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Murillo: “Vivimos en la perplejidad del cambio constante y debemos preparar a los universitarios para ella”

miércoles 15 de julio de 2015 - 08:36 GMT+0000

En opinión de José Francisco Murillo Mas, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga, el objetivo de la formación universitaria debe ser “preparar a los estudiantes para la perplejidad del cambio constante” al que están abocados en la sociedad contemporánea, en la cual los cambios se suceden a una velocidad vertiginosa y, por ello, crean un clima de incertidumbre. “Debemos dejar ya de decir eso de que las universidades deben adaptarse a las necesidades de la sociedad y la empresa, porque cuando el alumnado que entra hoy a estudiar termine dentro de cuatro años, esas necesidades habrán cambiado”.

Murillo Mas ha sido el encargado de inaugurar hoy, miércoles 15 de julio, las VI Jornadas de Innovación Educativa, que se celebrarán hasta mañana, día 16, en el salón de actos de la Sección de Ciencias de la Información. El encuentro fue inaugurado por el rector de la ULL, Antonio Martinón, y la vicerrectora de Docencia, Ana Isabel Jiménez.

Durante su intervención, el ponente inaugural quiso resaltar la importancia que tiene la docencia universitaria y criticó cómo ésta ha sido ninguneada. Así, citó por ejemplo que los diferentes rankings de universidades que están desarrollando varias instituciones internacionales siempre resaltan el valor de la investigación y apenas tienen en cuenta la dedicación docente. A su juicio, la propia universidad española tiene poco en cuenta este factor, e ironizó que “los quinquenios” que reconocen la actividad docente prácticamente se pagan “por el mero hecho de estar vivos”.

El conferenciante señaló que la mejora y la innovación docentes son vitales para la propia pervivencia de la universidad pública. Explicó que hasta hace no mucho, estaba socialmente aceptado que la formación universitaria otorgara la certificación necesaria para acreditar la posesión de unos conocimientos adecuados para el mercado laboral. Pero esto ya no es así, y existen entidades privadas que ya están alcanzando el mismo prestigio. “Por ello, es importante para nosotros demostrar que la universidad pública forma y acredita sus resultados”.

Para Murillo Mas, la calidad educativa equivale a la calidad de la docencia, pero ésta resulta cada vez más compleja de delimitar. Hasta hace unos años, parecía claro qué contenidos debía abordar cada titulación. Pero el conocimiento crece exponencialmente cada año, y hay cantidad de corrientes y datos que deben ser tenidos en cuenta.

Los recursos materiales son importantes, así como lo es el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, y por ello hay que reclamar una mayor dotación de todo ello. Pero, para el experto, el elemento más importante para lograr esa calidad es el propio profesor: “Un buen docente que trabaja en condiciones lamentables de masificación y falta de recursos seguirá siendo mejor que otro mediocre que trabaja en condiciones óptimas”, aseveró.

Un elemento que a su juicio sería imprescindible para lograr esa docencia óptima sería la autonomía personal que permita al profesor detectar las deficiencias y plantear soluciones singulares en contextos específicos. También señaló la importancia de que la educación esté radicalmente comprometida con la libertad y la justicia social. “El conocimiento es importante porque permite concebir un mudo más humano; si no lo está haciendo, entonces ni es conocimiento ni es educación”.

El concepto de libertad defendida por el ponente no es exactamente el que se impone en la sociedad actual, que es la libertad de elegir entre varios productos diferentes. La libertad a la que se refiere el experto es aquella que permite a la ciudadanía actuar sobre su contexto, desde el barrio hasta el municipio o el estado; es decir, la que fomenta la participación ciudadana. Es un elemento que debe transmitir la educación.

También reflexionó el decano que el conocimiento solamente se produce en la mente de un ser pensante: lo que ponga un libro o lo que diga un profesor solamente es información, no se convierte en conocimiento hasta que llega a una persona y se convierte en una herramienta para su propia autonomía.

Por ello, criticó los sistemas de educación vigentes, que buscan que la información pase del libro a la mente a corto plazo del alumno, que la vomitará en un examen y la olvidará al poco tiempo. El conocimiento, explicó, es una herramienta. ¿Y cómo se aprende a usar una herramienta? Utilizándola”.


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