La Jornada nacional de movilidad Erasmus+ que acoge esta semana la Universidad de La Laguna ha dedicado su última sesión, hoy 1 de julio, a la colaboración del África subsahariana, toda vez que se ha retomado la acción KA171-HED, destinada a la colaboración con esta parte del continente vecino.
Los casos de buenas prácticas fueron expuestos a través de un debate moderado por Sebastián Bruque, vicerrector de Internacionalización de la Universidad de Jaén. Se trató de un encuentro muy enriquecedor, que contó con la participación de ponentes de diferentes ámbitos educativos, tanto universidades, como escuelas superiores de arte o un centro de formación profesional, todos con experiencia internacional. Toda la organización ha corrido a manos del Servicio Español de Internacionalización de la Educación Superior (SEPIE), en colaboración con el Vicerrectorado de Proyección, Internacionalización y Cooperación de la Universidad de La Laguna.
Olga Belova, gestora de proyectos internacionales del Consorcio Alianza 4 Universidades (Autonómica de Madrid, Politécnica de Madrid, Autónoma Barcelona y Pompeu Fabra) explicó las colaboraciones que realizan con universidades de Sudáfrica, de primer nivel y que atraen mucho interés, así como con Namibia y Bostwana, con las que ha habido cierto retroceso con la Covid-19. Explicó que cada universidad pide proyectos por su cuenta, pero también lo hace a través del consorcio, sobre todo para colaboraciones con el África subsahariana y Asia.
“Con Sudáfrica nos funciona muy bien contar con material de apoyo para los solicitantes, explicando paso a paso cómo desarrollar esa movilidad, e incluyendo en ese documento asuntos muy prácticos pero necesarios como la solicitud del visado, alojamiento, seguro o cambio de moneda, explicó Belova. “Últimamente hemos visto la necesidad de elaborar una guía para los profesores de nuestro consorcio que acogen a los doctorandos africanos, y estamos en ello. “Este tipo de documentos resulta también muy provechoso para estos países, porque además así lo pueden aplicar en los casos en los que somos nosotros los que enviamos doctorandos a sus universidades”, agregó la gestora.
Tener un facilitador en Sudáfrica, que en el caso del consorcio es un profesor de Español que a su vez preside la asociación de investigadores sudafricanos, es de enorme utilidad. “Tener una figura in situ es clave”, añadió Belova, y para eso sugirió la posibilidad de buscar candidatos entre el Instituto Cervantes, la embajada o de alguna organización afín. “Estos consorcios necesitan paciencia, cuidado, es muy importante conocer personalmente a los socios y adaptar los proyectos a las realidades africanas”.
Fernando Llera, de la Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia, aportó también su experiencia en esta materia. En su caso han contactado con una agencia de movilidades portuguesa, que mantenía contactos con el África subsahariana, gestionando ahora movilidades por primera vez con Angola, Cabo Verde y Mozambique.
Llera destacó que es clave el momento del proceso selectivo: “Vamos a intentar que el 50% de las personas que nos visiten sean mujeres, y también contemplamos atraer a los de menores posibilidades económicas”, si bien resaltó que resulta complejo conocer la renta de los participantes. Las artes escénicas conocen ahora un momento de auge en estos países: “Queremos que los estudiantes que realicen la movilidad cuando retornen lleven a cabo un trabajo de teatro pedagógico, que trabajen con sus comunidades”.
“Sabemos de la sed de conocimiento con la que vienen”, explicó entusiasmado Fernando Llera. “Para nosotros abrir esta ventana de aire fresco que va a venir del África subsahariana es muy importante, estamos muy ilusionados”.
Por su parte, Gregorio Hernández, del CIFF Las Indias, de Formación Profesional, en Tenerife, señaló que han enviado a más de 600 alumnos a realizar prácticas de empresas a centros europeos y a su vez han recibido a unos 300, con lo cual la movilidad europea está ya más que garantizada. “Tenemos un proyecto con un centro profesional con Cabo Verde, que queremos ampliar ahora a Senegal y Guinea Ecuatorial”, único país de habla hispana en esa zona. “Los centros con los que trabajamos demandan formación en sostenibilidad y descarbonización”, apuntó finalmente, en otro ejemplo más de cooperación con entidades educativas africanas.