Un año más, la Universidad de La Laguna ha celebrado un acto de reconocimiento a su personal jubilado y ha aprovechado la ocasión para hacer entrega de sus premios institucionales. La asociación Alumni también ha concedido hoy 5 de junio los galardones que convoca anualmente, dirigidos a diversos colectivos de la comunidad universitaria.
Precisamente con la entrega de los premios de Alumni comenzó el acto, celebrado en el Aula Magna de las secciones de Física y Matemáticas. El primero de ellos fue el V Premio al Mejor Expediente Académico de la institución académica en el curso 2015-16, que ha correspondido a Narés García, graduado en Español: Lengua y Literatura, quien vino desde Madrid, donde cursa actualmente un posgrado, para acudir a la ceremonia.
Seguidamente, el secretario de Alumni, Alberto Brito, leyó el fallo correspondiente al XIV Premio a los Valores Humanos del Alumnado José Luis García Pérez, que en esta ocasión se ha concedido ex-aequo a la Delegación de Estudiantes de Medicina, que a lo largo del año promueve varias actividades de voluntariado y divulgación científica y cultural; y al proyecto solidario “Invisibles ULL”, promovido por estudiantes de diversas titulaciones del centro docente, centrado en la atención y apoyo a las personas sin hogar.
Por el primero de los colectivos habló la alumna Alexandra Collazo, quien quiso recordar una frase que leyó hace tiempo: «Serán capaces de cambiar el mundo quienes sean capaces de plantar semillas de árboles que nunca van a ver crecer». Agradeció la labor de todos los compañeros y compañeras que «son capaces de seguir luchado par mantener vivos los ideales de lo que debe ser la universidad».
Por parte del proyecto «Invisibles» recogió el galardón su coordinador, el estudiante del Grado en Contabilidad y Finanzas Jesús Socas, quien también recurrió a una cita literaria, en este caso de la novela de José Luis Sampedro «La sonrisa etrusca», la cual describía un inhóspito paisaje urbano. «Las ciudades son hostiles para los invisibles, a quienes la mayoría de nosotros no reconoce como iguales. Una sociedad que olvida a su colectivo más desfavorecido es una sociedad abocada al fracaso. Todavía estamos a tiempo de revertir esa situación, pero sólo será posible con esfuerzo colectivo».
El último galardón entregado por Alumni ULL fue el VII Premio Alonso de Nava y Grimón, que reconoce la labor de una persona vinculada a la institución académica cuyo trabajo profesional o científico haya tenido alguna proyección social. En esta ocasión ha recaído en la catedrática de Geografía Física Victoria Marzol Jaén, responsable de varios proyectos de investigación sobre la captación de agua de niebla gracias a las cuales varias comunidades rurales de Marruecos han solventado sus problemas de abastecimiento de este recurso vital.
Tras citar al propio ilustrado que da nombre al premio para manifestar con humildad su orgullo por haberlo recibido, Marzol recordó que la ONU ha establecido que el agua es un derecho humano inalcanzable para 900 millones de personas y que además, más de 2.000 millones beben agua no potable, lo cual genera centenares de miles de muertes al año. «Yo he podido aportar mi grano de arena al ayudar a una comunidad de 400 personas» en Marruecos.
Cerró el bloque de Alumni ULL su vicepresidente primero, Zenaido Hernández, quien aprovechó la ocasión para manifestar el apoyo de la organización a la que representa a su alma máter, «una lealtad que parte de relaciones abiertas y francas, donde podemos colaborar para mejorar entre todos esta casa», proponiendo para ello el establecimiento de líneas de colaboración futuras mucho más estrechas. Hernández elevó su voluntad de colaboración también al Consejo Social.
Reconocimiento al personal jubilado
Tras una actuación musical a cargo del dúo de guitarra y violín ‘Entre diez cuerdas’, el acto continuó con el reconocimiento al personal docente e investigador y a los miembros del personal de administración y servicios ya jubilado. Por parte del colectivo de profesores intervino Miguel Ángel Acosta Herrera, para agradecer a la universidad el acto de homenaje.
“Hemos puesto nuestro granito de arena al prestigio de la universidad”, señaló el hasta ahora profesor de la ULL. Recordó los enormes cambios habidos en el centro académico. “Esta universidad ha sido nuestra fuente de conocimiento, nos ha permitido crecer. El valor más importante son las personas que la forman, y es el momento de dar paso a nuevas generaciones. Se abre ahora una nueva etapa vital, es una oportunidad para tener tiempo para nosotros mismos, y también es un reto personal hacia nuevos objetivos”, agregó.
