Raúl Hernández es el director académico de la Cátedra de Turismo Fundación CajaCanarias-Ashotel-Universidad de La Laguna, que recientemente ha recibido la primera Medalla a la Excelencia Estadística de Canarias, un galardón que reconoce la aportación a la estadística pública por parte de personas y entidades. Se trata pues de un premio centrado en el impulso de la innovación, la renovación y la modernización de la estadística en las islas.
La cátedra está formada por un grupo de profesores universitarios procedentes de distintas disciplinas, unidos por la pasión por el fenómeno turístico y sus implicaciones en diversos terrenos, además de técnicos de las entidades financiadoras. Tras la concesión del galardón, tuvimos la ocasión de departir con su director y conocer con mayor profundidad a qué se dedica esta organización.
¿Qué es la inteligencia turística?
Es la aplicación de los datos y de las nuevas fuentes de información a la toma de decisiones en cualquier ámbito. En turismo está teniendo mucho auge porque abre posibilidades al seguimiento de los turistas a través de múltiples dispositivos, lo que permite adelantarse a sus preferencias y tomar mejores decisiones tanto en el ámbito de una empresa concreta, que utiliza su base de datos para conocer mejor a su cliente, como para el destino turístico en general.
¿Hay inteligencia turística en Canarias?
Cada vez se está tratando de aplicar más herramientas de inteligencia turística en Canarias; aunque es un proceso dinámico en el que queda mucho en hacer. La inteligencia turística se confunde demasiadas veces con tecnología, que es lo sencillo, lo más complicado es la gestión, crear redes. Lo cierto es que cada vez se genera más información pero no sabemos qué hacer con ella. Lo suyo es generar los datos hoy para decidir hoy, no dentro de cuatro años. Se debe ir tendiendo a tener capacidad de decisión instantánea.
Esta Cátedra fue creada en 2012, ¿cómo fueron sus inicios?
Parte de un grupo de profesores que teníamos mucha pasión por el turismo, que veníamos trabajando en un máster previo al proceso de convergencia europea, y que también colaborábamos con el Instituto de Ciencias Políticas y Sociales de la universidad. Faltaba una herramienta de coordinación que permitiera generar sinergias y tomar decisiones estratégicas conjuntas. Necesitábamos una salida al exterior y una imagen y un mensaje coherente y claro. Por eso creamos la Cátedra.
¿Qué papel juegan CajaCanarias y Ashotel en la Cátedra?
CajaCanarias y Ashotel son patrocinadores que aportan financiación y, en el caso del último, su buena predisposición para abrirnos las puertas al sector. Al principio les preguntábamos qué esperaban de nosotros, pero el gerente de Ashotel nos dijo con buen criterio que ya los hoteles estaban gestionados profesionalmente, pero sí faltaba ese apoyo al sector turístico, donde parece que no hay nadie que se ocupe de él. Nuestro enfoque no es tanto empresarial, sino que tratamos de promover el desarrollo del conocimiento turístico para que se beneficie todo el sector.
A veces se piensa que el turismo funciona solo, y hay otros sectores donde esto sí podría suceder por la actividad de las empresas que lo componen, pero es que el turismo no es solo el hotel, es también el parque que está al lado, los espacios públicos, el paseo peatonal, El Teide…Si el hotel que está enfrente del nuestro se encuentra en muy mal estado eso genera externalidades y efectos globales. Hay que tener una visión global del turismo, más allá de lo que ven las propias empresas afectadas.
¿Cuáles han sido los principales hitos de la Cátedra?
Todo lo que tiene que ver con renovación turística y hotelera es uno de los puntos fuertes, porque tenemos una línea de trabajo a través del Observatorio de Renovación, que está integrado en la cátedra. Siempre será más sencillo construir de nuevo, y en una zona de moda, que renovar. Por tanto, la parte de renovación es muy necesaria en un destino como Canarias, y además no hay mucho conocimiento sobre este asunto. No se trata de renovar solo el hotel, es el destino turístico.
También han sido importantes los trabajos que se han realizado sobre mercado de trabajo turístico, en el que los investigadores han partido del estudio de miles de ofertas de trabajo para desarrollar todas las competencias que se exigen en el ámbito laboral del turismo.
