El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, visitó hoy, martes 20 de octubre, las instalaciones del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, ubicado en el Campus de Anchieta de la Universidad de La Laguna. Allí fue recibido por el rector de la institución, Antonio Martinón, y el director del centro de investigación, Basilio Valladares. También acudieron a este encuentro el vicerrector de Investigación de la ULL, Francisco Almeida, y la consejera de Educación y Universidades del ejecutivo regional, Soledad Monzón.
Tras la visita, los representantes del gobierno autonómico y del centro académico mantuvieron una breve reunión en la que se abordaron asuntos como la próxima celebración del Campus África en 2016, un encuentro en el cual el instituto tiene especial protagonismo al abordar las enfermedades que afectan al continente vecino. También se discutieron posibles vías de apoyo a proyectos realizados en este centro de investigación que, pese a sus resultados con relevancia internacional, precisa la estabilización de parte de su plantilla y mejoras financieras para continuar su actividad con la misma eficacia.
En ese sentido, el presidente del ejecutivo autonómico recordó al término de la reunión que su programa de gobierno da mucha importancia a la investigación como uno de los pilares para el desarrollo. “Para lograr un crecimiento sostenible es necesario apostar por el conocimiento. Los recursos naturales y el territorio se agotan, y por ello es necesario aportar por la investigación.
Explicó que las líneas de investigación que mantiene el Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias entroncan con algunos ejes fundamentales para el desarrollo regional, por lo que se ha hablado de proyectos concretos que podrían recibir apoyo. Clavijo también señaló que se está a la espera de conocer la financiación europea que podría recibir el centro a través de fondos FEDER y recalcó la necesidad del que el sector privado también se implique más en la investigación.
Durante la visita, se habló en varias ocasiones del caso de algunos investigadores del centro cuya situación laboral es inestable, o incluso de algunos que han terminado en instituciones extranjeras que les ofrecían mayor seguridad. Preguntado acerca de esta “fuga de cerebros”, el rector reconoció que es una preocupación de la universidad buscar vías para incorporar a los jóvenes investigadores. “Es bueno que se vayan fuera y se formen, pero que luego puedan volver. Rejuvenecer la plantilla de profesorado e investigadores de la ULL es muy importante porque serán los jóvenes los que puedan incorporar ideas audaces y novedosas”.
Para Martinón, la visita de Clavijo es un motivo de satisfacción porque supone un apoyo a la ULL y a la ciencia que se realiza en su seno. Lo consideró un gesto que “pone en valor la investigación científica y la aportación que puede hacer ésta al bienestar de la sociedad”.
A lo largo de este breve paseo, Basilio Valladares explicó qué se investiga en algunos de los laboratorios del centro que dirige. Destacó, por ejemplo, que dispone de un aparato de secuenciación masivo que es único en Canarias, gracias al cual se pueden realizar caracterizaciones genéticas. En la actualidad muchas empresas e instituciones están solicitando a centros de fuera este tipo de estudios, con costes millonarios que podrían reducirse drásticamente si se solicitaran al instituto.
También relató el trabajo realizado en el control de calidad del agua de riego depurada para varios ayuntamientos y empresas; los estudios de paleoecología que permiten conocer cómo era la climatología pasada para, de este modo, hace proyecciones de cómo será a medio plazo; o el importante proyecto para controlar la entrada en puertos y aeropuertos de mosquitos portadores de enfermedades tropicales.
Sobre este último, Valladares informó de que ya se está diseñando un protocolo de actuación para aislar a los insectos invasores en el caso de que llegaran a pasar los controles. Recordó como ejemplo que en Holanda ha habido, al menos, ocho episodios de entrada de mosquitos a través del importante mercado de flores. En todas las ocasiones han podido ser aislados y eliminados sin dificultades gracias a la existencia de un protocolo claro.
