La exposición Caminos heredados. Estudios sobre el patrimonio arqueológico del Parque Nacional del Teide continúa abierta al público en la sede del Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad de la Universidad de La Laguna. Esta muestra de carácter itinerante, que fue inaugurada el pasado 21 de diciembre, se podrá visitar de forma gratuita hasta el 31 de enero de 2019 en horario de 9:00 a 14:00 horas.
Con esta exposición se quiere dar conocer la importancia del patrimonio arqueológico del Parque Nacional del Teide, así como los resultados alcanzados en las investigaciones que se vienen realizando sobre todo desde la década de los 80 del siglo pasado. Además, la muestra se estructura en tres ámbitos, realizando un recorrido por las investigaciones que se desarrollaron con mayor anterioridad en el tiempo hasta la actualidad.
El primer espacio está centrado en contenidos sobre la gestión del patrimonio arqueológico en el Parque Nacional. Asimismo, destaca la figura de Luis Diego Cuscoy con la representación gráfica de los primeros trabajos de investigación desarrollados en la Alta Montaña de Tenerife desde 1945 hasta la década de los 80.
La metodología arqueológica y el estudio del territorio se muestran en este segundo espacio de la exposición. Tras resaltar la importancia de Luis Diego Cuscoy, otros investigadores vinculados a la Universidad de La Laguna tomaron el testigo y profundizaron en el estudio de la zona. De ahí que se exponga una pequeña muestra de la fundamental labor del historiador-arqueólogo en los trabajos de campo.
El tercer espacio de “Caminos heredados” hace hincapié en los resultados obtenidos en las recientes intervenciones arqueológicas efectuadas en los yacimientos de Montaña Chasogo, Montaña Cruz de Tea y en las coladas del Teide Viejo Sur. Este ámbito servirá al visitante para entender de una manera más eficaz y visual la ocupación y las diferentes actividades realizadas por los guanches en la alta montaña del Teide.
En la exposición también se puede constatar la importancia del conocimiento de los caminos por parte de los guanches. La ganadería menor requería conocer el territorio y, a pesar de la llegada de los colonizadores europeos a Tenerife, los guanches eran los que mejor comprendían las rutas. Por ello, los colonizadores se vieron obligados a usar a los aborígenes para el cuidado del ganado.