En el marco de la Universidad de Verano de Adeje el doctor y psicólogo clínico Francisco Javier Urra, explicó ayer, martes 26 de julio, que es necesario “educar a los niños y jóvenes en la riqueza de la bondad”. Aseguró que es imperioso “cambiar la visión de clientes que tienen los jóvenes, quienes deben entender y aceptar que no lo son”.
El experto aseguró que la familia y en general la sociedad, debe reconstruir el mensaje educativo. En este sentido aclaró que la educación en España, “en general va bien" pues el sistema funciona y el profesorado es bueno y se va a cualificar mucho más con el "Plan Bolonia", si bien cree necesario filtrar a ese porcentaje de profesores que no son vocacionales. También aseveró que “los padres tienen que apoyar a los profesores de la escuela y no convertirse en equívocos abogados de los hijos. Hay padres que se ponen en favor del niño, haga lo que haga”.
El experto considera que los profesores deben tener autoridad y que “hoy en día educan los padres, la escuela, las redes sociales, los medios de comunicación y el entorno en general”, por lo que es fundamental que priorizar y dar importancia "a lo que verdaderamente la tiene”.
Sociedad líquida
Durante su ponencia Urra preguntó "¿educar para que?", y sentenció que para afrontar "una sociedad líquida, un mundo cambiante en el cual la esperanza de vida de los niños es de 100 años, la probabilidad de tener la misma pareja toda la vida es escasa y conservar mismo trabajo toda la vida es casi nula, en el que aparentemente importa la economía pero no es así del todo ya que los problemas reales de las personas pueden y de hecho lo son, la abuela con Alzheimer, el niño y el colegio, etc”.
Expresó la necesidad de educar para marcar unos valores más éticos y utilizando criterios concretos: "Hay que ofrecer cariño, teniendo contacto con nuestros hijos, interactuando con ellos.llevarnos a nuestro hijo a ver un amanecer, así le estaremos proporcionando una visión de la naturaleza y estaremos generando algo en común”.
Finalmente, Urra declaró que aunque hay un exceso de información, la gente no lee ni interpreta, por lo que insistió en que la formación profesional es una riqueza y hay que enseñar a los jóvenes a ser flexibles y a tener un pensamiento alternativo en todos los aspectos profesional, educativo y en la pareja.
