El Aula Magna de Física y Matemáticas de la Universidad de La Laguna acoge hoy 23 y mañana 24 de febrero la Conferencia de Decanos de Matemáticas, una cita anual que congrega a todos los responsables académicos de esta disciplina en las universidades españolas. El encuentro tiene lugar en un momento de mayor visibilidad de esta ciencia y de un claro aumento de su prestigio social.
El nacimiento de nuevos nichos de mercado, la aparición de perfiles profesionales hasta ahora inexistentes, la eclosión de las TIC y la globalización de los mercados ha hecho de las matemáticas una materia altamente demandada, no en vano en la Encuesta de Población Activa de 2015 la mayor tasa de empleabilidad entre titulados universitarios, que alcanzaba un 80%, era la de los graduados en esta disciplina.
Para la presidenta de la Conferencia de Decanos, María Victoria Otero, la necesidad de adaptar los programas oficiales del título a las nuevas demandas sociales ha producido efectos positivos, ya que se ofrece a la sociedad estudios más atractivos, vinculados muchas veces a dobles titulaciones, y se da por tanto un mejor servicio público. A su vez, ha aumentado el número de alumnos y además esta titulación es elegida por el alumnado de mayor rendimiento y profunda vocación.
En opinión de Otero, estas reuniones son de suma importancia, ya que sirven para generar estrategias comunes, fijar objetivos y compartir buenas prácticas. La también decana de la Universidad de Santiago de Compostela añade además que la producción matemática española ocupa un lugar relevante en el ámbito internacional. Queda insistir en la mejora de las titulaciones y también en lograr que la formación matemática se asiente mejor en la sociedad.
Con todo, el envejecimiento de la plantilla de las universidades españolas y la escasa entrada de profesores jóvenes ponen en riesgo el futuro de esta titulación. “Si a esto se une la drástica disminución de recursos económicos en la investigación, el panorama nacional no es muy óptimo y se corre el peligro de que la generación mejor formada en matemáticas no encuentre su hueco en este país”, agregó la responsable de la Conferencia.
Por su parte, la vicedecana de la Sección de Matemáticas de la ULL, Candelaria González Dávila, afirmó que las universidades españolas no son islas en medio de un océano y que estas conferencias sirven para aunar posturas y caminar juntas. La reunión en La Laguna está estrechamente ligada a la celebración del 225 aniversario de creación de esta casa de estudios, y de hecho acoge la Conferencia de Decanos, un año antes de lo previsto, por ese mismo motivo.
El comité local organizador ha estado formado por la propia vicedecana, acompañada de los docentes Isabel Marrero, Rodrigo Trujillo y Josué Remedios, apoyados por el decano de Ciencias, Néstor Torres. Precisamente este último alabó la oportunidad de este encuentro, ya que, dijo, el día a día deja pocas oportunidades para la reflexión, y compartir experiencias con colegas de otros centros resulta muy instructivo.
El acto de inauguración de esta tarde lo ha cerrado el rector, Antonio Martinón, quien señaló que la presencia del alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, en un acto puramente académico evidencia la buena sintonía de la ciudad con la universidad, y por ese motivo adelantó que en la celebración del 225 aniversario, prevista para el próximo 13 de marzo, se le concederá la Medalla de Oro a la corporación municipal. “La Laguna es una ciudad que no se imagina sin su universidad”, expuso.
El rector explicó que casi toda la matemática española se hace en las universidades públicas, “donde único es posible hacerla”. Nuevamente, se mostró “partidario radical” de que el profesor universitario debe ser docente e investigador. “Para que la docencia sea excelente se tiene también que investigar. La universidad como lugar donde se expiden títulos académicos es una visión limitada”.
Por último, Martinón alertó del peligro de crear nuevos títulos universitarios que llevan el nombre de matemáticas pero con poca matemática en su contenido. En un contexto además de discusión del modelo de grado de los cuatro años vigentes a los posibles tres años, existe un rechazo unánime a que un título valga lo mismo para la primera opción que para la segunda. “Esto sería desvirtualizar del sistema universitario”, concluyó.
