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El rector presenta ante el Claustro su informe sobre el estado de la universidad

miércoles 04 de diciembre de 2013 - 14:20 GMT+0000

El Paraninfo de la Universidad de La Laguna acogió hoy miércoles 4 de diciembre el debate claustral sobre el estado del centro académico. Se trata de una sesión que se celebra anualmente y en la que el rector, Eduardo Doménech, presenta su informe sobre la situación de la institución docente, que posteriormente es contestado por los grupos que conforman este órgano colegiado. Los principales puntos debatidos por el rector fueron el reciente proceso de fusión de centros y departamentos, la necesidad de un marco financiero estable y la pertinencia de un Pacto por el Rendimiento y el Aprendizaje.

Doménech comenzó su intervención para informar de lo que a su juicio son los retos inmediatos que debe afrontar la Universidad de La Laguna. Entre estos propósitos de alcance inmediato, se detuvo en explicar el proceso de fusión de centros y departamentos, abordado el pasado curso y que toca ahora poner en marcha. “El proyecto de fusiones no sólo tenía una motivación económica y de mantenimiento de nuestra plantilla, sino que desde una perspectiva a medio y largo plazo se trataba de una medida que pretendía fortalecernos institucionalmente, a través de una mejora de la eficiencia, una reducción de las disfuncionalidades organizativas, y una estructuración en torno a unidades académicas con un mayor nivel de agrupamiento y cohesión interna”.

En opinión del rector, resultaba insostenible económica y socialmente que en un contexto de restricciones la ULL continuara manteniendo desequilibrios organizativos tales como centros con pocas titulaciones y un número reducido de alumnado, áreas de conocimiento desdobladas en varios departamentos, estructuras administrativas y de servicios desequilibrados y desiguales.

“La vocación que me mueve es de cambio sin miedo a las repercusiones internas, por tanto, no me atan ni favores, ni intereses particulares, ni presiones sectoriales, ni expectativas de continuidad, que me sometan a desviarme del objetivo de la mejora de nuestra universidad”, alegó el rector ante el Claustro. Doménech tildó en este punto de “radicalmente falso” las críticas sobre falta de participación en este proceso: “Hemos ofrecido cauces para que todo el que quisiera pudiese hacer oír su voz”, espetó.

El rector reconoció que queda aún el proceso más delicado de constitución formal de los nuevos centros, y señaló que el papel de quienes lideren la transición es fundamental. Añadió que se ha aprovechado esta iniciativa para propiciar la elaboración opcional de planes estratégicos de los nuevos centros y departamentos. Para ello se ha creado la Oficina de Dirección Estratégica, “que ayudará a alinear las realidades organizativas que constituyen la institución con los objetivos estratégicos de la ULL y, en especial, tiene como objetivo fundamental establecer un modelo estratégico de futuro para la ULL, aportando mayor solidez a las funciones de difusión y transparencia de la Universidad sobre sus actuaciones e iniciativas y los resultados obtenidos”.

El rector hizo también mención a los objetivos no alcanzados o las tareas que quedan aún pendientes. Entre ellas señaló la escasa oferta de docencia no presencial, la limitada internacionalización docente e investigadora, las dificultades para realizar la transferencia de conocimiento a las empresas y la sociedad, la insuficiente captación de recursos externos y las deficiencias en algunas infraestructuras.

Otro de los retos mencionados por el rector es la próxima aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo del PAS funcionario. “A nadie se le escapa que un proyecto de este calibre sin ampliar nuestro capítulo de personal resulta limitado”, reconoció el rector, quien añadió que, pese a ello, la capacidad innovadora debe suplir la falta de recursos económicos y la necesidad de búsqueda de nuevos perfiles profesionales acordes con los nuevos tiempos.

El rector también se detuvo en los aspectos financieros de la institución académica. “No podemos seguir funcionando en un contexto de inseguridad financiera”, alegó. Por eso señaló que insistirá en la oportunidad de establecer un marco de financiación estable para las universidades públicas canarias. “Después de mucho insistir en público y en privado, por fin la Dirección General de Universidades ha activado el proceso de negociación del nuevo Contrato-Programa”, avanzó.

Así, apuntó dos condiciones de partida para esta negociación: ficha financiera y ley de financiación. “O lo que es lo mismo, establecer un adecuado marco de garantías para que este proceso arranque en claves de utilidad y con perspectivas de llegar a algo que sea coherente con lo que nos reclaman los nuevos tiempos. Porque para repetir fórmulas insuficientes ya tenemos la historia reciente”.

