coche particular.
El estudio propone a las administraciones públicas y la universidad una serie de medidas para que las valoren, encaminadas a aumentar el uso del transporte público. La especialista cree que al mismo tiempo que se incentive éste, habría que penalizar el uso de coche particular. Una primera medida propuesta es actuar de manera más contundente sobre la práctica de estacionar incorrectamente, tanto dentro de los campus como en los espacios públicos adyacentes. Para apoyarse, la experta mostró unas fotografías en las que se mostraba el colapso de los aparcamientos, con vehículos estacionado sobre la acera o los pasos de peatones, e incluso obstaculizando las paradas de guaguas.
Así, las propuestas para solucionar la situación pasarían por incentivar el uso compartido del vehículo, dar prioridad en los aparcamientos a individuos con problemas de movilidad o a los que acceden de zonas lejanas que requiere invertir mucho tiempo en el trayecto; y restringir de algún modo el estacionamiento a los alumnos que proceden de zonas con fácil acceso al transporte público y que se han visto beneficiados con la introducción del tranvía. Para este ultimo caso, la especialista recomendó estudiar la posibilidad de tarificar el estacionamiento para así persuadir acerca del abuso de coche propio. La experta recomendó como contrapartida a esta medida el establecimiento de aparcamientos fuera de los campus adecuadamente localizados y eficientemente conectados con servicios de transporte público hasta los centros de estudio, con servicios de microbuses con una frecuencia elevada en hora punta que permitan desplazarse hasta las paradas del tranvía.