Andrés Bernardos, por el colectivo de administración y servicios, tomó la palabra para expresar el “orgullo inmenso” de haber pertenecido a una institución tan importante para la sociedad. El representante apeló al valor de los servicios públicos, imprescindibles para generar comunidad y civilización.
Premios institucionales
El acto prosiguió con la entrega de los premios institucionales que anualmente convoca la Universidad de La Laguna. El primero en concederse fue el de mejores prácticas en el personal de administración y servicios, que recayó en el Negociado de Doctorado de la Escuela de Doctorado y Estudios de Posgrado, por haber llevado a cabo la automatización de todos sus procesos a través de la sede electrónica de la universidad. La administradora del centro, Ángeles Betancourt, destacó el buen hacer, dedicación e iniciativa de todo el equipo, que siempre ha ido más allá del mero desempeño. Recordó asimismo los servicios que le han ayudado en este proceso, el Servicio TIC y el Gabinete de Análisis y Planificación.
La docente Catalina León Arencibia fue la acreedora de la sexta edición del Premio de Innovación Educativa, por el proyecto “Herramienta digital para la identificación de plantas vasculares silvestres de Canarias orientada a la elaboración del herbario personal II”. La profesora dijo que la iniciativa ha supuesto una mejora del aprendizaje autónomo del alumno, al tiempo que también ha conllevado un crecimiento para los propios docentes que han trabajado en el proyecto.
Mecenazgo e Internacionalización
La ULL ha restablecido la relación con el Banco Santander, con quien suscribió hace un año un convenio de colaboración que abarca distintas vertientes. Esta entidad está además impulsando el espacio iberoamericano de educación superior. José Antonio Gutiérrez Díaz, director de Instituciones de Santander España, fue el encargado de recoger el Premio al Mecenazgo del centro académico para agasajar a las empresas o entidades que colaboran estrechamente con la Universidad de La Laguna.
El directivo destacó que el trato con las universidades es para la entidad financiera un acto de responsabilidad social, no en vano tienen convenios suscritos con universidades de muchos países. “Somos la empresa que más apoya la educación en el mundo, y la comunidad autónoma y esta universidad es concretamente un foco relevante para nuestro banco”.
En su segunda convocatoria, el Premio a la Internacionalización ha recaído en el Instituto Universitario de Biorgánica Antonio González, por ser un centro pionero en la cooperación internacional, lo que se demuestra en su significativa vocación de captación de alumnado extranjero.
El director del instituto investigador, Manuel Norte, destacó que desde los inicios su creador, Antonio González, apostó por la internacionalización, y de hecho a finales de los años sesenta se inició la marcha de los jóvenes investigadores de la ULL hacia los mejores laboratorios de Europa. Luego estos destinos se trasladaron a Sudamérica, de tal modo que suponía para el instituto nuevas ideas y proyectos, más publicaciones de prestigio y nuevas colaboraciones de ida y vuelta.
Más de 65 doctores sudamericanos han realizado su tesis doctoral en el IUBO, lo que demuestra que la vocación internacional de este instituto sigue siendo una apuesta de futuro, agregó Manuel Norte.
Inteligencia al servicio de lo público
El rector de la institución docente, Antonio Martinón, hizo suyos los premios de Alumni, porque son muestra de la pujanza de esta universidad, bien a través del compromiso con los valores humanos, la investigación, la excelencia académica o su colaboración institucional con este centro.
Martinón agradeció al personal jubilado la entrega de su inteligencia y de su tiempo a la Universidad de La Laguna, con el orgullo de haberlo podido hacer en una institución pública, dijo. “No es un acto de despedida, tan solo un ‘hasta luego’ en la idea de poder seguir contando con este colectivo, en la medida de sus posibilidades, para que sigan identificados con la Universidad de La Laguna”.
“Seguimos preocupados con la innovación, tanto en la gestión como en la docencia”, apuntó en referencia a los dos premios, el de mejores prácticas de administración y servicios y el de innovación docente. También tuvo palabras para el mecenazgo, como un reconocimiento a una entidad enormemente vinculada a las universidades, añadió.
El rector nombró el premio de internacionalización y la importancia de estar en el mundo, de ser competidores globales y de participar en las redes internacionales de excelencia. Así mismo, se refirió a Alumni por la necesidad de contar con el apoyo de una asociación de personas que siguen vinculadas a la universidad, un soporte que tiene hoy un papel clave y que redunda en una mayor identificación con la Universidad de La Laguna.