Ha sido también muy destacado el trabajo que tiene que ver con las estadísticas turísticas, y es de hecho el motivo por el que nos han dado el premio, que obedece a la contribución de la modernización y mejora de las estadísticas turísticas. Existe un protocolo para medir el turismo, en base a lo dictado por la Organización Internacional del Turismo (OIT), pero que se cierne a ámbitos estatales. Pero resulta que esta actividad es un fenómeno muy local, que se concentra en lugares muy concretos, y necesitamos herramientas para medirlo, por ejemplo, en Los Cristianos o en Maspalomas. Y para esta medición local existen muchas más dificultades ya que no hay herramientas reconocidas internacionalmente, especialmente cuando hablamos de sostenibilidad.
Hemos desarrollado con el ISTAC un trabajo para medir los microdestinos turísticos. Este instituto ya ofrecía información de municipios, que ya es un gran avance con respecto a otros institutos de estadística, pero es que nos encontramos con que los grandes municipios turísticos tienen zonas con comportamientos muy distintos, por lo que es necesario afinar más.
Hemos hecho trabajos sobre alquiler vacacional, con Ricardo Díaz, Desiderio Gutiérrez y Moisés Simancas. En tecnologías y turismo, Eduardo Parra ha investigado en cómo la nueva economía digital llega al sector turístico, y por su parte Noemí Padrón ha investigado en sostenibilidad del turismo, eficiencia energética, consumo de agua y generación de residuos. Sobre planes estratégicos también hemos trabajado, de tal modo que hemos elaborado el plan director de Santa Cruz de Tenerife y acabamos de firmar con el Ayuntamiento de La Laguna.
¿Deberían tener los estudios de Turismo de la ULL, estando en un destino como este, una proyección internacional mayor?
Yo creo que a pesar de tener tanto desarrollo turístico, no se termina de entender qué es el turismo. Y eso mismo pasa dentro de la universidad. La mayor parte de los investigadores piensan que el turismo no tiene nada que ver con ellos y que ellos no tienen nada que aportar al sector. Estamos dando pasos para que investigadores de ingeniería informática, biología marina, matemáticas o de sociología se impliquen en diferentes proyectos. Lo que le falta a la universidad es por tanto un compromiso colectivo, no de profesores concretos. Que se entienda que el turismo no es una ciencia, sino un campo de aplicación de conocimiento científico, en el que puede haber aportaciones de distintas disciplinas. Se trata de entender mejor que tenemos una oportunidad y que podemos ser pioneros en investigación en este campo.
Pese a ser una actividad económica muy pujante, tiene enormes contradicciones internas, con condiciones de trabajo en algunos pasos muy sangrantes.
Es verdad que hay casos, pero no creo que de forma muy distinta a lo que pase en otras actividades económicas. Es cierto que hace falta más control y más compromiso por parte de los empresarios, pero me parece que no se dan unas condiciones de trabajo peores que el resto. De hecho, es un sector muy sindicado y regulado. Con todo es un sector que debe renovarse, y es que en Canarias todo ha sido demasiado sencillo para el turismo, porque el clima es muy determinante. Esto hace que el crecimiento haya sido rápido y fácil, pero esto funciona cada vez menos y se hace necesario incorporar mano de obra cualificada y otra forma de hacer las cosas.
Con el fin de la crisis, veremos regiones que volverán a despuntar. Si queremos que Canarias siga en ese mercado es necesario crear esa red de conocimiento que permita mejorar las condiciones de competitividad del sector, de formación y condiciones laborales de los trabajadores.
¿Qué retos tiene la Cátedra?
El reto más general es que Canarias vaya adquiriendo un liderazgo el desarrollo de conocimiento turístico y en programas formativos. Otro es la medición de la sostenibilidad del turismo en el ámbito local, de tal manera que podamos disponer de unos indicadores para medir lo que se está haciendo bien y lo que se está haciendo mal, especialmente en destinos turísticos locales. El alquiler vacacional es otro reto importante, en el que la Cátedra puede aportar ideas y conocimiento de otros destinos, al tiempo que ayudar a su regulación.
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