El Programa Universidad para Mayores de la Universidad de La Laguna acaba de finalizar su curso académico con la graduación de su décimo tercera promoción. La celebración de este año, que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias de la Información hace escasos días, tiene un sentido especial, ya que esta iniciativa académica ha cumplido quince años de existencia.
Se trata de un programa docente de tres años de carácter multidisciplinar en el que han participado un elevado número de alumnos mayores de 50 años, que no contaban en la mayoría de los casos con formación universitaria, por lo que esta acción les ha procurado un bagaje de conocimientos extenso y variado.
José Arnay, director académico de esta iniciativa, recalcó precisamente en el acto de clausura y de entrega de orlas los quince años de actividad ininterrumpida que han permitido, en un cálculo promedio, que alrededor de unas 2.000 personas mayores de 50 años se hayan beneficiado de esta oferta formativa en la Universidad de La Laguna.
“Una oferta que ha ido alcanzando su propia madurez, tanto en la continua mejora y adaptación de sus enseñanzas, como en la propia experiencia del profesorado que, en un principio, estaba poco habituado a ejercer la docencia con este tipo de alumnado”, agregó Arnay. “Con el transcurso de estos años ha ido adquiriendo las habilidades necesarias para tratar de cumplir con las exigencias que implica realizar una divulgación científica y humanística de calidad, al mismo tiempo que se pretende hacer un esfuerzo por trasladar disciplinas con cierta complejidad haciéndolas accesibles al conjunto del alumnado”.
Así, el docente destacó que facilitar el acceso a disciplinas como la Astronomía, las Matemáticas, la Biología, la Historia del Arte o la Literatura Universal, entre otras muchas, no es labor sencilla. “Gracias a este esfuerzo del profesorado, el interés por el conocimiento y la cultura ha dado siempre buenos resultados”.
José Arnay también tuvo palabras para el alumnado que cursa el programa. “En quince años de actividad docente hay muchas vidas, muchas personas, cada una con su propia personalidad, pero todas con el denominador común de las ganas de aprender, con ganas de incrementar su acervo cultural”. El responsable del programa universitario, dependiente del Vicerrectorado de Relaciones Universidad y Sociedad, destacó la constancia demostrada por un numeroso grupo de personas que, año tras año, siguen participando en las actividades, bien como alumnado o a través de la Asociación de Mayores.
“Sabemos que el camino recorrido ha sido importante, pero también sabemos que por delante existen nuevos retos que debemos afrontar con creatividad. Debemos intentar mejorar nuestra oferta intentado que las metodologías docentes sean aún más originales y que respondan a los distintos intereses y sensibilidades de nuestro variado y diverso alumnado”, concluyó.
El rector, Eduardo Doménech, sostuvo que el Programa Universidad para Mayores aglutina la aspiración más social de la institución, dando cabida a conceptos como el envejecimiento activo y el aprendizaje a lo largo de la vida. “Se trata de un medio para abrir las aulas a colectivos que, por una razón u otra, no pudieron o no quisieron acceder a los estudios superiores en su momento, y que ahora pueden actualizar sus conocimientos acerca de diversas materias con toda la rigurosidad que cabría esperar de la universidad”
Prueba del éxito de esta iniciativa, añadió Doménech, es el cariño y fidelidad que genera en una gran proporción de las personas que cursan sus tres años. Así, parte de su antiguo alumnado desea permanecer vinculado de algún modo a esta iniciativa y, por ello, ha fundado la Asociación de Mayores de la ULL, relató. “Como universidad, nos gusta sabernos útiles para las personas, y estoy convencido de que este programa contribuye al bienestar de una parte de la ciudadanía, lo cual es un motivo de orgullo para la institución”.
