La Oficina de Patentes y Marcas ha hecho pública la lista de finalistas a los Premios a la Mejor Invención Protegida mediante Derechos de Propiedad Industrial, entre los que se encuentra la Universidad de La Laguna. Los ganadores de cada una de las categorías serán anunciados en una ceremonia que tendrá lugar el 6 de junio en la Escuela de Organización Industrial.
La patente seleccionada de la Universidad de La Laguna, de entre más de un centenar de proyectos presentados a la convocatoria, es un émbolo medidor de presión para plataformas de impresión 3D en extrusión de masas semisólidas, ideado por el investigador Eduardo Díaz Torres, adscrito al departamento de Ingeniería Química y Tecnología Farmacéutica. Esta patente mejora la dosificación de medicamentos pediátricos, una alternativa farmacoterapéutica que permite la administración de fármacos de forma personalizada para cada paciente.
De hecho, en el en el área de la tecnología farmacéutica la obtención de formas de dosificación (comprimidos, cápsulas, películas, etc.) aún se encuentra en proceso de desarrollo, estandarización y regulación, con prometedores resultados obtenidos hasta ahora en los estudios realizados.
Visualización de la aplicación práctica de la patente.
La elaboración de estas mezclas semisólidas de partida supone uno de los mayores retos a la hora del desarrollo de medicamentos individualizados, puesto que el estudio del flujo y la deformación de las mismas constituyen un punto crítico limitante del proceso.
Gracias a la licencia firmada entre la Universidad de La Laguna y la empresa propietaria de la plataforma de impresión 3D (FabRx), esta última desarrollará la patente y el uso del software creado por el grupo de investigación Desarrollo Galénico de Medicamentos de la Universidad de La Laguna, que dirige el catedrático José Bruno Fariña, y cuyo prototipo ha resultado finalista en este certamen nacional de la Oficina de Patentes y Marcas
La licencia de esta invención, gestionada en su momento por la Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación del centro académico (hoy convertida en Oficina de Transferencia del Conocimiento), supone un claro avance para el desarrollo de esta tecnología novedosa, ya que facilita ajustar los parámetros de impresión antes del inicio del proceso.
