El Edificio ULL-CajaCanarias de Servicios al Alumnado acoge desde este fin de semana pasado varios espacios dedicados a la innovación y el emprendimiento. Apoyados por la iniciativa Emprende ULL de la Fundación General, se trata de un lugar para, en palabras del rector, Antonio Martinón, “imaginar y soñar; un lugar para el desarrollo de la creación intelectual, que ayude a fomentar en Canarias otro modelo económico diferente al actual”.
El rector apuntó su deseo de que la economía de las islas dependa menos del sector servicios y más del conocimiento, por lo que un enclave como este, añadió, propicia la generación de ideas y de proyectos. La profesora de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo Inés Ruiz de la Rosa es la artífice de esta idea, definida como “una pequeña muestra de hacia dónde quiere ir la universidad”. En su opinión, aunque en el centro académico, al tratarse de una empresa pública, trabajemos por cuenta ajena, hay que tener igualmente una actitud emprendedora.
Recalcó de hecho que todos lo somos de alguna manera, dado que la institución universitaria es un órgano vivo, cambiante, generador constante de nuevas iniciativas. El espacio inaugurado el fin de semana, que también está promovido por la Cátedra de Jóvenes Emprendedores, acoge varias salas para reuniones de grupo, presentaciones, trabajo en equipo y un espacio propio para la asociación de estudiantes que promueve la movilidad internacional, AEGEE.
En este contexto intervino también José Joaquín Bethencorut, consejero delegado de Sodecan, entidad creada por el Gobierno de Canarias para facilitar a emprendedores y empresas con proyectos innovadores el acceso a la financiación de sus ideas empresariales. Apuntó que estamos ante un mundo abierto, “en el que las fronteras las creamos nosotros mismos”, para añadir que la innovación se encarga de romperlas. En su opinión, este espacio va a contribuir a la apuesta que hace la Universidad de La Laguna de fomentar el emprendimiento y la innovación.
El acto se cerró con la intervención musical de Jesús Garriga, otro emprendedor, que decidió dejar a un lado la carrera profesional que le procuraban sus estudios para dedicarse a lo que más le gustaba, la música. Muy conocido en varios países iberoamericanos, ofreció un concierto a los asistentes al tiempo que comentaba qué era para él la música, cómo se había formado y qué premios internacionales había alcanzado.
