El peligroso aumento del riesgo de la desertificación en Canarias, que ronda el 70%, porcentaje que se eleva al 100% en Lanzarote y Fuerteventura, centró parte de la atención de la sesión vespertina del ciclo ‘Encuentros con el Futuro’, organizado por el Consejo Social de la Universidad de La Laguna, hoy 25 de febrero.
La catedrática de Edafología Mª Luisa Tejedor explicó que el fenómeno de la desertificación tiene carácter global, va en aumento, y viene explicado por la erosión del suelo o por la grave pérdida de calidad. El suelo es el recurso natural más desconocido por la sociedad, aseveró la experta, pese a la gran cantidad de funciones que tiene atribuidas, como la producción de biomasa o de transformación de muchos contaminantes que llegan a él, evitando que lleguen al subsuelo.
Todas estas funciones se reducen drásticamente por la desertificación, que en España alcanza el 74% del país. En ella influyen una gran cantidad de sectores, por eso para luchar contra esta situación hace falta un enorme esfuerzo de coordinación. Si el riesgo alcanza el 100% en las islas orientales, en el resto tampoco es mucho menor: un 90% de riesgo en Gran Canaria, 85% en La Gomera, 79% en El Hierro, 70% en Tenerife. Sobre las causas naturales que están detrás de este fenómeno figuran las prolongadas sequías y la pluviometría escasa, pero muy concentrada en el tiempo. Al haber poca agua, hay poca vegetación y el suelo está más desprotegido, por lo que tiene muy poca materia orgánica y una gran fragilidad.
Más problemáticas son las causa antrópicas, como el sobrepastoreo, deforestación, incendios, agricultura intensiva, abandono de los agrosistemas, aumento de la población y manejo inadecuado del riego. Sobre este último aspecto, Tejedor indicó que ante la falta de recursos hídricos convencionales, se ha tenido que recurrir en Canarias al uso de aguas desalinizadas y aguas regeneradas. El problema viene de la mano de la falta de control de estas aguas y su deficiente calidad, añadió la experta. De hecho algunos agricultores dicen ya que las producciones se están resintiendo por la mala calidad de las aguas.
Este no es un problema nuevo, ni mucho menos. Ha habido esfuerzos de organismos internacionales por revertir esta tendencia, y a eso responde el objetivo 15 de los ODS. En Canarias son muchos los programas que podrían incorporarse en planes de agricultura, forestales, ganaderos y en recursos hídricos. Tejedor resaltó además la pertinencia de mayor formación y sensibilización de la sociedad.
Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente del Gobierno de España, intervino al comienzo de la sesión para destacar que estamos en el momento adecuado para reflexionar sobre el compromiso con la sostenibilidad. “Canarias es un espacio muy adecuado para ello, un territorio volcado al mar, con un histórico aprovechamiento de los recursos oceánicos. Ahora sabemos que la respuesta que hemos dado globalmente no ha sido la adecuada, está subiendo el nivel del mar y tenemos que aprender de los errores y conseguir que ese recurso siga siendo sostenible de cara al futuro”. Morán sostuvo que es el momento adecuado para traducir al ámbito local a esas reflexiones. “En la lucha contra el cambio climático el éxito dependerá del grado de consenso que se consiga entre la ciudadanía”.
Civismo y conciencia ecológica
Por su parte, la rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar, afirmó que la institución que preside está “comprometida con la sostenibilidad y con promover medidas de diferente tipo que ayuden a mitigar el cambio climático, ya sea a través de la docencia como de la investigación, la adaptación de nuestras infraestructuras o, incluso, apoyando institucionalmente cambios sociopolíticos en nuestra región”.
Pese a que todavía existen posturas negacionistas, la comunidad científica no tiene dudas acerca de que la acción humana está afectando negativamente al medio ambiente, señaló. “Esta situación de precariedad medioambiental a la que nos enfrentamos es fruto de la inconsciencia colectiva, o si lo expresamos de otro modo, de la falta de educación ambiental con la que vivimos en décadas pasadas”, alegó.
En el caso particular de la Universidad de La Laguna, hemos apostado por impulsar en los grados la difusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que no se refieren únicamente a cuestiones medioambientales, si bien éstas tienen un gran protagonismo. “Siempre decimos que la educación superior no debe únicamente formar en habilidades profesionales y conocimientos, sino que también debe inculcar valores cívicos. Y en la actualidad creo que el civismo no puede concebirse si no está acompañado de cierta conciencia ecológica”.
Adicionalmente, desde el posgrado también se impulsa formación de excelencia en áreas directamente relacionadas con la sostenibilidad. En el momento actual la ULL tiene másteres oficiales sobre biodiversidad terrestre y conservación de islas, biodiversidad y conservación de la biología marina, desarrollo regional, y enfermedades tropicales. Y entre los títulos propios de posgrado también se tocan materias como la agroecología y la soberanía alimentaria, el desarrollo rural y la gestión del agua.
En la Universidad de La Laguna hay 1.600 profesores e investigadores de diferentes áreas, “por lo que la cantidad de proyectos regionales, nacionales e internacionales que lideramos o en los que participamos relacionados con la sostenibilidad y el medio ambiente son innumerables”. Hablamos de nuevos materiales, de gestión de residuos, de energías renovables, de reciclaje, de acuicultura, de gobernanza y gestión responsable de recursos, de biología en todos los ámbitos, de economía circular, de bioética o de construcción inteligente.
“Lograr el deseado desarrollo sostenible es una tarea que debe implicar a toda la sociedad, y por eso que este tipo de esfuerzos sean compartidos debe ser la norma, porque es la mejor manera de poder asumir con éxito objetivos ambiciosos”, añadió la rectora. La sostenibilidad y la lucha contra los efectos adversos del cambio climático son objetivos que solo se pueden lograr a través de la formación y la ciencia. “Y en ambos ámbitos la academia tiene mucho que decir. La Universidad de La Laguna está preparada y deseando asumir toda clase de retos, así que cuenten con nosotros porque trabajar por un futuro mejor es una de nuestras razones de ser”, concluyó la rectora.