Científicos del grupo de investigación “Ecología de Comunidades Marinas y Conservación” de la Universidad de La Laguna, junto con otros pertenecientes al Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han publicado hace unas semanas en la prestigiosa revista de la Europea Geoscience Union, “Biogeosciences”, el trabajo titulado ‘Chemical characterization of the Punta de Fuencaliente CO2-enriched system (La Palma, NE Atlantic Ocean): a new natural laboratory for ocean acidification studies’.
Esta publicación es el resultado de la puesta en marcha del Observatorio Marino del Cambio Climático que coordina la Universidad de La Laguna y tiene su sede en el faro de la costa de Fuencaliente (La Palma). El artículo pretendía describir con detalle las características químicas del lugar con el objeto de que pudiera ser utilizado como un laboratorio natural para el estudio de la Acidificación Oceánica (AO) en las comunidades marinas, pero el estudio ha resultado mucho más interesante y ha abierto la posibilidad de investigar en otras disciplinas científicas.
La AO es uno de los efectos generados por el aumento reciente del dióxido de carbono (CO2) de origen antrópico (es decir, causado por el ser humano) y que genera un desequilibrio químico en el sistema de carbono de los océanos, lo que alterará significativamente la vida de muchos organismos y del funcionamiento de los ecosistemas marinos. De ahí la importancia de estudiar sus posibles efectos en laboratorios naturales como el de Fuencaliente, lo que permitirá prever, en cierta medida, los cambios futuros como consecuencia del cambio climático.
Hasta que no se empezaron a utilizar este tipo de laboratorios naturales en otras zonas del mundo, los científicos solo podían realizar experimentos in vitro, utilizando tanques o acuarios donde se insufla CO2 de manera artificial. Sin embargo, el reciente descubrimiento de este tipo de lugares como el de La Palma, que están acidificados de forma natural por la actividad volcánica, ha resultado ser fundamental para predecir las consecuencias de la AO en la biodiversidad y el ecosistema marino.
Los análisis químicos realizados en la costa de Fuencaliente muestran la presencia de unas filtraciones submarinas de aguas subterráneas que están siendo alteradas por continuas emisiones de CO2 de origen volcánico. En el mar, el efecto que se observa es un gradiente espacial de acidificación, con valores de pH que van de las 8,1 unidades de pH (pH actual del mar) a las 7,2 unidades de pH. De esta manera, se crean zonas que se asemejan a los diferentes escenarios futuristas de pH del océano que se han predicho por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Y es por ello que el sistema acidificado de Fuencaliente se considera un excelente lugar para el estudio del cambio climático en el medio marino.
Este laboratorio permite realizar experimentos con una perspectiva más realista, donde s estudiar el ecosistema al completo y en escalas de tiempo amplias. Además, las emisiones del CO2 varían entre 2,8 y 28 kg de CO2 por día, lo que convierte a este lugar en una de las fuentes más importantes de carbono natural y un excelente laboratorio para estudiar también cuestiones puramente hidrológicas y oceanográficas, centradas por ejemplo en los flujos de agua subterránea, en el ciclo del agua oceánica y en la fluctuación del carbono oceánico.
En este artículo se estudiaron, además, las lagunas interiores de Echentive, localizadas a unos 200 metros de la playa del mismo nombre, cuyas características químicas son tan extremas que podrían ayudar también a comprender como la vida ha persistido en épocas pasadas del planeta, cuando existían altas concentraciones CO2 atmosféricos, o cómo podría desarrollarse la vida en exoplanetas habitables. Es por ello que los investigadores del Instituto Europeo de Astrobiología han mostrado recientemente un gran interés en unir fuerzas al OMaCC para organizar una exposición permanente en el Faro de Fuencaliente, que ayude a explicar la importancia de este tipo de laboratorios para conocer cómo se ha desarrollado la vida en el universo.
Los resultados de este trabajo sitúan a Canarias en la lista de los pocos lugares donde se da éste fenómeno, por lo que Fuencaliente tiene el potencial de convertirse en un lugar de estudio muy atractivo para científicos de disciplinas muy variadas.