Gabriel Santos, director de EnoTenerife Gestión de Eventos y codirector del curso de la Universidad de Verano de Adeje dedicado a la interacción entre gastronomía, enología y turismo, considera que en la promoción de los vinos canarios el primer objetivo debe ser la propia población local. “Si la gente de aquí no disfruta en primer lugar el producto canario, va a ser difícil que luego lo puedan vender a los que vienen de fuera”.
Con esa idea de difundir los productos canarios entre los más jóvenes, la sesión del curso de hoy mmiércoles 20 de julio fue eminentemente práctica, y en ella se dio a conocer la actividad de dos bodegueros Pedro Álvarez, de “Tierra de Aponte”, y Felipe Monje, de “El Monje”. Tras explicar cómo han desarrollado ellos sus actividades de turismo gastronómico, procedieron a una pequeña cata de vinos en la que los alumnos probaron diferentes caldos y expresaron su opinión.
Santos explica que tras ese ejercicio de cata, los jóvenes demostraron, para su sorpresa, un gran compromiso con el producto local. Muchos de ellos preguntaron por qué los vinos canarios son más caros que los del resto de España, y los bodegueros explicaron que obedece a que las producciones se desarrollan en pequeños minifundios, no son muy grandes, hay que traer las botellas y corchos de fuera, y, por tanto, hay una serie de factores que lo encarecen.
Esta es la tercera edición de este curso sobre enogastroturismo que desarrolla en la Universidad de Verano de Adeje, que se suma a los que se desarrollan dentro de la oferta de Cursos Interdisciplinares de la Universidad de La Laguna. El objetivo es llegar a la población joven de Tenerife. “Es el futuro del sector, si no los ganas ahora para que consuman vino y conozcan los productos locales, el futuro está cerrado”.
El especialista explicó que en los últimos tres años se han dado avances para lograr ir insertando la gastronomía y el vino dentro de la oferta turística canaria. Hay muchas iniciativas empresariales privadas que están empezando a funcionar, y a través de Turismo de Tenerife hay aportaciones importantes, la última de las cuales ha sido la incorporación como socios en un importante grupo gastronómico nacional denominado “Saborea España”, de modos que desde marzo ya existe un “Saborea Tenerife” cuyo órgano gesto se está diseñando ahora.
Explicó que la principal dificultad radica en conjugar coordinadamente la actividad de muchos actores locales para lograr un producto interesante. A su juicio, “lo ideal sería aglutinar todos los esfuerzos bajo un mismo paraguas”, que podría ser, precisamente, la iniciativa “Saborea Tenerife”.
Para Santos, un avance importante sería que los bodegueros apoyaran la creación de una denominación de origen común, dentro de la cual se podrían añadir las variedades locales actualmente expresadas en las cinco denominaciones de origen de la isla. “Creo que la palabra ‘Tenerife’ aplicada a un vino simplificaría mucho las cosas, porque el turista podría asociarlo rápidamente con la isla”.
De igual modo que “Rioja” se refiere a una gran cantidad de bodegas con productos muy diversos, lo mismo podría darse en la isla. “Hay peculiaridades de cada vino que se deben considerar, pero desde la administración insular, de igual modo que hay una marca ‘Turismo Tenerife’, debería hacerse una apuesta muy firme por crear una denominación similar para el vino”.
El vino de Tenerife es prefiloxérico, es decir, que hay variedades de vid con más de quinientos años, una característica que no abunda en el mundo. A ese respecto, el ponente recordó la anécdota de un touroperador italiano que, al ver una viña de 150 años, no paró de sacarle fotos mientras decía: “Solamente el hecho de venir a ver esta viña ya es un producto turístico para vender”. Para Santos, esto es un buen ejemplo de que el enoturismo también tiene un gran potencial para poner en valor elementos de la historia de Canarias.