Relacionado con el reto de la financiación, el rector hizo referencia a la tendencia de algunas consejerías a romper el equilibrio interuniversitario. “Me refiero a la falta de concreción del compromiso de ceder espacios para dar respuesta a la precaria situación de la Facultad de Educación y, más recientemente, al caso de la desaparición del ITC y la transferencia de sus recursos a la ULPGC”. En este punto, Doménech fue tajante: “Este rector no permitirá que se profundice en una línea de gestión muy destructiva no sólo del contexto de colaboración logrado entre la ULL y la ULPGC, sino del mismo equilibrio regional”.

En los dos casos, la ULL ha actuado con una posición institucional, defendió el rector, abriendo todas las vías de negociación posibles con los interlocutores responsables, dígase en el caso de La Aneja la viceconsejera de Educación, y en el del ITC con el Gobierno de Canarias. “Y mantendremos los cauces de comunicación hasta donde sea posible para garantizar el acuerdo. Pero en el caso de que no lleguemos a ello, seré el primero en ponerme a la cabeza de las movilizaciones para pedir un trato equitativo para la ULL”.

Otro de los retos mencionados en su intervención es la  mejora de los indicadores de funcionamiento docente e investigador, para lo cual solicitó el acuerdo necesario para afrontar los resultados de rendimiento académico y de investigación. Así, anunció que en 2014 se formalizará ante el Claustro el Pacto por el Rendimiento y el Aprendizaje. A partir del grupo de trabajo constituido por varios vicerrectorados, se ha elaborado un informe sobre el rendimiento académico en la ULL con una descripción de la evolución de los resultados de los nuevos grados (tasas de éxito, abandono, rendimiento, graduación y eficiencia). A partir de aquí se ha constituido una comisión para la dinamización del pacto,  formada por los diferentes sectores de la comunidad universitaria. El objetivo es culminar en 2014 con la celebración de un Claustro en el que se aprobará dicho pacto y la consiguiente puesta en práctica de las medidas acordadas.

En cuanto al plan estratégico de investigación, el rector reconoció que se ha retrasado por problemas asociados a la obtención de los datos para su elaboración, aunque adelantó que ya se tiene un primer borrador que se presentará en el primer trimestre de 2014.

El rector también señaló como propósito institucional una mayor competitividad y proyección internacional. “El logro alcanzado con el proyecto CEI y su posterior evaluación positiva se ha visto amplificado por la incorporación de las áreas del CEI Canarias en la Estrategia de Especialización Inteligente (RIS 3) de Canarias, parte esencial de la estrategia Canarias 2020”, explicó.

Las bases para la formulación de una Estrategia de Especialización Inteligente adaptada a la realidad de Canarias en el marco de la Estrategia Europa 2020 ha contado con el CEI Canarias como eje fundamental de su diseño, adelantó el rector. “El papel de la ULL y la ULPGC en la confección de este documento ha sido muy activo, y la memoria del CEI Canarias ha sido un documento clave en su desarrollo”. Este resultado proyecta la relevancia del CEI Canarias al periodo 2014-2020, referente para la comunicación con la UE y clave para la financiación de la I+D+i en Canarias.

“A pesar de los reveses recibidos, sigo convencido en la necesidad de juntarnos, de ejercer responsablemente la capacidad para dialogar, negociar y pactar para llegar acuerdos que beneficien a nuestra universidad”, concluyó el rector, quien se reafirmó en su capacidad de diálogo con todos los sectores.

Con todo, apuntó que para que sea efectiva la participación debe seguir unos cauces. “Y este marco normativo define claramente dónde se delibera (Claustro), dónde se decide (Consejo de Gobierno) y dónde se gestiona (Consejo de Dirección). Todo lo que añadamos a esto bienvenido sea, pero sin pretensión alguna de sustituir, ni condicionar, sino de coadyuvar”.

Respuestas de los grupos

Tras la intervención del rector, le tocó el turno a los grupos claustrales de alumnos. El primero en intervenir fue, del sector del alumnado, AEULL, quien mostró su preocupación por el reciente incidente en la Facultad de Medicina, donde le cayó un cascoque de un falso techo a un alumno, sin que hubiera que lamentar daño físico alguno. “Esto podría haber pasado en la Facultad de Educación o en el Aulario de Guajara”, repuso. El representante del alumnado preguntó por la situación de la cafetería del campus de Guajara, aún cerrada. Alabó la idea de abrir secretarías en horario de tarde, así como la posibilidad de acudir a la administración electrónica, calificada como la gran desconocida para el alumnado. El mismo grupo criticó los métodos de enseñanza de algunos docentes, que todavía continúan con las clases magistrales, poco edificantes para el estudiantado, al tiempo que también tuvo palabras para rechazar el desmantelamiento del Instituto Tecnológico de Canarias.

ICEP, también del sector del alumnado, pidió un mayor esfuerzo con los estudiantes de especiales necesidades económicas. Reivindicó el papel de los alumnos como uno de los pilares fundamentales del sistema universitario español, y por eso criticó que los centros de alojamiento de la ULL estén aquejados de algunas deficiencias a la vez que de la insuficiente conectividad wifi en algunas de sus dependencias. También solicitó mayor transparencia a la Fundación General Universidad de La Laguna, al tiempo que rechazó las tasas que cobra esta entidad en sus cursos a los estudiantes.

