Palma de Mallorca ha acogido recientemente la presentación del plan estratégico de transición energética de la Agencia Balear del Agua y Calidad Ambiental (ABAQUA), en el que han participado investigadores de la Universidad de La Laguna. El principal objetivo del plan es incrementar la eficiencia energética en las instalaciones de abastecimiento de aguas y en las plantas desalinizadoras de agua de mar, con el fin de reducir el consumo para el periodo 2022-26.
En la presentación participaron el conseller de Medi Ambient i Territori, Miquel Mir; el secretario general de la Agencia Balear del Agua, Juan Calvo; el director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava; y la investigadora de la Universidad de La Laguna Noelia Cruz Pérez, que fue la encargada de presentar las aportaciones de la Universidad de La Laguna. El plan se ha redactado a partir de las conclusiones de un estudio encargado a la Universidad de Laguna, dirigido por el profesor Juan Carlos Santamarta, del Departamento de Ingeniería Agraria y del Medio Natural, y contó con la colaboración de los profesores Celso García, Pablo Rodríguez Lozano y Dolores Tirado, de la Universitat de les Illes Balears (UIB). El proyecto tenía como objetivo determinar la huella de carbono y la huella hídrica de las infraestructuras hidráulicas que gestiona la Agencia.
El documento prevé que se consiga que ABAQUA reduzca un 24% el consumo de energía para el año 2026, lo que es equivalente a ahorrar 28 millones de kilovatios o evitar la emisión de 13 millones de toneladas de CO2 anuales. El estudio describe que las plantas desalinizadoras de agua de mar, que son las instalaciones que más energía consumen, por lo tanto, tienen una mayor huella de carbono, al no contar ninguna de las instalaciones con una suministradora eléctrica cuyo mix eléctrico sea igual a cero. Para reducir los consumos se adoptarán diferentes medidas como la instalación de recuperadores de energía de desalación, el uso de membranas de baja energía, concentradores de salmuera, cambio de los lechos filtrantes, y se colocarán variadores de frecuencia en alta y variadores en agua de producto. Esto permitirá ahorrar 19,3 millones de kilovatios por año y se instalarán también diferentes instalaciones de placas fotovoltaicas.
Con respecto a las depuradoras de aguas residuales, estas se colocan como las que presentan menores emisiones de CO2 del ciclo del agua en Baleares. Esto se debe principalmente a un alcance 1 conformado solo por las emisiones asociadas a pequeños recorridos de los vehículos de empresa y un alcance 2 más bajo que el de las desalinizadoras de agua de mar y los bombeos de agua. Las depuradoras de Baleares tienen unos consumos eléctricos de entre 50.000 kWh/año y 700.000 kWh/año (mientras que las desalinizadoras de agua de mar y bombeos se mueven en un rango entre 1.000.000 y 3.500.000 kWh/año).
Por otra parte, el estudio realizó una comparación entre los dos archipiélagos con referencia a la huella de carbono. Se constató que los kg de CO2eq por metro cúbico de agua desalada emitidos son inferiores en Canarias que en Baleares, en aquellas desaladoras que manejan caudales elevados y son comparables entre sí. Los valores de las depuradoras de agua presentan mucha similitud entre sí, obteniéndose los mismos rangos de emisiones para los mismos caudales tratados. En relación con la eficiencia de las redes de abastecimiento en alta, sí es clara la diferencia entre los archipiélagos, siendo aquí el balear el que tiene unas pérdidas considerablemente menores (valores inferiores al 10%) frente al archipiélago canario (valores de hasta 35% o más en algunas islas).
Dentro de las recomendaciones del estudio se destacó la necesidad de la descarbonización del mix energético vinculado al ciclo del agua y la apuesta por las energías renovables como uno de los pilares de la lucha contra el cambio climático. Por ello se recomendó que toda la energía que se use para el funcionamiento de las infraestructuras hidráulicas provenga de un contrato que implique, en su mayoría, el uso fuentes de energías renovables. En relación con la reducción de la huella de carbono, se propusieron diferentes medidas específicas para los diferentes procesos que conforman el ciclo del agua.
El profesor Juan Carlos Santamarta agradeció la confianza del Gobierno Balear en la Universidad de La Laguna y la Universidad de las Islas Baleares para acometer este estudio tan estratégico y puso de manifiesto las singularidades y dificultades que presentan los archipiélagos con respecto a los recursos hídricos, su gestión y gobernanza.
