Dentro de la agenda de encuentros informativos que está llevando a cabo la Universidad de La Laguna, hoy, lunes 4 de febrero, ha sido el turno de la Fundación universitaria que, a través de la intervención de su gerente, Julio Brito, hizo balance de su desempeño y explicó las principales líneas de actuación de esta entidad, dedicada a acercar el conocimiento y el talento universitario a la sociedad.
Flanqueado por el rector, Antonio Martinón, Julio Brito comenzó refiriéndose al carácter jurídico de la Fundación y a su relación con la Universidad de La Laguna, destacando el proceso de transformación que ha acontecido, desde su pasado como Fundación de carácter privado hasta nuestros días, con la actual condición de “medio propio” de la Universidad y una naturaleza completamente pública. A este respecto, el gerente profundizó en los actuales mecanismos de control, con una figura de intervención propia de la Fundación y una inspección paralela a través de la Gerencia e Intervención de la propia Universidad de La Laguna. Igualmente, Brito destacó que el Patronato, máximo órgano director de la Fundación, está compuesto en su mayoría por integrantes del equipo de gobierno de la ULL, su Consejo Social, así como por algunas entidades, siempre públicas, con las que se mantienen relaciones especialmente intensas: Cabildo de Tenerife, Cabildo de la Palma, Ayuntamiento de Adeje y Ayuntamiento de La Laguna.
Entre sus principales funciones figuran las vinculadas al fomento del empleo, acciones que ayudan la incorporación de jóvenes al mercado laboral; la generación de propuestas de formación continua orientada a la mejora de la cualificación del colectivo de profesionales y, por último, la dedicación a la transferencia del conocimiento, que promueve la conexión de las capacidades científico-tecnológica de Universidad de La Laguna con cualquier demandante de prestaciones de desarrollo tecnológico e innovación.
El gerente explicó las líneas de actuación más significativas de la entidad, dando comienzo por la actividad que se desarrolla en el Servicio de Idiomas universitario, que en esta anualidad alcanza los 25 años de andadura. Brito puso el acento en la capacidad de este servicio de adaptarse a la demanda social, ofreciendo diferentes modalidades de cursos e idiomas. Actualmente este servicio ofrece cursos de alemán, inglés, francés, italiano, portugués, ruso, lengua de signos española y español para extranjeros. A esta oferta formativa se suman los cursos preparatorios de certificaciones internacionales y los exámenes de acreditación. Apuntó que en 2018 fueron 3.104 personas matriculadas en 229 cursos. A continuación, explicó el funcionamiento, también adaptado a la demanda, de la oferta de formación continua y especializada, servicio del que se beneficiaron 4.032 personas y 22 entidades públicas y privadas a través de los 278 cursos organizados, la mayoría de carácter semipresencial.
Otro de los aspectos abordados en el encuentro fue el trabajo que se realiza en torno a la gestión técnica, administrativa y económica de proyectos de transferencia, iniciativas en las que se vincula al personal investigador universitario con demandas de servicios muy especializados por parte de otras administraciones públicas o empresas privadas. En este sentido, Brito puntualizó que en 2018 se ejecutaron más de 200 proyectos, el 30% de éstos en el área de las ciencias sociales y jurídicas, con un importe formalizado de más de 5 millones de euros, lo que ha supuesto un crecimiento de alrededor del 20% por año en los últimos tres ejercicios. El gerente se refirió a la investigación aplicada, dirigida por 94 investigadores universitarios, y que tiene como objetivo motivar tanto al profesorado como al tejido productivo a conectarse y explorar las posibilidades de desarrollar proyectos conjuntos.
Retos sociales y empleo
Tanto el rector como el gerente de la Fundación se mostraron muy satisfechos con la consolidación de una línea de trabajo enfocada a la aplicación de metodologías novedosas, creadas en la ULL, a la solución de retos sociales de actualidad, como es el caso de la problemática del empleo entre colectivos con bajo poder adquisitivo o el tratamiento del envejecimiento más allá de propuestas meramente asistenciales. Brito se refirió a algunos proyectos ya muy consolidados como “Barrios por el Empleo” o “Juntos en la Misma Dirección” y otros más novedosos como el proyecto “Mayores en Comunidad”, que aborda el envejecimiento activo, o la Escuela de Formación en Gobernanza e Innovación Pública, dirigida principalmente al personal de las instituciones públicas.
Otro de los temas que se abordaron en el encuentro fue la implicación de la Universidad de La Laguna en el acompañamiento hacia el empleo de sus egresados. En este sentido, la Fundación ofrece un servicio de orientación laboral por el que pasaron más de 1.200 estudiantes. De forma complementaria, tanto el rector como Julio Brito se refirieron al programa de formación práctica por el que se gestionan estancias prácticas en contextos reales en empresas para que los recién titulados puedan tener su primera experiencia profesional, rompiendo así la primera barrera para entrar al mercado laboral que es la falta de experiencia. En este apartado, en 2018, 676 personas pudieron realizar una experiencia práctica en las 301 organizaciones participantes en el programa, incorporándose este año 36 nuevas empresas.
Y, como última pieza de este apartado, Brito se refirió al fomento del emprendimiento, uno de los servicios más consolidados de la Fundación. El gerente puso el foco en el esfuerzo coordinado que se realiza para la promoción de la cultura emprendedora, dentro de un cambio de paradigma social en cuanto al empleo, ya que, según explicó, “los jóvenes ahora deben ser capaces de ser emprendedores, tanto para sus propios proyectos como dentro de las organizaciones en las que trabajen; lo que importa no es solo si crean o no una empresa sino el fomento de una actitud valiente, en la que el fracaso es solo un paso necesario para aprender y en la que el trabajo en equipo es fundamental”. Es por ello, relató, por lo que han comenzado a trabajar con los colegios, con el proyecto Enseñar Para Emprender de Cooperativas Escolares, “porque creemos es en un cambio cultural”.
Y, por último, otra de las líneas que tomó especial importancia fue la relacionada con los jóvenes y el fomento de vocaciones profesionales y científicas. Proyectos como “Idéalo” o el Campus de la Ciencia y la Tecnología, son dos ejemplos.