Por su parte, IURE lamentó el estado de la Facultad de Derecho, donde se interrumpieron algunas clases por las goteras en clases durante esta semana a causa de las lluvias. Condenaron los incidentes acaecidos en las últimas movilizaciones, donde algunos manifestantes rompieron parte del mobiliario universitario. Como en el caso anterior, también pidió una mayor actualización de los métodos de enseñanza y del cumplimiento de las guías docentes por parte del profesorado. Nuevamente, también se censuró el cierre de la cafetería de Guajara.

EUPAS, del sector del personal de administración y servicios, apuntó que el equipo de gobierno no ha escuchado a todos los sectores en el proceso de fusiones de centros y departamentos, en el que el sector del PAS ha quedado excluido. Agregó que el único motivo que realmente explica esta acción es el puramente económico. Sobre el plan de contención del gasto corriente, afirmó que más del 80% del ahorro obtenido se hace a costa de perjudicar el servicio público y sobre la reducción de las prestaciones en los contratos de seguridad y limpieza.

Este grupo claustral dijo que mientras se crea un espacio web sobre Gobierno Abierto, se deja de responder las peticiones de información realizadas por este colectivo, en especial sobre las encomiendas de gestión de la Fundación General a la ULL. Por su parte, Grupo del PAS criticó el procedimiento de elaboración de la nueva RPT del personal funcionario, al tiempo que dijo que las cartas de servicio de las unidades de trabajo, a día de hoy, son papel mojado.

Liga del Profesorado Universitario habló de la tardanza en la presentación del plan estratégico de investigación, anunciado en varias ocasiones. Apuntó la perplejidad de este grupo por la inhibición del resto de grupos en la presentación de propuestas de resolución sobre el proceso de fusiones de centros y departamentos. “Puede ser que esto indique cierta apatía institucional o significa, podría ser, que el Claustro ha perdido su papel como órgano de debate y reflexión de los asuntos generales de la ULL”. Este grupo puso en valor el papel del PAS en la nueva reorganización de centros y departamentos.

PAS en Acción alabó que el equipo de gobierno cumpliera con sus objetivos, aunque criticó la excesiva rapidez y la selección de algunas medidas que perjudican a la Universidad. Para este sector, el estado de la universidad es “nefasto”. Este colectivo no comparte que se hable de cohesión institucional y, a la vez, se persista en la denuncia al grupo claustral AMEC. Además, se mostró contrario a la exclusión del PAS en el proceso de remodelación de centros y departamentos. También fue muy negativo con la puesta en marcha de títulos propios que ponen a la institución en manos de empresas privadas. Para este grupo claustral, las condiciones laborales han empeorado, con menos sueldo, más horario y menos días libres. “Hay ahora más diferencias de salario entre los trabajadores de la ULL que antes. Esta universidad es hoy una universidad menos pública que nunca”.

EDUCCA, del sector del alumnado, criticó también el modelo de enseñanza universitaria dentro del Espacio Europeo de Educación Superior. Señaló que las delegaciones de alumnos no tienen legitimidad dentro de la universidad y no son escuchadas. Alabó la apertura de las secretarías en horario vespertino y solicitó una mejora de las infraestructuras. Censuró asimismo el cierre de bibliotecas en épocas de máximo estudio por la cercanía de los exámenes.

ACE, por su parte, se mostró contrario a la subida de tasas. La normativa de progreso y permanencia, tildada de excesiva y desproporcionada, fue otro asunto abordado por los estudiantes. “Esta normativa va a significar menos alumnos y menos universidad”. También hizo referencia a la necesidad de contar con todas las salas de estudios abiertas en épocas de exámenes, al igual que el Servicio de Biblioteca, y pidió que se habiliten espacios para personas con movilidad reducida.

AMEC fue muy negativo con el estado en el que se encuentra la ULL. Cientos de alumnos se han visto obligados a abandonar sus estudios por la subida de tasas, dijeron, a lo que la universidad responde con “parches microscópicos”, en su opinión, refiriéndose a  las ayudas de la ULL y a la posibilidad de solicitar micro créditos. Este grupo también criticó la puesta en marcha de la normativa de progreso y permanencia. Sobre el informe del rector, calificado de autocomplaciente, se mostró contrario a que se presente como éxitos hechos que son de obligado cumplimiento, como es el caso de la matrícula por Internet de todos los alumnos.

Renovación Convergente, finalmente, se posicionó muy a favor de la política universitaria llevada a cabo por el rector, en un tiempo de crisis como el actual, por lo que alabó su valentía y su buen hacer.


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