La inquietud experimental del pintor lagunero Víctor Núñez cobrará de nuevo vida a partir del 10 de mayo en la exposición Víctor Núñez (1918-1984): paisajes, formas, figuras. La muestra, organizada por el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad de la Universidad de La Laguna y comisariada por Domingo J. González y Elena de Vera Núñez, podrá visitarse en el Espacio Cultural La Capilla hasta el 19 de junio, de lunes a viernes, en horario de 17 a 20 horas y con entrada libre.
Distribuida en tres bloques temáticos –Paisajes, Formas y Figuras-, la muestra recorre obras de distintas épocas y estilos donde predominan los paisajes, la abstracción o el estudio de la figura humana. La visita se completa con objetos, bocetos y todo tipo de material de archivo. Además un vídeo reúne, en torno a su recuerdo, las voces de sus hijos Carmen y Víctor Núñez García, el periodista e historiador Eliseo Izquierdo y el acuarelista Manolo Sánchez.
La exposición forma parte de un proyecto de recuperación del artista que incluye también la realización de un largometraje documental, dirigido por el propio Domingo J. González y producido por Digital 104.
Víctor Núñez fue un artista involucrado en la experimentación y la vanguardia tanto en su obra pictórica como en su labor como dinamizador cultural de su ciudad natal, La Laguna. De formación esencialmente autodidacta, comienza a exponer durante los años 40 en el Ateneo y el Círculo de Bellas Artes de Tenerife y, a finales de la década, forma el grupo Garach, junto a Pedro González, Siro Manuel y Raúl Tabares, con los que realizaría una única exposición en 1950.
Es precisamente durante la década de los 50 cuando empieza a experimentar en su obra con los distintos lenguajes de las vanguardias históricas y emprende el camino hacia la abstracción.
La década de los 60 es la de mayor reconocimiento público de su pintura. En 1963, participa en el nacimiento del grupo de vanguardia Nuestro Arte junto a artistas como Pedro González, Enrique Lite, María Belén Morales, José Abad o Maribel Nazco. Expondrá en casi todas sus muestras y participará en sus actividades, encuadrándose su obra de esta época en el pleno informalismo.
En los años 70, volverá a una cierta figuración, en la que recupera el paisaje y la figura humana como temas pero sin perder su afán experimental.
Muestra esta nueva etapa de su pintura en 1973, en la Sala de Arte de la Caja de Ahorros de La Laguna, en la que sería a la postre su última exposición individual. En los últimos años de su vida preparaba una exposición que ahondaba en esa nueva concepción del paisaje y que nunca pudo realizar. Murió en 1984. Desde entonces, su figura cayó en el olvido.
